Saberse traicionada es una experiencia difícil de afrontar y superar. Pero este trance tiene salida y es posible volver a confiar en la pareja. Un arrepentimiento sincero de él, la capacidad de perdonar de ella y una relación estable basada en el amor son esenciales para seguir juntos, incluso mejor que antes. Si aún así no puedes con el engaño, la terapia de pareja es una alternativa confiable.
Quienes han sido víctimas de una infidelidad, en el contexto del matrimonio o de una relación estable, bien saben la magnitud del dolor y la desilusión. Pareciera que el mundo se viene abajo, que el amor que se construyó nunca será el mismo y que incluso no tiene sentido seguir adelante.
Incluso para algunos es una suerte de duelo, pues aunque nadie ha muerto se perdió la confianza y para muchos esa pérdida es irreparable. En ese contexto, según la psicología del Duelo, es legítimo y necesario vivir el dolor, afrontar la pérdida y recién entonces reinventar la relación quebrada, si aún hay amor y capacidad de perdón en ambas partes.
Según el destacado psicólogo doctor Giorgio Agostini, la infidelidad es uno de los motivos más frecuente de parejas que piden ayuda en su consulta. Mujeres desilusionadas y hombres arrepentidos de su traición llegan a una terapia psicológica dispuestos a sortear ese trance y reconstruir la relación.
“Este quiebre en las parejas producto de la infidelidad es un motivo de consulta muy frecuente. Incluso es un problema en alza, debido entre otras cosas a la erotización creciente que se manifiesta a través de los medios de comunicación y la publicidad. También influye la mayor incorporación de la mujer al trabajo, lo que le abre instancias a ellas de conocer más gente y a ellos de tener más tentaciones en su ambiente laboral como para ser infieles��?, afirma el doctor Agostini, especialista clínico en terapias de pareja.
El destacado psicólogo y sociólogo asegura que en su gran mayoría las infidelidades son superables y que incluso son una crisis ante la cual la pareja puede salir fortalecida. Pero para que lo anterior ocurra, según el psicólogo, es indispensable que anterior al acto de infidelidad la pareja o matrimonio haya mantenido un vínculo estable y profundo, capaz de enfrentar un problema de esta magnitud. “Si hay una relación vincular basada en el compromiso y en un amor profundo las infidelidades son superables, en más de un noventa por ciento de los casos, con o sin apoyo de terapia de pareja��?, afirma el destacado especialista.
Responsabilidades compartidas
Otro aspecto importante para restablecer la relación y la confianza es que la mujer asuma que ella también tiene su cuota de responsabilidad. “La mujer engañada debe ser capaz de preguntarse ‘Que hice mal o que no hice para que me él me haya sido infiel, cuál es mi grado de responsabilidad en esta infidelidad’. Es un paso necesario para salvar la relación, porque si bien el infiel tiene un grado de responsabilidad muy importante la engañada también tiene parte en este asunto��?, sostiene el psicólogo Giorgio Agostini.
Tener una relación estable y asumir un reconocimiento mutuo de sus responsabilidades ante el quiebre son esenciales para iniciar una terapia de pareja, tendiente a superar la infidelidad.
Dentro del apoyo psicológico recibido y de la propia comunicación de la pareja debe haber un espacio para que ambos emitan sus descargos, en especial para quien ha sido víctima de la infidelidad. El dolor deber exteriorizarse, sacar afuera toda la desilusión y no guardarse la angustia. En el caso del infiel éste debe asumir su responsabilidad, mostrar en hechos y palabras un arrepentimiento verdadero.
El psicólogo Giorgio Agostini advierte lo dañino de posibles malos consejos dados a la mujer, provenientes por lo general de amigas separadas que fueron víctimas de la infidelidad y no tuvieron la capacidad de superarla. “Hay mujeres malas consejeras, que transmiten su incapacidad de perdonar diciéndoles a la amiga que sufre una infidelidad ‘No, ni se te ocurra perdonarlo’. Es una desorientación que no aporta nada y que deben desatenderse��?, aconseja el doctor Agostini.
El destacado especialista sugiere primero conversar el tema con otra parejas amigas de confianza, que sean maduras y con un vínculo estable, además de la propia comunicación para superar el quiebre. “Si luego de ambas instancias no son capaces de salir airosos y recomponer la relación, entonces pueden encontrar una buena alternativa en la consulta de un psicólogo especialista en terapia de pareja��?, comenta el psicólogo y sociólogo.
Recuperar la confianza
Para que la víctima de la infidelidad recupere la confianza perdida es imperioso un cambio de actitud de su pareja. “El cambio de actitud de él le devolverá la seguridad a su mujer. Este cambio tiene que ver con que el hombre vaya con la verdad por delante, que asuma su responsabilidad y que le de señales claras a su mujer que quiere enmendar el rumbo y no ser más infiel��?, dice Agostini.
“Para este fin son necesarias y oportunas señales de transparencia y honestidad, tales como una llamada para decirle a ella: ‘estoy en tal parte, me atrasé pero voy camino a casa’. Incluso el hombre debe tener la confianza de reconocer y decirle a su mujer si la ex amante lo ha vuelto a llamar o sugerir un regreso, esas son señales que la mujer valora y que le ayudan a volver a confiar.
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¿De dónde viene la soledad?

De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española y al Diccionario de Sinónimos y Antónimos de la Universidad de Oviedo, la palabra soledad tiene tres acepciones:
Carencia de compañía.
Lugar desierto o tierra no habitada.
Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguna persona o cosa.
Y hay seis sinónimos para la palabra soledad:
Abandono: Acción y efecto de abandonar o abandonarse.
Aislamiento:
1) 1) Separación de una persona, una población o una cosa, dejándolas solas o incomunicadas.
2) 2) Falta de comunicación, desamparo.
3) Acción y efecto de aislar o aislarse.
Alejamiento de un lugar: Acción y efecto de alejar o alejarse.
Melancolía:
1) Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente.
2) Monomanía en que dominan las afecciones morales tristes.
Pena:
1) Castigo de una falta o delito.
2) Cuidado, aflicción grande.
3) Dolor, tormento corporal,
4) Dificultad, trabajo.
Pesar:
1) Sentimiento o dolor interior.
2) Dicho o hecho que causa disgusto.
3) Arrepentimiento de algo que no debió hacerse o decirse.
Antónimos para la palabra soledad, hay dos:
Alegría:
1) Sentimiento grato y vivo, producido por un motivo placentero, que por lo común se manifiesta con signos externos
2) Persona o cosa que causa alegría.
3) Falta de sensatez.
Compañía:
1) Unión y cercanía entre personas y cosas o estado en el que se encuentran juntas.
2) Persona o personas que acompañan a otra u otras.
3) Sociedad o reunión de varias personas unidas para un mismo fin, generalmente industrial o comercial.
La soledad es un tema recurrente en las manifestaciones culturales, formando parte importante de la experiencia humana. Ha sido un tema de interés psicológico desde la década del '50; desde 1980 comenzó a ser un tema de investigación empírica, motivado por la creación de escalas de medición de la soledad válidas, entre las que se destaca la Escala de Soledad UCLA, creada por Rusell en 1980.
La soledad ha sido relacionada con temas tan importantes como trastornos psiquiátricos, entre los cuales están la depresión, ansiedad, alcoholismo y suicidio. También se relaciona con variables cognitivas, entre las más cuales se pueden mencionar “estilo atribucional”, “auto-conciencia”, “expectativas”; asimismo, se encuentran vinculados a la soledad las “habilidades sociales”, como la “auto-revelación”, “atención personal” y “hostilidad”, entre otras.
Young definió a la soledad como la ausencia o percepción de ausencia de relaciones sociales satisfactorias. Page manifiesta que esta definición enfatiza la importancia de la cognición, emoción y conducta, considerando que la emoción y conducta de los solitarios son comúnmente una función de sus pensamientos y atribuciones, los que se deben comprender para entender su comportamiento.
Peplau & Perlman definen a la soledad como una respuesta a la discrepancia entre las relaciones interpersonales deseadas y las existentes. Estos autores también señalan características esenciales de la soledad, que son:
Es el resultado de deficiencias en las relaciones sociales.
Representa una experiencia subjetiva (que no necesariamente es sinónimo de aislamiento social, ya que uno puede estar solo sin sentirse solitario o sentirse solo cuando uno está en grupo)
Es desagradable y emocionalmente angustiante.
En otras investigaciones, Peplau & Perlman, concluyen que las características que la mayoría de las investigaciones atribuyen a la soledad son:
A) La soledad es una experiencia aversiva, similar a otros estados afectivos negativos tales como depresión o ansiedad.
B) La soledad refleja una percepción subjetiva del individuo, de deficiencia en su red de relaciones sociales. Esta deficiencia puede ser cuantitativa (sin muchos amigos) o cualitativa (falta de intimidad con otras personas).
La definición usada en la escala de soledad desarrollada por la UCLA, enfatiza componentes cognitivos y emotivos.
El aspecto cognitivo es la conclusión personal de que él o ella tienen menos relaciones interpersonales o que las que tienen son menos recientes de lo deseado, y el componente emocional es el tono negativo asociado a esta conclusión, que puede ir desde una incomodidad al sufrimiento intenso.
El concepto de soledad se ha distinguido de otros parecidos como falta de compañía, aislamiento, ser único y distinto (Williams citado en Page, 1991; Koenig Isaacs y Schwartz, 1994); de constructos psicológicos como introversión y / o depresión (Solano et al, 1982) y de constructos psicológicos como alienación (el paciente se siente extraño así mismo) o anomia (incapacidad para reconocer o nombrar objetos) (Solano et al, 1982).
Weiss en 1973 propuso una tipología para la soledad. El plantea que existen dos tipos distintos de soledad: la soledad emocional y la soledad social.
La primera consiste en la falta de una relación intensa o relativamente perdurable con otra persona (por ejemplo, en personas recientemente divorciadas o viudas, etc.), estas relaciones pueden ser de tipo romántico o relaciones personales que generen sentimientos de afecto y seguridad.
La soledad social involucra la no-pertenencia a un grupo o red social, y pueden tratarse de un grupo de amigos que participen juntos en actividades sociales o de cualquier grupo que proporcione un sentido de pertenencia, basado en el compartir preocupaciones, trabajo y otra actividad.
Cuando el divorciado se queda solo

A esta situación se agrega en ocasiones, una salida maníaca hacia nuevas relaciones.
Cuando una pareja se enfrenta con la separación, sobrevienen sentimientos de desamparo y frustración, que afectan casi siempre a ambos cónyuges. Los integrantes de la pareja sienten que han fracasado en un ideal importante para la sociedad, y como consecuencia de esto se ven excluidos del espacio social que antes ocupaban.
Al disolverse el matrimonio se pierde la pertenencia no sólo en el nivel de la pareja, sino también en un nivel más amplio. El divorciado descubre, en su nueva etapa, que ya no puede contar con muchos de sus antiguos vínculos, que debe cambiar los lugares que frecuentaba, como así también las actividades que realizaba en familia. Se pasa a ser “el ex marido” o “la ex mujer“, lo cual cambia la mirada de los otros, tanto de los familiares como de los amigos.
Por otro lado, a veces simultáneamente, comienzan a gestarse nuevas relaciones dentro de un grupo social desconocido hasta entonces, el de los solos y solas. Estos grupos, ya sea a través de encuentros reales o virtuales, pueden servir como ayuda para mitigar el dolor por los vínculos resignados junto con la ruptura matrimonial.
En muchos casos, la primera etapa que sigue a la separación, suele caracterizarse por un entusiasmo exagerado por establecer nuevos contactos, como forma maníaca de borrar el pasado. Este modo de transitar la separación implica no enfrentar la situación de pérdida, no terminar nunca de elaborar el duelo, y por ende, no acceder a la posibilidad de una futura pareja. Todo proceso de cambio requiere, ante todo, tiempo. Pero la urgencia por renovarse que siente el divorciado, a veces le impide ver esta simple realidad.
Para no quedar encerrado en este modo de funcionamiento regresivo y caótico, típico de la primera etapa, es necesario que cada uno vaya construyendo su nuevo equilibrio, en el seno de un nuevo espacio social.
Lo perecedero: el duelo y el tiempo

Recuerdo que este párrafo me había causado impresión siendo yo adolescente, imaginaba al emperador llorando por la irrespetuosidad del tiempo, un emperador no merecería acatar al mandato de que todo es perecedero, supongo que pensaría eso, porque su poder en cien años no sería nada.
A este recuerdo me llevó otra lectura posterior, “Lo Perecedero” de Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis cuenta que lo acompañaba un joven poeta admirador de la belleza que ofrecía la naturaleza, pero en vez de disfrutar de esa belleza que lo circundaba, se preocupaba por que esa belleza estaba condenada a desaparecer en el invierno, igual que toda belleza humana, y todo lo bello y noble que el hombre haya creado y pudiese crear estaba condenada a desaparecer, (vemos que le sucede lo mismo que al emperador Jerjes) y luego agrega Freud, cuanto habría amado y admirado, de no mediar esta circunstancia (ser perenne), parecíale carente de valor por el destino de perecer a que estaba condenado.
Freud niega ante el poeta que el carácter perecedero de lo bello involucrase su desvalorización, al contrario la cualidad de ser perecedero incrementa su valor, las limitadas posibilidades de gozarlo lo tornan mas precioso.
Freud sigue argumentando, llegue una época en la cual queden reducidos a polvo los cuadros y las estatuas que hoy admiramos; sucédanos una generación de seres que ya no comprendan las obras de nuestros poetas y pensadores; ocurra aun una era geológica que vea enmudecida toda vida en la tierra..., no importa; el valor de cuanto bello y perfecto existe sólo reside en su importancia para nuestra percepción; no es menester que la sobreviva y, en consecuencia, es independiente de su perduración en el tiempo.
Pero este discurso no convencía al poeta, por eso dice Freud que una rebelión psíquica contra la aflicción, contra el duelo por algo perdido, debe haber malogrado el goce de lo bello. Mas adelante dice Freud: Así imaginamos poseer cierta cuantía de capacidad amorosa -llamada libido- que al comienzo de la evolución se orientó hacía el propio yo para más tarde -aunque en realidad muy precozmente- dirigirse a los objetos, que de tal suerte quedan en cierto modo incluidos en nuestro yo.
Si los objetos son destruidos o los perdemos, nuestra capacidad amorosa (libido) vuelve a quedar en libertad y puede tomar otros objetos como sustitutos, o bien retornar transitoriamente al yo.
Sin embargo, no logramos explicarnos porque este desprendimiento de la libido de sus objetos debe ser , necesariamente un proceso tan doloroso. Solo comprobamos que la libido se aferra a sus objetos que ni siquiera cuando ya dispone de nuevos sucedáneos se resigna a desprenderse de los objetos que ha perdido.
He aquí, pues, el duelo.
Sabemos que el duelo, por más doloroso que sea, se consume espontáneamente.
Una vez que haya renunciado a todo lo perdido se habrá agotado por sí mismo y nuestra libido quedará nuevamente en libertad de sustituir los objetos perdidos por otros nuevos, posiblemente tanto o más valiosos que aquéllos, siempre que aún seamos lo suficientemente jóvenes y que conservemos nuestra vitalidad.
Pensando en el emperador Jerjes y en el poeta del que habla Freud, el ejército estaba bajo el mando del emperador y la belleza de la naturaleza se ofrecía al poeta y sin embargo malograban el goce de esa circunstancia pensando en lo que aún no sucedió, la pérdida.
Y este es el punto a señalar, la incapacidad para gozar ( que luego de un duelo normal se puede retomar), una inhibición que tiñe la vida de pensamientos tristes y desvalorización de uno mismo que incapacita a amar y producir, puede sostenerse largamente en la vida.
Es aquí donde bajo la forma de una pregunta, de porqué sólo aparece el sufrir en nuestras vidas, y los momentos felices no se dan, porqué la vida para ciertas personas es un largo duelo, o mejor dicho se padece de melancolía, a partir de un cuestionamiento o un padecer no soportable suele empezar el camino de una terapia , que entre otras cosas facilita a aceptar lo perecedero para poder disfrutar lo que se nos ofrece.
Volviendo a la impresión que me produjo el llanto del emperador ante lo inevitable de la muerte, de lo perecedero, tal vez la raíz de esa impresión estaba en el ciclo vital que estaba viviendo, la adolescencia, donde la infancia estaba siendo abandonada, estaba siendo perenne, para vivir otra etapa de transición a la adultez.
Las mascaras internas

Las mascaras internas
Un disfraz es un "artificio para desfigurar una cosa con el fin de que no sea conocida". Se usan vestiduras que distinguen de ordinario a personas de condición social o sexo diferente a los de la persona que se disfraza. Se pueden adoptar para diferentes finalidades, entre ellas, ocultar la verdadera identidad o permitir realizar ciertas aventureras.
El disfraz tiene su origen en la mitología grecorromana. Consistía en colocarse unas máscaras de sátiro para que las ninfas accedieran a mantener relaciones sexuales. Existía la llamada caravana, barcos en los que llegaban los sátiros a fecundar a las ninfas o vírgenes una vez al año. Los sátiros poseían una mitad humana, la parte superior, y otra mitad, la parte inferior, con la forma de los machos cabríos. Era una fiesta orgiástica y de fecundación. A medida que se unen las tradiciones paganas y lo religioso, van perdiendo la idea original que la fundamentaba, derivando en el actual Carnaval.
A lo largo de toda la historia, el ser humano ha utilizado el disfraz para simplemente divertirse, por una parte, pero también para celebrar bacanales paganas, tomarse libertades en todos los sentidos, liberar impulsos y los deseos más reprimidos, y hasta para cometer crímenes. Quizá sea esta la razón que convierte al disfraz en una auténtica desdramatización de los deseos más recónditos de la personalidad.
El verdadero éxito del disfraz reside en quien lo lleva no sea reconocido como la persona que es, sino como la deseada.
Los disfraces permiten modificar nuestra realidad para realizar un sueño. El pobre se puede convertir en príncipe, el bueno en demonio, el blanco en negro y viceversa, y el hombre en mujer o al revés. Las personas encarnan aunque tan sólo sea por unas horas, la vida de aquellos personajes que siempre les hubiera gustado ser.
Cualquier disfraz o máscara, refleja algo que nosotros mismos no nos atrevemos a revelar cuando nos vestimos en el día a día. El individuo se libera de su identidad establecida, sale a la calle como "otra persona" para dar riendas sueltas a la libre manifestación de su cuerpo y del espíritu.
Nuestra personalidad es muy compleja. La misma palabra "persona", deriva del griego que significa "máscara" y una máscara no es lo que uno es, sino una representación, verdadera o falsa, que se exhibe. Se utilizan en todas partes del mundo porque cada ser tiene diferentes facetas: Lo que somos, lo que queremos ser, lo que aparentamos, lo que los demás ven o quieren ver en nosotros. Estas distintas "caras" de nosotros mismos, la mayoría escondidas, son las que nos hacen desear ser otro de manera subjetiva y constituyen proyecciones arquetípicas inconscientes.
El disfraz permite sacar temporalmente la máscara que siempre llevamos. La sociedad impone ciertos roles que a veces enmascaran nuestro verdadero ser. Esto quiere decir que una parte de nosotros mismos esta "enmascarada" y cuando nos disfrazamos, nos permitimos ser como en realidad quisiéramos y después nos volvemos a colocar la máscara de nuestra "personalidad socializada".
Fuente: http://www.psicologiaparatodos.com
AUTOCONOCIMIENTO

AUTOCONOCIMIENTO
“ No digas cosas. Lo que eres relumbra sobre ti mientras lo haces, y atrona con tal fuerza que no puedo oír lo que alegas en su contra.”
Emerson
Autoevaluarse en forma sincera y rigurosa, es indispensable para encaminarse hacia el dominio de sí mismo.
Todo comienza cuando un individuo comienza a preguntarse cuáles son sus aspiraciones, cuáles son las mejoras que desearía incorporar a su persona, de qué desearía ser capaz, y puede observar y reflexionar las respuestas a estas preguntas.
Es necesario observar los pensamientos más íntimos y realizar un análisis detallado de las reacciones del individuo ante distintos estímulos. Así la persona verá en qué proporción consigue gobernar sus instintos, en qué medida se abandona al impulso, a los excesos, al capricho, a la inercia, cuánto controla su sensibilidad, en qué proporción se siente capaz de una actividad intelectual, de una actitud maduramente reflexiva, de lúcidas decisiones, es decir, fijará una meta, lo que se propone ser, la cualidad de la que se siente ávido, y medirá la intensidad de la energía, del deseo y la voluntad necesaria para realizar el esfuerzo que requiera llegar a ella.
Aprendizaje Implícito

Muchas de las cosas que aprendemos no lo hacemos en forma deliberada ni aplicamos ninguna técnica precisa, porque ocurre sin darnos cuenta.
Aprendemos a hablar y a caminar sin tener ese propósito, y somos capaces de aplicar el mismo mecanismo de aprendizaje para adquirir el conocimiento de distintas habilidades, sin proponérnoslo.
En Psicología este tipo de aprendizaje se denomina “implícito”, o sea la capacidad de aprender sin prestar atención y sin intención, en forma inconsciente.
No todo el aprendizaje se puede adquirir en forma implícita, pero la pregunta que surge en forma inmediata es hasta qué punto se podrían adquirir conocimientos de esta forma.
En algunas cuestiones nos comportamos como si estuviéramos pre programados para aprender sin ningún método o regla.
Recuerdo que cuando estaba en la escuela primaria y tenía que resolver los primeros problemas matemáticos, podía llegar a saber el resultado rápidamente sin realizar el razonamiento que exigía la maestra.
En ese momento, para ella, esta habilidad no tenía ningún valor, porque supuestamente tenía que lograr la solución de los problemas mediante la estrategia de la lógica explícita.
Ahora, es diferente, y se investiga sobre estas capacidades espontáneas que podemos tener todos en el área del aprendizaje.
Para comprobar estas hipótesis, los investigadores someten a voluntarios a una tarea específica relacionada con un conocimiento en particular y se observan las estrategias que utilizan para resolverla.
Si la persona no puede explicar cómo hizo para dar con la solución se puede inferir que se trata de un aprendizaje inconsciente, realizado en forma automática y que hizo posible la adquisición de un conocimiento.
Las investigaciones sobre aprendizaje nos demuestran que la intención de aprender es un factor clave para adquirir conocimientos, que se puede incentivar cuando las reglas son claras y fáciles de entender.
Estudios realizados parecen mostrar que el aprendizaje consciente y el inconsciente se producen mediante sistemas cognitivos diferentes.
Por ejemplo, la adquisición de destrezas físicas como por ejemplo, jugar al golf, revelan que el aprendizaje inconsciente se produce aún estando prestando atención a otra cosa.
En una época de mi vida me dediqué a aprender a jugar al golf. Mi profesor, un acreditado profesional del golf, me decía que antes de pegarle a la pelota en forma consciente, tenía que imaginar la secuencia de movimientos perfectos y recién luego hacer el movimiento sin pensar en ello, si quería lograr un mejor tiro.
Esta estrategia exige tener confianza en que esta forma de actuar da mejores resultados que el movimiento deliberado siguiendo instrucciones, y efectivamente podía lograr mejores tiros visualizando de antemano la acción.
El aprendizaje implícito tiene la ventaja de no apoyarse en supuestos (si hago una cosa ocurrirá la otra), que es el modo de lograr objetivos por medio del ensayo y error; porque no hay intención de aprender y tampoco hay expectativas, porque la orientación del aprendizaje la dan las cualidades superficiales del objeto.
El aprendizaje inconsciente, por sus mismas características de ser un proceso que aparentemente no ha empleado ninguna estrategia de acción, no permite ser aprovechado para ser utilizado en otra área del saber.
Sin embargo, las investigaciones parecen indicar que sí existen estrategias en el aprendizaje implícito y que éstas pueden ser similares a las que existen para el aprendizaje consciente.
Investigaciones realizadas en 1998 en la Universidad Carnegie Mellon, sobre problemas matemáticos, demostraron que los niños también podían aprender estrategias matemáticas de manera inconsciente.
Estos niños elegían la estrategia más abreviada sin poder explicar por qué lo hacían. Lo mismo que mi propia experiencia en la escuela primaria.
Fuente: Revista “Investigación y Ciencia”, nota de Ralph Schumacher, filósofo y director de proyectos del Centro de Etología del Instituto Politécnico de Zuric; y Elsbeth Stern, catedrática de psicología a cargo del área de aprendizaje de la misma institución.
El Poder Interior

Deepak Chopra, médico endocrinólogo nacido en la India y radicado desde hace muchos años en Estados Unidos, nos dice que hay un mago dentro de nosotros con el poder de transformarnos y de hacer realidad todos nuestros deseos.
Desde niño, estaba acostumbrado a frecuentar consejeros espirituales que emanaban paz y alegría interior y que parecía que ningún acontecimiento los pudiera afectar.
En ese país, a esas personas con gran sabiduría espiritual se los llama gurú, maestros que enseñan a liberarse del miedo, el odio y la ignorancia para convertirse en seres humanos capaces de amar y de realizarse plenamente.
Chopra afirma que en el hombre existe desde siempre la semilla de lo místico y ha intentado, a través de la alquimia lograr el poder de la transformación.
La búsqueda espiritual es para este pensador el sendero del mago, porque hay un mago dentro de nosotros que lo sabe todo y debemos aprender a escucharlo.
¿Por qué existe tanta gente que siente una gran opresión que lo impulsa a querer gritar? Porque se equivocan de objetivo atrapado por los condicionamientos y no se atreven a salir de ese encierro.
El mago interior nos enseña a encontrarnos a nosotros mismos, tal cual somos, seres con poderes ilimitados.
El mago está más allá de los opuestos y del mundo material, jamás reposa, siempre está despierto y tiene el secreto de la vida eterna.
La mente lineal que piensa racionalmente no se opone a la espiritualidad, sino que forma parte de ella, así como la imaginación, el amor, la creatividad y la esperanza; y cuando todo esto está unido, se abre el camino de la transformación interior.
El mago interior sabe que para cambiar al mundo es necesario cambiar nuestra actitud hacia él.
Cierta vez, se encontraba Einstein recostado en un sofá con los ojos cerrados, cuando imprevistamente se le presentó una imagen en su mente de un hombre viajando a la velocidad de la luz. Esa experiencia lo llevó a realizar experimentos mentales que posteriormente se podrían confirmar en la naturaleza, demostrando que el poder del pensamiento es ilimitado.
La alquimia es la búsqueda de la transformación de la materia en oro, sustancia incorrumptible, y simbólicamente desde el punto de vista humano, representa liberarse de las limitaciones y de los temores y tomar conciencia del poder del espíritu interior.
Es la búsqueda de lo permanente de la vida que hace posible la genuina felicidad, el amor verdadero y la realización auténtica.
Es la aventura de un viaje que permitirá salir del dominio del ego para entrar a una vida nueva donde los milagros existen.
El mago interior acepta el mundo como es y no reacciona de ninguna forma, sin embargo no es pasivo, porque considera que el mundo es él mismo; y al aceptarlo como es, también se está aceptando a sí mismo y puede experimentar el verdadero amor.
Porque al rechazar y seleccionar, el ego se pone en primer lugar para defenderse, según hayan sido sus experiencias.
Sin embargo, funcionando de esta manera, la mente aún no ha logrado hacernos felices, tener paz, ni tampoco nos ha ayudado a realizarnos auténticamente.
El mago no piensa, sólo observa y esa es la clave de los milagros, porque todo lo que el mago vea en el mundo interior se manifestará en el exterior.
Fuente: “El Sendero del Mago”, Deepak Chopra, Editorial Norma S.A., Colombia, 1997
Psicología del Aprendizaje

Adquirir conocimientos es como incorporar alimentos, un proceso de transformación y adecuación para poder integrarlos.
Las teorías del aprendizaje aportan una gran utilidad en la mayoría de los ámbitos de la realidad cotidiana.
Aprendemos constantemente con cada una de nuestras experiencias y esto hace que la ciencia trate de estudiar qué es lo que influye para favorecer el aprendizaje.
Sabemos que la motivación es uno de los factores más importantes a la hora de aprender y que se aprende más con la experiencia que con otros métodos, por eso es muy importante conocer los mecanismos que nos llevan a desear aprender para poder participar en ese proceso y ayudar a facilitar la enseñanza.
En la escuela, antes que transmitir información, el maestro debe convertirse en el motor motivador, generando el vínculo afectivo adecuado que predisponga a sus alumnos a incorporar lo que él enseñe.
Los primeros aprendizajes de un niño están asociados con el afecto. Si no lo recibe, tampoco aprenderá, aunque sea alimentado normalmente.
Existen experiencias al respecto con niños criados en instituciones sin el contacto con la madre y sin una sustituta que le brinde contacto físico. Esos niños caen en un estado de depresión y rechazan el alimento y si no llegara a cambiar esta situación pueden llegar a morir de inanición por una depresión irreversible.
Aprender es como comer. No podemos asimilar ningún alimento sin transformarlo previamente por medio de la masticación y la posterior digestión. Es un doble mecanismo de transformación del alimento y adecuación del organismo para asimilarlo.
Lo mismo pasa con el aprendizaje. Necesitamos transformar los conocimientos y también adecuarnos a ellos para poder incorporarlos.
La transformación del conocimiento es la interpretación según los propios códigos, y la adecuación es la disposición que se requiere para aceptarlo, en el momento justo.
Los conocimientos deben ser entendidos por comprensión, para tener la oportunidad de formar conceptos propios.
El aprendizaje supone un cambio de estructura mental que adopta una nueva configuración, que es la que permite acceder al siguiente nivel de conocimiento.
Durante este proceso no sólo aprendemos contenidos sino también actitudes, formas de relacionarnos y la experiencia necesaria como para formular juicios.
Las metas y los objetivos favorecen el aprendizaje así como también la conciencia de las propias tendencias y limitaciones para ayudar a concretarlos.
Los niños pueden aprender una conducta con una sola experiencia, asociándola con su resultado. Por eso hoy los padres tienen que cuidar su propio comportamiento cuando tienen niños pequeños.
Salvando las distancias lo mismo ocurre con las mascotas, ya que un perro, por ejemplo, aunque no tenga lenguaje hablado, llega a alcanzar la edad mental de un niño de dos años.
Se sabe que si le damos de comer a un niño cuando llora, aprenderá a conseguir alimento por medio del llanto. Es decir que adquiere un condicionamiento y aprende una conducta que le permite obtener un resultado.
Lo mismo ocurre a la hora de dormir. Si la primera vez lo acunamos, nos veremos obligados a hacer lo mismo todas las noches, o sea que aprende que si llora lo acunan.
Pero no es lo más conveniente cantarles ni pasearlos, aunque los padres se sientan tentados a hacerlo, sino acostarlo sin más vueltas y retirarse apagando la luz al salir.
Si la protesta es muy agitada se puede volver a entrar para consolarlo con suaves palmaditas, volviendo a salir enseguida tratando de ignorar los chillidos.
Se puede entrar dos o tres veces y hacer lo mismo pero jamás se deberá levantarlo ni pasearlo.
Los aprendizajes tempranos son muy importantes porque permiten a los pequeños integrar su rol y el de sus padres, que son los que deberán tener el control en el hogar siempre.
Lo más decisivo es la firmeza y la seguridad que le demuestren que están haciendo lo correcto, porque toda indecisión o duda es registrada de inmediato por los niños y luego utilizada para manipularlos.
Es difícil ser estricto con niños pequeños pero de ello depende su futuro.
Aprender a Estudiar

Contrariamente a lo que la mayoría se imagina, estudiar se puede convertir en algo placentero y productivo con menos esfuerzo y mejor resultado, que trasciende la obtención de una nota y que aspira a incorporar y procesar los conocimientos para utilizarlos como base para la creatividad.
Se trata de aprender a modificar hábitos de comportamiento nocivos que obstaculizan los propósitos de los estudiantes y atentan contra el rendimiento en sus estudios.
1) Dormir lo necesario. El cuerpo tiene un mejor funcionamiento y la mente está más alerta si se tienen en cuenta sus ritmos biológicos de sueño y vigilia.
2) No ir a clase con el estómago vacío. El cuerpo y la mente necesitan calorías para poder prestar atención y sentirse fuerte.
3) Cuidar la presencia personal. Estar presentable da seguridad y predispone mejor a los profesores
4) Llevar a clase todo lo necesario. No se puede desperdiciar energía ni perder información importante porque están buscando a alguien que les preste lo que necesitan.
5) Conseguir los libros o los apuntes que recomiendan los profesores.
6) Evitar las llegadas tarde y las ausencias a clase. La información que se pierde cuando no estamos en clase nos priva de elementos muy importantes a la hora de los exámenes. Los profesores pretenden principalmente que recuerden lo que dijo en clase.
7) Elegir los primeros asientos. La distancia es inversamente proporcional al interés. Cuanto más lejos del profesor mayores las oportunidades para distraerse. Se ahorrarían horas de estudio si concentraran la atención en la clase, se interesaran en los temas, y se involucraran participando con preguntas y opiniones con fundamente.
8) Tomar buenos apuntes en clase. En el nivel secundario los profesores dictan pero en el terciario no, igualmente se puede tomar buenos apuntes de los conceptos que generalmente son repetidos reiteradas veces.
9) Participar en clase. Existen dos maneras: haciendo preguntas y dando opiniones con fundamento. Hacer una buena pregunta es más difícil que contestarla, porque implica reflexionar y relacionar conceptos, además de requerir estar bien informado. No se puede preguntar sin haber leído sobre el tema. La opinión sin fundamento no tiene ningún valor, es solamente una apreciación subjetiva que no tiene sustento y por lo tanto no es digno de tenerse en cuenta. Una buena opinión exige saber algo sobre el tema.
10) Aceptar las reglas de juego. Las normas, los sistemas educativos, la metodología de enseñanza y los programas de estudio no son perfectos y pueden y deben ser mejorados; mientras tanto lo mejor será aceptar lo vigente porque toda limitación se puede trascender empezando primero por aceptarla.
11) Ser honesto. La confianza, el aprecio y la simpatía que inspira una persona honesta, difícilmente se consigue con otra virtud. No se puede ser medio honesto, hay que elegir una cosa u otra porque no se puede nadar entre dos aguas.
12) Ser coherente. No se puede pensar una cosa y decir otra. Es necesario comprometerse con una postura para poder defender con solvencia las propias convicciones.
13) Respetar la opinión ajena. Conocer otros puntos de vista aunque no se compartan amplía nuestra perspectiva y nos hace más flexibles.
14) Ser positivo, optimista y tener buen sentido del humor. Hay que aprender de los errores. El que apuesta a ganar es probable que lo logre. La tenacidad es una señal de fortaleza de carácter.
15) Ser solidario y comprensivo con los compañeros. El que quiere agradar a todo el mundo termina renunciando a él mismo. El otro merece consideración, no sólo para caerle bien sino para compartir momentos felices.
16) Respetar la propia naturaleza. Cada uno tiene un camino diferente y propio, sólo hay que estar atento y dispuesto.
17) Aprender a relacionar los conocimientos. Existen tres tipos de relaciones: relación de igualdad (dos conceptos pueden tener algo en común), relación de diferencia (dos conceptos difieren en algo que los caracteriza) y relación de influencia (un concepto tiene una influencia sobre otro y por lo tanto se relaciona).
18) Aprender para evolucionar. La ignorancia es causa del estancamiento y la falta de oportunidades. El aprendizaje tiene que estar orientado hacia el desarrollo de la creatividad.
La Avidez

El dominio de sí mismo comienza al producirse la iniciativa personal de contenerse, abstenerse, controlarse, es decir, cuando en el individuo no actúa otra fuerza que la de su propio juicio, su propia voluntad y reflexión.
Esta iniciativa personal nace de una necesidad relacionada con circunstancias personales, experiencias previas y u hecho particular que lleva al individuo a dirigir su pensamiento y su voluntad hacia un objetivo previamente fijado, hacia el manejo de ciertas facultades, hacia la modificación de pautas mentales, del carácter, o la superación de todo impulso que atente contra su integridad.
La conducta humana no es solamente una respuesta a un estímulo, sin un esfuerzo dirigido hacia una meta. Los estímulos nos guían hacia la meta y determinan los medios para alcanzarla; pero la búsqueda de esa meta es lo que da unidad y significado a la conducta.
El grado de iniciativa personal y el deseo dirigido hacia una meta, no es mas que lo que llamamos líbido.
La líbido, como energía vital, puede ser dirigida hacia objetos o personas, hacia el propio individuo o alimentar actividades intelectuales, artísticas y espirituales.
Desde la observación grafológica, la líbido se centra en la presión, velocidad, dirección, dimensión, abreacción y la continuidad del trazo, como así también en la zona inferior del renglón, lo cual variará de acuerdo al temperamento constitutivo de cada individuo.
En forma general, se puede decir que una líbido correctamente canalizada, tendrá un trazado bien alimentado, homogéneo en su recorrido y equilibrado entre sus tendencias extra e intro, según su dominio. Para ello se observarán los aspectos armónicos del grafismo, predominio del orden, presión, dimensión, ritmo, formas agradables y claras, la dinámica y libertad de la escritura. Se observará el tono vital que transmite la escritura mas allá de estos aspectos, es decir, el estado de ánimo y cuánto de vida hay en ella.
Así se verá de qué manera y hacia donde es dirigida la líbido, si esto resulta positivo para el individuo, y cuánto control se tiene sobre esta, pues los problemas emocionales y los trastornos psicológicos, generan un bloqueo de la líbido y de las tendencias, que se verán en el escrito como alteraciones en los aspectos antes mencionados.
Veremos que cada alteración, o conjunto de ellas, será característica de las tendencias propias de la persona.
Esta “energía”, este “deseo de...”, se puede reencausar, para que obre con ardor y perseverancia en el individuo que desee conocer, descubrir, discernir y orientar lúcida y útilmente sus potencialidades personales.
8 Maneras para mejorar la autoestima

Estas son las cosas que hago todos los días y me gustaría compartirlas con usted:
1. Hago lo mejor para no juzgar a otras personas.
Si me encuentro atrapada en este juego, cosa que algunas veces hago, inmediatamente cambio mi atención a otra cosa. Porque? Porque cuando juzgamos a los demás nos ponemos en una posición de creer que somos mejores que ellos,lo cual no es una autoestima saludable.
2. Trato de no tomar la crítica de los demás como algo personal.
Yo se que si alguien me critica no es acerca de mi, es acerca de la persona que me está criticando. Es otra manera que la persona se siente bien despreciando a los demás. Trato de tomar la crítica como un consejo y ver si puedo aprender algo de ello. Esto es tener una autoestima saludable.
3. Hago gimnasia
Casi todos los dias realizo ejercicios físicos, si no puedo correr ,voy al gimansio. Esto me hace sentir my bien acerca de mi misma, y me concientiza de que estoy haciendo algo que me gusta hacer para mi.
4. Medito todos los dias
Estar en silencio me hace sentir bien y me hace sentir conectada conmigo misma. Una de las claves para mejorar la autoestima.
5. No me privo a mi misma de comer
Nunca me privo de algo que me gusta como ser helado, chocolate, etc. Como sin culpa.
6. Tengo muy buen sentido del humor
Tener buen sentido del humor ayuda mucho para la mejorar la autoestima. Especialmente es de gran ayuda cuando empiezo a sentir lástima de mi misma.
7. Trato de no criticar
Si me descubro criticando a alguien, paro, y cambio mi dialogo interno.
8. Celebro todos los días mis exitos
Inclusive si son pequeños mis logros , cuando algo parece ser de poca importancia, tomo conciencia del mismo . Ej: Hize la comida, regué las plantas, me mantuve calma frente a una persona agresiva, etc.
Estos hábitos me han ayudado a mantener una autoestima saludable. La clave es hacer aglo que nos haga sentir bien acerca de nosotros mismos.
© Carla Valencia. Todos los derechos reservados. La experiencia profesional de Carla incluye 15 años trabajando como Analista de Systemas y Escritor Técnico con Empresas de Exportación-Importación y Manufactureras. Su pasión acerca de los temas de autoestima la llevaron a ella a escribir sus experiencias personales.
Desde que ella era muy joven pasaba su tiempo investigando y entrevistando amigos y familiares sobre este tema de autoestima. Ella ha estado buscando diferentes alternativas para lidiar con este tema en diferentes niveles.
Ella estudio Metafisica, Budhismo, EFT-CC ( Basic EFT Certificate of Completion) y ha participado en varios workshops para trabajar en si misma. Ella ha estado usando diferentes tecnicas desde hace mas de 10 años como ser Hoponopono, Técnicas de Libertad Emocional, Riberthing, Shadow Work y Meditación.
Como mejorar la Autoestima

Estas son las cosas que hago todos los días y me gustaría compartirlas con usted:
1. Hago lo mejor para no juzgar a otras personas.
Si me encuentro atrapada en este juego, cosa que algunas veces hago, inmediatamente cambio mi atención a otra cosa. Porque? Porque cuando juzgamos a los demás nos ponemos en una posición de creer que somos mejores que ellos,lo cual no es una autoestima saludable.
2. Trato de no tomar la crítica de los demás como algo personal.
Yo se que si alguien me critica no es acerca de mi, es acerca de la persona que me está criticando. Es otra manera que la persona se siente bien despreciando a los demás. Trato de tomar la crítica como un consejo y ver si puedo aprender algo de ello. Esto es tener una autoestima saludable.
3. Hago gimnasia
Casi todos los dias realizo ejercicios físicos, si no puedo correr ,voy al gimansio. Esto me hace sentir my bien acerca de mi misma, y me concientiza de que estoy haciendo algo que me gusta hacer para mi.
4. Medito todos los dias
Estar en silencio me hace sentir bien y me hace sentir conectada conmigo misma. Una de las claves para mejorar la autoestima.
5. No me privo a mi misma de comer
Nunca me privo de algo que me gusta como ser helado, chocolate, etc. Como sin culpa.
6. Tengo muy buen sentido del humor
Tener buen sentido del humor ayuda mucho para la mejorar la autoestima. Especialmente es de gran ayuda cuando empiezo a sentir lástima de mi misma.
7. Trato de no criticar
Si me descubro criticando a alguien, paro, y cambio mi dialogo interno.
8. Celebro todos los días mis exitos
Inclusive si son pequeños mis logros , cuando algo parece ser de poca importancia, tomo conciencia del mismo . Ej: Hize la comida, regué las plantas, me mantuve calma frente a una persona agresiva, etc.
Estos hábitos me han ayudado a mantener una autoestima saludable. La clave es hacer aglo que nos haga sentir bien acerca de nosotros mismos.
© Carla Valencia. Todos los derechos reservados. La experiencia profesional de Carla incluye 15 años trabajando como Analista de Systemas y Escritor Técnico con Empresas de Exportación-Importación y Manufactureras. Su pasión acerca de los temas de autoestima la llevaron a ella a escribir sus experiencias personales.
Desde que ella era muy joven pasaba su tiempo investigando y entrevistando amigos y familiares sobre este tema de autoestima. Ella ha estado buscando diferentes alternativas para lidiar con este tema en diferentes niveles.
Ella estudio Metafisica, Budhismo, EFT-CC ( Basic EFT Certificate of Completion) y ha participado en varios workshops para trabajar en si misma. Ella ha estado usando diferentes tecnicas desde hace mas de 10 años como ser Hoponopono, Técnicas de Libertad Emocional, Riberthing, Shadow Work y Meditación.
Contar chistes malos puede ser perjudicial para la salud

Antes de contar un chiste, mejor piensalo dos veces, ya que si el chiste no cae en gracia, la audiencia puede abuchearte y hostigarte hasta aplastar tu autoestima.
En una de sus investigaciones , Nancy Bell, lingüista de la Universidad Estatal de Washington ha encontrado que contar chistes malos llena a los oyentes de molestia y que el bromista suele convertirse en objeto de hostilidad por parte de los mismos, provocando miradas desaprobadoras, insultos y hasta pequeños golpes en el brazo.
La hostilidad se manifiesta en la forma de exclusión social o incluso de humillación del mal bromista. Ojo que no estamos hablando de chiste malos en el sentido de que tengan material ofensivo sino de chistes que todos consideramos simplemente malos, así, a secas.
La investigadora Nancy Bell, por ejemplo, usó para la citada investigación un sencillo chiste que puede traducirse así:
¿Qué le dijo una chimenea grande a otra pequeña? “Nada, pues las chimeneas no hablan”
Para llevar a cabo el experimento pidió a estudiantes voluntarios que contaran el chiste de la chimenea en cada ocasión que tuvieran. Así el chiste se contó en 207 conversaciones.
Durante la investigación la mayor parte de las respuestas de los oyentes a esta chiste incluyeron insultos, miraditas de reojo, silencio y hasta bufidos. Más hostil era la respuesta cuanto más cercana era la relación entre bromista y oyente.
“Cuando el humor falla en su objetivo (generar risa) produce hostilidad en el oyente” explica Bell. ¿Ahora bien porque ocurre esto? Según la investigadora hay dos razones principales:
En principio cuando un chiste malo interrumpe el curso de una conversación normal y no logra provocar risa, esta falla es sentida como una ruptura del contrato social, con lo cual castigar al bromista es una forma de sanción para desalentar esa misma conducta en el futuro
Por otro lado una broma tonta es sentida como un insulto para la capacidad intelectual del oyente y a nadie le gusta sentirse insultado.
Los hallazgos de Bell no resultan sorprendentes para los cómicos profesionales, que saben muy bien que a veces el asunto del humor puede ponerse feo. En Internet se pueden encontrar vídeos de humoristas como Pauly Shore y Jim Jeffries siendo atacados en el escenario.
Vía | LiveScience
.Prejuicios contra la gordura también en el ámbito laboral

El sobrepeso no solo puede dañar tu salud, también puede perjudicarte en el trabajo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Wayne en Detroit, ha encontrado que los prejuicios sobre la gente con sobrepeso están demasiado presentes en los lugares de trabajo.
Cuando se trata de contratar a alguien o de ascender a alguien hay una tendencia a evitar a las personas con sobrepeso. Esto provoca además que la persona en cuestión sienta disminuida su autoestima, favoreciendo el impulso a seguir comiendo y empeorando su desempeño laboral.
Los investigadores aseguran que los prejuicios se dan sobre todo en el área de ventas. Los gerentes de mercados no quieren contratar gente obesa por temor a como repercuta en la visión de los potenciales clientes.
La parte fundamental del prejuicio explica Cort Rudolph, autor del estudio, es que la gente tiende a asociar, aunque no sea en forma consciente, la imagen de una persona gorda con pereza o incompetencia. También se asocia con descontrol y falta de disciplina. Aunque por supuesto nada de esto es cierto, aclara Rudolph.
Una consecuencia importante de este prejuicio es que termina siendo adoptado por la persona misma, quien siente disminuida su capacidad de cumplir metas.
Es muy importante que la gente comience a desterrar este prejuicio que no resulta beneficiosos para nadie. Tendiendo en cuenta que la obesidad esta en aumento en los Estados Unidos, si el prejuicio se mantiene vamos a tener un serio problema entre los próximos 30 y 40 años, concluye Rudolph,
Vía | PsycPort
Recuperar la autoestima

Vivimos en una sociedad tristemente interesada, frívola, en la que cada cual va a sus asuntos y en las que, en muy pocas ocasiones, tratamos de respetar a los demás, viviendo en un (si se me permite la redundancia) sin vivir completo lleno de ansiedad, estrés, y angustia.
En la adolescencia, con el paso de la niñez hacia la edad adulta, los jóvenes comienzan a desarrollar su propia personalidad, empezando a formar sus valores como persona, a adoptar la identidad que lo identificará plenamente ante los demás, y a forjar una autoestima que, a veces, puede verse dañada.
Tal y como ya hemos visto en otros momentos, la autoestima viene a ser el resultado de lo que cada cual piensa de él mismo, pero también de las diferentes influencias que, sobre ella, han ejercicio no sólo sus padres, sino también sus familiares, amigos, y en definitiva aquellas personas relativamente cercanas.
La preocupación por el físico, el agradar o no a los demás, el mostrarse simpático o incluso de una forma totalmente distinta a como en realidad es puede ser una de las cuestiones más destacables de lo que se vendría a denominar como una autoestima débil: aquella en la que el sujeto tiende siempre a necesitar de la opinión y el agrado de los demás para sentirse bien y satisfecho consigo mismo.
Ante la más mínima opinión negativa sobre su cuerpo, o sobre su propia valía (por ejemplo como estudiante), puede motivar que el adolescente se sienta rechazado, comenzando un periodo de declive emocional que puede provocar que su propia autoestima se vea aún más dañada.
Para recuperar la autoestima, como hemos defendido en muchas ocasiones desde De Psicología, es vital confiar en uno mismo, queriéndonos tal y como somos, y, sobretodo, aceptarnos tal cual somos; porque a fin de cuentas, nadie nos querrá tanto o más como nos podemos querer a nosotros mismos.
Imagen | Flickr (Autora: Allejandra)
Autoestima, ¿qué es?

Para la psicología la autoestima es la opinión emocional que una persona tiene de sí misma. Esa opinión va más allá de lo racional y lo lógico. Otra forma de expresar lo que es la autoestima es el amor que sentimos por nosotros mismos.
Un ejemplo de lo que puede pensar una persona de sí misma, en relación a la autoestima, es “soy competente”, “soy un incompetente”, “soy muy competente”, dependiendo de cuan alta o baja sea la autoestima.
Según se opina en la psicología, la autoestima es algo característico de la personalidad de la persona, y que dura toda la vida, si bien el comportamiento puede llegar a afectar la autoestima.
La autoestima puede aplicarse a algo particular, como por ejemplo decir “creo que soy bueno escribiendo”, o aplicarse a algo general, como “creo que soy una buena persona”.
El término tiene mucha historia, más historia que la psicología en sí, su uso más reciente es en el siglo 19, dentro de la frenología. En la psicología entró en la corriente estadounidense, también en el siglo 19. Desde aquellos tiempos se han escrito miles y miles de artículos, capítulos y libros sobre el tema. Hoy en día es uno de los temas más frecuentes.
Dada la larga historia del término autoestima, hay tres definiciones tipo en el campo de la psicología.
La definición original de 1890 presentaba a la autoestima como un promedio entre los éxitos logrados y las pretensiones que uno tenía, o sea cuanto se logra y cuanto se falla.
Ya en los años 60, Morris Rosenberg la definió como un sentido estable de la valoración personal. Esta definición fue la más usada en investigación, pero tenía el problema de los límites de la misma, ya que la autoestima no era distinguible de el narcisismo o simple fanfarroneo.
Pero para 1969 Nathaniel Branden la definió como “la experiencia de ser competente para arreglárselas con los desafíos básicos de la vida y ser digno de la felicidad”. Una forma de lidiar con el problema de que sólo se estime el valor.
Efectos saludables de tener una buena autoestima

Tener una autoestima alta hace que la visión que tengamos de lo que nos rodea sea optima; también nos da la oportunidad de internarnos con buen ánimo en cada uno de los proyectos en los cuales nos embarquemos.
La exteriorización de poseer una alta autoestima se plasma en varios aspectos. Por un lado la persona tiene una visión realista de si mismo y de las capacidades que atesora; la visión que la persona tiene de si misma es positiva por lo cual no tiene que buscar la aprobación de los demás a la hora de tomar decisiones; las personas con una autoestima alta muestran sus emociones y sentimientos con total libertad.
Otro de los rasgos que podemos encontrar en las personas cuando tiene una alto concepto de si mismos es que las pruebas a las cuales nos somete la vida son llevadas a cabo con una visión positiva de los mismos lo cual permite asumir responsabilidades. Socialmente este tipo de personas valoran mucho la amistad y les encantan la relaciones sociales.
Uno de los mejores rasgos que tienen las personas con una autoestima alta es la de que tiene una buena tolerancia a la frustración; las pruebas no superadas les permiten aprender de sus errores. Son personas sumamente creativas y con ansias de innovar. También son perseverantes en sus objetivos y en las metas que tiene trazadas.
Una de las bases para tener una autoestima alta es convencerse que nuestro mejor amigo somos nosotros mismos y tener presente que nosotros somos lo prioritario. El asumir estos dos pensamientos nos llevará a aceptarnos como somos teniendo en cuenta que todos somos diferentes pero iguales.
Fuente: Psicoactiva | Imagen: Pink Sherbet Photography
La armadura que nos protege también nos limita

La infancia es crucial para lo que será nuestra vida posterior como adultos. Es en esta fase del desarrollo evolutivo en la cual aprendemos los mecanismos que nos permitirán adaptarnos a los retos que se nos van presentando. Un mecanismo de adaptación se puede definir como un ajuste que realizamos en nuestra personalidad aunque la mayor parte de ellos hemos aprendido a realizarlos en la infancia. Podríamos decir que estas adaptaciones son los esquemas que, aprendidos en nuestra infancia, pondremos en funcionamiento cuando a lo largo del resto de nuestra vida nos encontremos ante situaciones frustrantes, estresantes y ante las cuales decidimos actuar para afrontar las diversas situaciones con que nos encontramos en nuestra vida diaria.
Por ejemplo haber tenido un padre que era un maltratador adaptará al individuo hacia una situación en la cual el dolor físico no le hará mella. Esta adaptación puede provocar cuando el sujeto sea adulto una indiferencia total ante las relaciones afectivas, sean estas del tipo que fueren. Si por el contrario el panorama con el que se encuentra el niño es una familia desestructurada puede provocar en el niño que se enmascare en cualquier situación con un antifaz de indiferencia para intentar lograr que las turbulencias familiares no recaigan sobre él. Situaciones constantemente impredecibles en la infancia pueden provocar que el niño convertido ya en adulto intente rodearse de un entorno en el cual prácticamente no se produzcan cambios.
Aunque estos mecanismos defensivos que hemos aprendido en la infancia para solventar los momentos difíciles pueden ser útiles en nuestra vida adulta la mas de las veces se convierten en elementos fijos de nuestra personalidad que lo único que provocan es que no podamos crecer como seres humanos en plenitud. La mayor parte de las personas, llegadas un determinado momento evolutivo prácticamente renuncian a seguir adaptándose a las nuevas realidades y su vida se convierte en algo monótono. Esas primeras adaptaciones en la niñez se van fijando en la adolescencia y en la primera juventud y finalmente se convierten en una auténtica coraza a través de cuyo yelmo el adulto interactúa con la realidad que le rodea. Si bien es cierto que este comportamiento también es adaptativo renunciar a las nuevas experiencias es una asunción de negarse a seguir creciendo como ser humano.
Fuente: Psychology
Temor a la intimidad en la pareja

Una de las bases, de las más firmes, dentro de la vida en pareja es la intimidad y la complicidad que se produce entre ambos miembros de la pareja. Desgraciadamente muchas personas tienen miedo a llegar a esa intimidad cuando se encuentran manteniendo una relación de pareja.
Normalmente ese miedo a la intimidad no es algo consciente, sino que lo que se interpone entre la persona y la intimidad y complicidad con su pareja son profundas barreras emocionales que se han ido gestando a lo largo de la biografía de la persona. Uno de los rasgos más habituales consiste en no mostrar nuestro propio yo, y muchas veces la causa ha sido que cuando la persona lo ha mostrado ha sido herido emocionalmente.
Aquellas personas que han crecido en ambientes emocional y socialmente cerrados tienen más posibilidades de tener este problema. Aunque todos hemos sido heridos emocionalmente alguna vez, o diariamente hay situaciones en la cual producen ese tipo de comportamientos, las personas con miedo a la intimidad en la pareja lo fueron de una manera superlativa.
Otro de los rasgos que van a determinar la implicación emocional de la persona en una relación de pareja proviene de un rasgo biológico que es innato en todos nosotros, como es el nivel de introversión y extroversión. De mismo modo aquellas personas están sufriendo cuadros ansiosos o depresivos también suelen tener muchas dificultades para implicarse a fondo emocionalmente en una relación de pareja.
Es conveniente distinguir entre el miedo a la intimidad y el miedo al compromiso. Desgraciadamente se dan muchos casos en los cuales hay compromiso, en forma de matrimonio, pero ninguno de los dos conyugues se conocen emocional, intelectual ni espiritualmente.
Fuente: Suite 101
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