Lo único que se puede hacer para generar genuina confianza es ser sincero, porque la sinceridad es la base y el sostén de una pareja, o sea mostrarse como uno es, sin máscaras y no con intenciones de ser otro para no arriesgarse a que lo conozcan.
No se puede estar representando un papel toda la vida porque en algún momento surgirá la persona real, tal cual es.
El que engaña al otro pretende vivir dos vidas y tener dos caras; por un lado asegurarse una pareja estable que lo ame y le sea fiel y por otro a alguien descartable, capaz de vivir de las migajas de otro, o muchas veces sin conocer la verdad, con la ilusión de ser la única.
¿Por qué engañan los hombres?, porque son varones y ellos están para la conquista, el juego y el trabajo, porque necesitan sentirse más hombres, tener la oportunidad de arriesgarse y excitarse con el peligro y porque tienen miedo de enfrentar la vejez.
¿Por qué engañan las mujeres?, porque están aburridas o porque no están bien atendidas por su pareja, porque quieren darle celos, porque temen envejecer.
Las emociones no todos las pueden controlar, pero sí se puede cuidar la conducta y ser discreto, porque ojos que no ven corazón que no siente y querer mantener el secreto significa que la otra persona algo les importa.
Los entusiasmos pasajeros son riesgos que se corren que pueden amenazar la relación de toda una vida y destruir una familia y no siempre son tan inocentes porque hay personas que esa relación la pueden tomar muy en serio y tornarse demandantes.
Hay personas que engañan a sus actuales parejas con relaciones anteriores, con las que tuvieron que romper porque las hacían sufrir.
De pronto, se acuerdan nada más que de lo bueno y les parece que cometieron un error en separarse, que es la persona de su vida y arriesgan perder a su nueva pareja con la que hasta ese momento eran felices.
Algunas de ellas resuelven seguir con las dos a la vez, por las dudas, sin saber que la infidelidad es muy difícil de ocultar, porque se intuye y también se huele; pero engañar para disfrutar lo mejor que puede brindar cada una es un juego peligroso que suele terminar mal y a veces de manera trágica.
Casi siempre no se trata de un sentimiento genuino el que las atrae, ni tampoco la nostalgia de otros tiempos, sino la novedad, salir de la rutina, volver a sentirse excitadas y deseadas.
Sin embargo, es más fácil ser sincero que mentiroso, porque el que miente tiene que seguir mintiendo en forma permanente para seguir construyendo ese mundo imaginario inventado que difícilmente se sostiene y que lo esclaviza; y el que dice siempre la verdad es libre.
Las personas que no son sinceras difícilmente cambian, porque es su forma de pensar y de vivir, y con los años ese defecto se agudiza.
Las parejas tampoco tienen que durar forzosamente a pesar de todo, porque se puede perder la integridad y la dignidad.
La sinceridad ayuda a que las parejas tengan una oportunidad de sobrevivir, manteniendo un diálogo permanente, para resolver las cuestiones que no se pueden admitir o aceptar, porque las caras largas o las peleas no son elocuentes y pueden significar muchas cosas.
La infidelidad se transmite de padres a hijos, porque se aprende a ser infiel, a beneficiarse traicionando la buena fe, a jugar sucio.
Fuente http://psicologia.laguia2000.com
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Citas Rápidas - Speed Dating
Cada vez hay más hombres y mujeres entre veinte y cincuenta años que se atreven a encontrar pareja a través de agencias que se dedican al servicio de citas rápidas o sepeed dating.
Este sistema de encuentros no es individual sino grupal y suele funcionar en un ambiente público, que tenga un clima informal y relajado, como un bar, que disponga del lugar adecuado.
El hecho de que todos tengan el mismo objetivo y estén en la misma búsqueda, hace que los concurrentes a estas reuniones se sientan mutuamente apoyados.
Es una convocatoria que llega a agrupar más de veinte personas, y que se realiza todas las semanas, en general de lunes a domingo, en una confitería que cuente con las suficientes mesas, por donde irán desfilando los hombres, mientras las mujeres permanecen una en cada mesa, esperándolos.
De esta manera, cada mujer u hombre, que debe permanecer anónimo, tiene la oportunidad de conocer por lo menos a diez posibles parejas y elegir entre ellas la que considere más adecuada; después de una breve conversación que puede durar hasta diez minutos.
Aunque resulte difícil de creer, es posible que alguno de los concurrentes a estas reuniones logre encontrar a alguien que le agrade lo suficiente como para estar dispuesto a volver a verlo en otra cita.
Los expertos en este negocio consideran que lo que influye principalmente en estos encuentros es en primer lugar la atracción física y luego la empatía, o sea la capacidad de comunicarse, comprenderse y conectarse emocionalmente en forma espontánea.
Este tipo de agencias no exige ninguna estructura porque se realizan en lugares públicos, contratados de antemano a cambio de concurrencia y consumo.
Es un sistema que tuvo su origen en Los Ángeles, California, en la década de los años noventa, ideado por el rabino Yaacov Devo, con la intención de fomentar los matrimonios en la comunidad ortodoxa judía, con tanto éxito que pronto comenzó a implementarse en distintas ciudades del mundo, incluso en Argentina, donde funcionan distintas propuestas desde 2008.
Las personas interesadas, se pueden anotar en Internet, en los lugares que ofrecen este tipo de servicio, en forma gratuita o mediante el pago de un importe accesible, que posiblemente no sea el único.
Como todas las cosas, a algunos, este sistema no les servirá, como por ejemplo a aquellos que tienen dificultades para comunicarse, o son muy tímidos o que son muy sensibles al rechazo, ya que un encuentro no garantiza que en todos los casos haya coincidencia y se consiga una segunda cita.
Por otro lado, es un negocio que se presta al engaño, porque no siempre los organizadores consiguen la gente que necesitan y generalmente tienen que recurrir a personas contratadas para llenar los huecos, que pueden estar presentes pero que en realidad están actuando y no son candidatos reales.
Los organizadores de estos eventos generalmente son personas especializadas en relaciones públicas o en ciencias sociales, o bien gente con capacidad suficiente de empatía como para coordinar grupos, brindar información y mantener el interés de los concurrentes, evitando que se sientan incómodos o que pierdan el entusiasmo.
Los resultados obtenidos por las personas que recurrieron a este sistema para conocer una pareja, son dispares. Existen quienes lograron una relación estable y también quienes sólo consiguieron una pareja ocasional que no prosperó en el tiempo; otros que advirtieron que algunos de los presentes, principalmente hombres, eran contratados para hacer número y además están los que prefieren olvidar esa experiencia porque les resultó embarazosa y patética.
Sin embargo, en una ciudad grande, donde lo que impera es el anonimato y donde ingresar en un grupo que no sea familiar, laboral o educacional, es difícil, estas propuestas no deben ser desestimadas, aún cuando se presten al engaño, que se podría considerar parte del decorado, ya que también concurre gente con genuinos deseos de encontrar una pareja estable, que podría llegar a convertirse en el “hombre o la mujer de tu vida”.
Fuente: “LNR”; “Tendencias”; “Flechazo se busca”; Gabriela Cicero.
Este sistema de encuentros no es individual sino grupal y suele funcionar en un ambiente público, que tenga un clima informal y relajado, como un bar, que disponga del lugar adecuado.
El hecho de que todos tengan el mismo objetivo y estén en la misma búsqueda, hace que los concurrentes a estas reuniones se sientan mutuamente apoyados.
Es una convocatoria que llega a agrupar más de veinte personas, y que se realiza todas las semanas, en general de lunes a domingo, en una confitería que cuente con las suficientes mesas, por donde irán desfilando los hombres, mientras las mujeres permanecen una en cada mesa, esperándolos.
De esta manera, cada mujer u hombre, que debe permanecer anónimo, tiene la oportunidad de conocer por lo menos a diez posibles parejas y elegir entre ellas la que considere más adecuada; después de una breve conversación que puede durar hasta diez minutos.
Aunque resulte difícil de creer, es posible que alguno de los concurrentes a estas reuniones logre encontrar a alguien que le agrade lo suficiente como para estar dispuesto a volver a verlo en otra cita.
Los expertos en este negocio consideran que lo que influye principalmente en estos encuentros es en primer lugar la atracción física y luego la empatía, o sea la capacidad de comunicarse, comprenderse y conectarse emocionalmente en forma espontánea.
Este tipo de agencias no exige ninguna estructura porque se realizan en lugares públicos, contratados de antemano a cambio de concurrencia y consumo.
Es un sistema que tuvo su origen en Los Ángeles, California, en la década de los años noventa, ideado por el rabino Yaacov Devo, con la intención de fomentar los matrimonios en la comunidad ortodoxa judía, con tanto éxito que pronto comenzó a implementarse en distintas ciudades del mundo, incluso en Argentina, donde funcionan distintas propuestas desde 2008.
Las personas interesadas, se pueden anotar en Internet, en los lugares que ofrecen este tipo de servicio, en forma gratuita o mediante el pago de un importe accesible, que posiblemente no sea el único.
Como todas las cosas, a algunos, este sistema no les servirá, como por ejemplo a aquellos que tienen dificultades para comunicarse, o son muy tímidos o que son muy sensibles al rechazo, ya que un encuentro no garantiza que en todos los casos haya coincidencia y se consiga una segunda cita.
Por otro lado, es un negocio que se presta al engaño, porque no siempre los organizadores consiguen la gente que necesitan y generalmente tienen que recurrir a personas contratadas para llenar los huecos, que pueden estar presentes pero que en realidad están actuando y no son candidatos reales.
Los organizadores de estos eventos generalmente son personas especializadas en relaciones públicas o en ciencias sociales, o bien gente con capacidad suficiente de empatía como para coordinar grupos, brindar información y mantener el interés de los concurrentes, evitando que se sientan incómodos o que pierdan el entusiasmo.
Los resultados obtenidos por las personas que recurrieron a este sistema para conocer una pareja, son dispares. Existen quienes lograron una relación estable y también quienes sólo consiguieron una pareja ocasional que no prosperó en el tiempo; otros que advirtieron que algunos de los presentes, principalmente hombres, eran contratados para hacer número y además están los que prefieren olvidar esa experiencia porque les resultó embarazosa y patética.
Sin embargo, en una ciudad grande, donde lo que impera es el anonimato y donde ingresar en un grupo que no sea familiar, laboral o educacional, es difícil, estas propuestas no deben ser desestimadas, aún cuando se presten al engaño, que se podría considerar parte del decorado, ya que también concurre gente con genuinos deseos de encontrar una pareja estable, que podría llegar a convertirse en el “hombre o la mujer de tu vida”.
Fuente: “LNR”; “Tendencias”; “Flechazo se busca”; Gabriela Cicero.
Por que no encuentro pareja ?
En primer lugar es necesario saber que esta no es sólo una dificultad que tienen las mujeres, sino que es un problema que también afecta a los hombres.
Encontrar una pareja ocasional, que dure apenas pocos días y alguna noche, tal vez sea fácil para cualquiera, pero un encuentro con alguien que resulte significativo para quien ya no soporta su soledad, puede ser para muchos una tarea complicada. Sin embargo, el amor, al igual que la verdad, tiene que ser simple y sencillo.
Aunque muchos se empeñen en pensar que ya no hay más hombres ni más mujeres dispuestos a entablar una relación estable, siempre hay alguien que los está esperando, porque es probable que sean ellos mismos los que los ahuyentan con sus miedos, su indecisión o sus dudas.
Hay razones personales conscientes o inconscientes que impide a las personas relacionarse afectivamente, aunque crean que son los otros los que no reparan en ellas o que las rechazan.
Toda relación deja una huella que a veces no es difícil borrar por muchos años, y el temor a volver a vivir una experiencia igual puede llegar a inhibir al intentar acercarse a alguien.
Cuando las relaciones terminan abruptamente apenas se iniciaron, es una señal para comenzar a pensar si la verdad de esa situación se debe a que la están boicoteando.
Es difícil aprender a confiar cuando se han vivido muchas frustraciones, pero es necesario, porque sólo la confianza, principalmente en sí mismo, hace que se pueda iniciar un vínculo a largo plazo.
No es recomendable entregarse por entero a alguien, hasta por lo menos conocerlo un poco. Es mejor darse tiempo, pensando no sólo con el corazón sino también con la razón; teniendo en cuenta que el amor es muy importante, pero también lo es todo lo demás de esa posible pareja, que no es poco.
El amor a una pareja es una parte importante de la vida, tal vez la más importante, pero también es importante el amor que tenemos por nuestro trabajo, por nuestra familia o por nuestras relaciones.
Alienarse en el amor, o sea irse de boca sólo para sentir mariposas en el estómago y tener que abandonarlo todo, brindará solamente el placer de un momento, el resto del tiempo se tendrá que vivir la vida de otro, sufrir la humillación de no ser valorados por lo que son y con la frustración de haber tenido que renunciar a sí mismos.
A veces se puede resignar algo en función del bienestar y la armonía de la pareja, pero hay cosas que le dan sentido a la existencia a las que no se puede ni se debe renunciar nunca.
Muchos desean tener una pareja pero también están cómodos solos, y ese deseo tibio junto a su indecisión no alcanzan para crear las condiciones para lograrlo.
La mayoría le teme al fracaso, otros son tímidos, están quienes no pueden renunciar a su ideal y también los que no son capaces de cambiar algún aspecto de su realidad cotidiana, ya que no es lo mismo estar en pareja que solos.
Todos pretenden tener a alguien a quien amar y ser amados pero hay muchos que inconscientemente evitan el compromiso de involucrarse en una relación y cuando se da la oportunidad buscan excusas y miran para otro lado.
Encontrar una pareja tiene que ser algo espontáneo y relajado, sin especular de antemano, viviendo el momento y observando a la vez a la persona sin que la ansiedad le reste posibilidades.
Hay que tener en cuenta que cuando le están echando la culpa a los otros por estar solos, es posible que exista algún conflicto interno sin resolver que no desean hacer consciente.
Puede que tengan que pasar por varias experiencias que no prosperen hasta encontrar a la persona indicada, pero estos desencuentros previos no tienen por qué generar emociones de frustración, porque se trata de un ejercicio necesario y saludable que va a influir en su futuro y que vale la pena tolerar.
Los fracasos enseñan, pero muchas veces también brindan la oportunidad de liberarse de relaciones enfermas.
Fuente: http://psicologia.laguia2000.com
Encontrar una pareja ocasional, que dure apenas pocos días y alguna noche, tal vez sea fácil para cualquiera, pero un encuentro con alguien que resulte significativo para quien ya no soporta su soledad, puede ser para muchos una tarea complicada. Sin embargo, el amor, al igual que la verdad, tiene que ser simple y sencillo.
Aunque muchos se empeñen en pensar que ya no hay más hombres ni más mujeres dispuestos a entablar una relación estable, siempre hay alguien que los está esperando, porque es probable que sean ellos mismos los que los ahuyentan con sus miedos, su indecisión o sus dudas.
Hay razones personales conscientes o inconscientes que impide a las personas relacionarse afectivamente, aunque crean que son los otros los que no reparan en ellas o que las rechazan.
Toda relación deja una huella que a veces no es difícil borrar por muchos años, y el temor a volver a vivir una experiencia igual puede llegar a inhibir al intentar acercarse a alguien.
Cuando las relaciones terminan abruptamente apenas se iniciaron, es una señal para comenzar a pensar si la verdad de esa situación se debe a que la están boicoteando.
Es difícil aprender a confiar cuando se han vivido muchas frustraciones, pero es necesario, porque sólo la confianza, principalmente en sí mismo, hace que se pueda iniciar un vínculo a largo plazo.
No es recomendable entregarse por entero a alguien, hasta por lo menos conocerlo un poco. Es mejor darse tiempo, pensando no sólo con el corazón sino también con la razón; teniendo en cuenta que el amor es muy importante, pero también lo es todo lo demás de esa posible pareja, que no es poco.
El amor a una pareja es una parte importante de la vida, tal vez la más importante, pero también es importante el amor que tenemos por nuestro trabajo, por nuestra familia o por nuestras relaciones.
Alienarse en el amor, o sea irse de boca sólo para sentir mariposas en el estómago y tener que abandonarlo todo, brindará solamente el placer de un momento, el resto del tiempo se tendrá que vivir la vida de otro, sufrir la humillación de no ser valorados por lo que son y con la frustración de haber tenido que renunciar a sí mismos.
A veces se puede resignar algo en función del bienestar y la armonía de la pareja, pero hay cosas que le dan sentido a la existencia a las que no se puede ni se debe renunciar nunca.
Muchos desean tener una pareja pero también están cómodos solos, y ese deseo tibio junto a su indecisión no alcanzan para crear las condiciones para lograrlo.
La mayoría le teme al fracaso, otros son tímidos, están quienes no pueden renunciar a su ideal y también los que no son capaces de cambiar algún aspecto de su realidad cotidiana, ya que no es lo mismo estar en pareja que solos.
Todos pretenden tener a alguien a quien amar y ser amados pero hay muchos que inconscientemente evitan el compromiso de involucrarse en una relación y cuando se da la oportunidad buscan excusas y miran para otro lado.
Encontrar una pareja tiene que ser algo espontáneo y relajado, sin especular de antemano, viviendo el momento y observando a la vez a la persona sin que la ansiedad le reste posibilidades.
Hay que tener en cuenta que cuando le están echando la culpa a los otros por estar solos, es posible que exista algún conflicto interno sin resolver que no desean hacer consciente.
Puede que tengan que pasar por varias experiencias que no prosperen hasta encontrar a la persona indicada, pero estos desencuentros previos no tienen por qué generar emociones de frustración, porque se trata de un ejercicio necesario y saludable que va a influir en su futuro y que vale la pena tolerar.
Los fracasos enseñan, pero muchas veces también brindan la oportunidad de liberarse de relaciones enfermas.
Fuente: http://psicologia.laguia2000.com
Los hijos de tu pareja

Los hijos de tu pareja
¿Cómo desempeñar un rol equilibrado y saludable? ¿Qué dice y qué hace el padre de los niños para consolidar un lugar sólido para su nueva pareja? Si comienzas a convivir con un hombre y sus hijos, es el momento de hacerte algunas preguntas. ¿Estás dispuesta a ser fiel a ti misma? ¿O tal vez tu primer impulso es agradar a los demás para conquistarlos desde el comienzo? Cuidado. Estos primeros tiempos son muy importantes, y lo que siembres ahora es lo que cosecharás después. Los niños son capaces de percibir la honestidad y el verdadero cariño, aun desde el principio. Es mejor ser sincera, dar lo que salga de tu corazón, y no prometer lo que no puedas cumplir. No importa si su mamá biológica era o es de esta o aquella forma...
Es importante que todos entiendan, incluida tú, que no has venido a reemplazarla. Que tú eres tú, y mereces una oportunidad de que te conozcan tal cual eres.
El poder de la vida
Si tú también tienes niños de una anterior relación, quizá sea más sencillo. El vínculo biológico estará allí para recordar siempre cuál es la real situación. Pero esto no quiere decir que debas hacer diferencias en tus cuidados y tu preocupación por su bienestar. En absoluto, sólo reserva algunos detalles y ciertos temas para que sean resueltos por la mamá biológica de tus "nuevos amiguitos". Nunca interfieras en esa relación, ya que irías en contra del inmenso poder de la vida. Es muy importante que hables de esto con tu pareja, ya que ambos tienen que establecer algunos puntos de acuerdo. Él debe mostrarles también cuál es el lugar que te da y que tú tomas.
Aprende de ellos
Si crees que estás ante una empresa en la que no tendrás maestros, estás equivocada. Mira cómo los niños son capaces de querer, más allá de cuál sea el título que le pongas al vínculo. Ellos son sinceros y no suelen hacer cálculos. Sólo pretenden ser amados y están dispuestos a brindarse por enteros cuando presienten que el otro es honesto. Por supuesto que no será fácil, y que muchos problemas surgirán a diario. Pero aprende de ellos, que están dispuestos a olvidar pronto el enojo para volver a sonreír. ¡Juégate por entero! Si todos ponen su mejor capital, esta nueva empresa no puede fracasar.
Psicoterapia de pareja

Toda pareja sella su relación por medio de acuerdos y pactos inconscientes, que pueden llevar a un desarrollo de la pareja o, por lo contrario, pueden producir absolutas repeticiones de modelos primitivos.
Algunas parejas repiten ciegamente, sin dejar lugar a la creatividad, necesaria en todo vínculo saludable. La repetición exagerada se produce por duelos no elaborados, secretos familiares u otras situaciones del pasado que se instalan en el vínculo presente y causan sufrimiento.
La psicoterapia de pareja puede brindar el espacio para que "el niño herido" se exprese y se calme, y para que de ahí en más pueda volver al presente a reencontrarse y crecer en conjunto.
Uno de los objetivos de la psicoterapia de pareja, es que se produzca el encuentro entre las dos personas en conflicto. Para eso, cada uno debe conectarse con lo que siente y no quedar "enganchado" con hablar del otro. Lo más común es actuar como jueces y pretender que sea el otro el que cambie.
La causalidad suele así ser circular: cada uno adjudica al otro las claves de su sufrimiento. Con la ayuda de un profesional, es posible que se genere una apertura, donde cada uno muestre sus necesidades y, sobre todo, tome conciencia de su parte en el conflicto, saliendo del rol de víctima “pobrecito yo”.
El noviazgo y el matrimonio son un terreno propicio para la emergencia de viejas heridas que llevamos dentro y que generalmente, no aparecen antes de estar en pareja. Dolores no expresados en la infancia (el niño herido), salen a la luz en nuestras reacciones cotidianas frente a la pareja actual e impiden una verdadera relación íntima con el otro.
En muchas ocasiones, los dos integrantes de la pareja están reclamando a su padre o madre desde su propia escena infantil.
Salir de los estereotipos que se repiten inconscientemente y dejar de acusar al cónyuge de todo lo malo, implica abrirse al conocimiento de sí mismo y del otro con sus diferencias (ya no está el otro idealizado de la etapa del enamoramiento).
Posibilitar el encuentro inédito entre los dos y animarse a transitar un nuevo terreno de desarrollo potencial. Ese es el desafío para muchas parejas en crisis, que aprovechan las mismas como lo que realmente son: una posibilidad de cambio y crecimiento.
¿Son importantes las caricias?

Las caricias son indispensables para la subsistencia y el bienestar psicológico, son algo así como el alimento que nutre nuestra vida emocional y afectiva.
Cuando faltan en grados extremos al comienzo de la vida, aparece un fenómeno fatal denominado marasmo, que lleva a la muerte del sujeto provocada por la carencia afectiva.
La necesidad de reconocimiento persiste durante toda la vida, si bien hay un punto que marca una diferencia fundamental entre niños y adultos. Los niños sólo pueden recibirlo de su medio, en principio el familiar y luego el escolar y el grupo de pares. Los adultos por su parte pueden auto-suministrarse caricias cuando no las obtienen del entorno, pueden -por ejemplo- decirse a sí mismos que son buenas personas. Lo óptimo, más allá de la edad, es poder dar y recibir caricias adecuadas en un intercambio equilibrado con el ambiente.
Hay varios tipos de caricias, que se clasifican según cuatro criterios:
1. Por su influencia en el bienestar: adecuadas o inadecuadas
2. Por la emoción que invitan a sentir: positivas o negativas
3. Por los requerimientos para darlas o recibirlas: condicionales o incondicionales
4. Por el medio de transmisión: físicas, verbales, gestuales o escritas
Estas a su vez pueden combinarse entre sí.
Existen diversos prejuicios negativos en torno a este tema, siendo común encontrar gente que no considera adecuado dar, aceptar y pedir caricias positivas y rechazar las negativas. En realidad estos prejuicios no tienen fundamento que los sustente, siendo lo óptimo para el bienestar psicológico dar, aceptar, pedir y darse caricias positivas y rechazar las negativas.
Las caricias son tan importantes para los seres humanos que cuando no tenemos caricias positivas podemos buscar negativas, ya que esto es preferible a la ausencia de las mismas, lo que sería homologable a la falta de reconocimiento.
Es un ejercicio aconsejable detectar nuestras principales fuentes de caricias. Para esto deberá pensar en las personas más allegadas que suelen suministrarle reconocimiento y afecto.
1. Ubique por orden de importancia a las tres personas que actualmente son su principal fuente de caricias.
2. Piense si la relación es recíproca, es decir, si recibe en una medida similar a la que da
3. Imagine que pierde la primer fuente de caricias (la persona que ocupa el primer lugar en su lista) ¿Cómo la reemplazaría? ¿Y si faltaran también las otras?
Es importante tener varias fuentes de caricias positivas y darlas es el camino más directo y seguro para conseguirlas. Si usted realizó el ejercicio, entonces tiene un motivo para darse una caricia positiva, y felicítese por haber invertido su tiempo en su propio bienestar y crecimiento personal.
Ruptura de pareja: ¿aferrado a tu ex?

Superar una ruptura emocional no es tarea sencilla, pero hay algunas claves que se pueden tener en cuenta para poder hacer más llevadera la situación y lograr no obsesionarse con una relación que se ha quebrado.
Consejos en caso de ruptura de pareja
- Si se ha tomado la decisión de terminar la relación, es normal que por un tiempo se piense en la persona que ha estado presente tal vez durante varios años, pero hay que ser fuerte y seguir sosteniendo la situación por más que la tristeza sea el sentimiento que más describa el estado de ánimo. Más adelante, esta constancia dará sus ventajas.
- Hay que ser racional y pensar que algo mejor deparará el destino. Pensar en alguien que no vale la pena es perder el tiempo.
- Realizar algún deporte o tener alguna actividad que distraiga el pensamiento es la mejor ayuda para no pensar en la ex pareja.
- No es buen momento para estar solo. Hacer planes con amigos o familiares es una muy buena alternativa para no aferrarse a un recuerdo que ya no está.
- Recuperar la autoestima es la clave para comenzar de nuevo de manera sana. Si no se puede superar sola este momento, buscar ayuda profesional o asistir a grupos de autoayuda en donde gente con un problema similar pueda dar su testimonio ayuda a sentirse comprendida y acompañada.
- Hay que aceptar los sentimientos, pero sin dejarse dominar por ellos. Tener la mente clara a pesar del dolor y frustración que provocan una ruptura es vital para estar centrada para lograr una recuperación.
- Sentir culpa sobre lo que no funcionó hará que no se deje el recuerdo del ex en el pasado.
- Intentar replantearse las prioridades que se tengan. Si no se está conforme con el trabajo, con ciertas actitudes de la personalidad o del físico, es buen momento para intentar un cambio e innovar. Todo esto será positivo y ayudará a recuperar la autoestima perdida.
Muchas relaciones de pareja son complejas. “Hay veces en que el vínculo afectivo es muy grande, pero los dos miembros de la pareja saben que la relación ya no funciona.
Deciden alejarse, pero al tiempo intentan de nuevo estar juntos y tampoco funciona.
Esta reincidencia a veces da resultados porque hay amor y ambos ponen de su parte para que todo vaya mejor, pero no es lo que lamentablemente ocurre en la mayoría de los casos. No siempre las segundas oportunidades son benéficas y volver a fracasar erosiona mucho más la autoestima de ambos.
Hay que ser muy cuidadoso y analizar por qué han decidido separarse y seguir manteniendo la idea aunque sea dolorosa y difícil por el bien del futuro de ambos”, sostiene la psicóloga uruguaya Mayte Formoso.
Cuando las mujeres dicen que han pasado una buena noche

Existen mujeres que aseguran que una buena noche de sexo depende más que nada de la preparación anterior. Es decir, un buen vino, una buena comida, y la intención y la actitud de complacer al otro bastan. Luego, sólo hay que dejarse llevar.
Otras dicen que lo que prefieren es un hombre que sepa hacerse cargo de la situación. Así como en el tango, donde el hombre guía a la mujer para que ella se luzca. Es decir, el hombre debe saber ser firme pero sin dejar de ser un caballero, hacer que la mujer se sienta más mujer pero sin dejar que ella tome el control. La lucha escondida de poder parece ser algo divertido.
Muchas mujeres juzgan una buena noche de sexo a partir de cuánto ellos se han esforzado en complacerla. Es necesario un trabajo previo, por así decirlo. Besos en la oreja y en la nuca, besos por todas partes, susurros, suspiros y caricias. Todo lo que parece accesorio es lo que en realidad hace la diferencia de una buena noche de sexo con otra que se prefiere olvidar.
A decir verdad, no sólo depende de qué mujer se trate sino también de en qué momento se encuentren . Una misma mujer puede querer una cosa un día pero de seguro, al día siguiente, pretenderá otra cosa distinta. Un día amabilidad y delicadeza, al día siguiente arrancar las ropas y hacerlo sobre la mesada de la cocina. Sí, nunca puede saberse lo que ellas quieren.
Hacerse desear, esa parece ser otras de las claves. Muchos dicen que la histeria es lo que hace girar al mundo y esto es aplicable al sexo. Caricias y besos que excitan hasta lo insoportable y aún así esperar un poco más antes de entrar en el sexo propiamente dicho. Es el juego de quién espera más, quién puede resistir más tiempo. Parece ser que es una buena herramienta para asegurarse una mujer satisfecha al terminar la noche. También es posible que ella se aburra y se vaya. Siempre hay que correr riesgos.
Ser espontáneo. El mejor sexo llega cuando menos se lo espera. Cuando los dos están excitados sin otra razón que estar uno cerca del otro, y no esperar hasta llegar al cuarto sino hacerlo ahí mismo.
Saber interpretar el ritmo. Para muchas mujeres, gran parte de llegar a un orgasmo depende del ritmo. Comenzar de forma lenta y suave y luego acelerar e intensificar. Se debe sentir a la pareja, interpretar lo que la pareja necesita en el momento preciso. Muchas mujeres se quejan del sexo automatizado, como una máquina. Es necesario que los hombres estén atentos y con todos sus sentidos alertas para los cambios de ritmos, posiciones y sensibilidades.
También hay que decir que muchas mujeres no se animan a decir lo que las hace sentir mejor, y muchas veces es difícil para los hombres adivinarlo. Un par de palabras o un pequeño movimiento de la mano pueden hacer toda la diferencia.
Conclusión
La conclusión que se puede sacar de todo esto es que no existen dos mujeres iguales que le satisfagan exactamente las mismas cosas.
La solución: perder los miedos, despojarse de los tabúes y mucho diálogo.
Preguntar qué es lo que más le gusta, probar cosas nuevas, experimentar y, sobre todo, intentar complacerla.
Y cuidarla
¿Por qué se acaba el amor? ...Sepamos cuáles son los factores de riesgo

A juicio de la sicóloga Pilar Sordo, luego de un tiempo de estar juntos, algunas parejas comienzan a descuidar esos detalles pequeños que alimentan diariamente el amor. Dan por sentado que ese sentimiento sublime lo portan consigo y no hacen ningún esfuerzo por cuidarlo.
“¿Me amas?��?, pregunta la mujer a su marido, mientras prepara la cena.
El esposo, sin despejar los ojos de la TV, asiente con la cabeza.
La mujer vuelve a la carga y él contesta: “Si no te amara no estaría contigo��?…
Ella replica: “Entonces, ¿por qué no me lo dices más a menudo?…lo necesito…
El diálogo no es extraído de una película ni de una obra de teatro. Puede ser parte de una escena cualquiera de la vida cotidiana y refleja lo que pasa, cuando una pareja, imbuida en la rutina diaria, deja de detenerse en los detalles, en esas cosas sencillas que alimentan y enriquecen el amor.
Antes de casarse los novios se deshacen en atenciones. El llega con su mejor sonrisa, flores o chocolates a visitar a su amada, quien se ha preparado toda la tarde para verlo. Cuando suena el timbre la novia corre a arreglarse el pelo, a pintarse los labios o a echarse perfume. No deja nada librado al azar.
Cuando se casan, los matrimonios suelen mantener estas dinámicas durante el primer año, pero poco a poco los hábitos van cambiando, dejan de seducirse y la magia empieza a desaparecer. Las parejas dan por sentado que el amor está intacto y que no es necesario alimentarlo. He ahí el grave problema, porque ese sentimiento sublime termina por acabarse, asegura la sicóloga Pilar Sordo.
“La primera razón de que por qué se termina el amor, es porque no hay conciencia de que el amor es algo que se debe alimentar. Cuando se asume que el amor es un sentimiento que lo tengo en mí y, por ende, no lo debo cuidar, no se hace nada para protegerlo. No se logra entender que este sentimiento es como una planta que requiere alimentación y cuidado diario��?, sostiene la especialista.
Según la profesional esto le suele ocurrir más a los varones. “A los hombres les cuesta entender que el amor es algo cotidiano. Cuando logran el objetivo de que la mujer se enamore de ellos, de ahí para delante dejan de alimentarlo. La mujer es un poco más consciente de que debe cuidarlo��?, afirma
Necesidades emocionales
La otra causa comprobada que propicia que el amor llegue a su fin es cuando uno de los miembros de la pareja no tiene conciencia que debe satisfacer sus necesidades emocionales. Se las guarda, no las exterioriza y llega un minuto en que no puede más, revienta y el sentimiento se daña.
“Por harto tiempo algunas parejas no hablan de lo que necesitan y no les gusta, no reclaman. Entonces, cuando por alguna razón determinada se les colma la paciencia con el otro, esos detalles estallan y el amor es lo que primero que se resiente, porque hay mucha rabia acumulada��?, señala la sicóloga.
Agrega que la otra razón importante que gatilla el problema, es no entender en el seno de la pareja que el amor muta, cambia con el tiempo.
“Cuando no se entiende que el amor como sentimiento también se modifica con el tiempo, facilita que éste llegue a su fin. Las parejas atribuyen que dejaron de amar, porque
El secreto de las parejas exitosas

¿Satisfaces las necesidades emocionales de tu pareja?
Se suele decir que los matrimonios se hacen en el cielo, pero eventualmente, cada uno, en tiempo y forma, deberá bajar a tierra. La atmósfera de la luna de miel gradualmente disminuye, en intensidad y pasión, debido a otras prioridades que comienzan a demandar nuestra atención.
Esas miradas apasionadas, gradualmente son reemplazadas por ceños fruncidos. Las estrellas en sus ojos dejan de brillar con tanta fuerza, y los intentos de conversaciones íntimas son interrumpidos por los llantos del pequeño intruso.
Tú descubres, como casi toda pareja de casados ha descubierto en algún momento, que ese sentimiento conocido como “amor romántico” debe ser alimentado por un continuo proceso que consiste en encontrar las necesidades emocionales de cada integrante.
¿Qué es una necesidad emocional?
Una necesidad emocional es un deseo que cuando es satisfecho proporciona sentimientos de felicidad y plenitud extremos. Si este deseo no es satisfecho, puede generar infelicidad y frustración.
Se puede decir, en consecuencia, que cuando una pareja encuentra las necesidades más importantes de cada integrante, entonces éstos estarán tan felices y contenidos el uno por el otro, que lograrán experimentar el amor apasionado. La duración del amor o del enamoramiento, asimismo, está directamente relacionada a la satisfacción de estas necesidades emocionales.
Pero, lamentablemente, todos tenemos distintos tipos de necesidades emocionales, y aunque ambos integrantes tuvieran las mismas necesidades emocionales, las prioridades de cada uno pueden ser distintas.
Por ejemplo, el amor y el romance para la mayoría de los hombres son sexo y recreación; para la mayoría de las mujeres, en cambio, son afecto y conversaciones íntimas. Ahora, si un marido y su mujer se disponen a pasar juntos una noche de recreación, entonces la demostración intensa de afecto, acompañada de profunda conversación, conducirá naturalmente a la satisfacción sexual.
¿El resultado? Amor apasionado, dado que las necesidades emocionales más importantes de ambos están completamente saciadas.
Prolongar el enamoramiento
Cuando dos personas se enamoran, de verdad, ocurre que ambas encuentran en la otra una forma de satisfacer sus necesidades emocionales, y la única forma de permanecer enamorados, mucho después de la luna de miel, es seguir mimando esas necesidades emocionales.
El primer paso para toda pareja es identificar cuáles son las necesidades emocionales más importantes de ambos; aquellas que pueden hacer de ustedes las personas más felices y contenidas del mundo.
La mejor forma de hacerlo es sentarse, tomar una hoja de papel, y anotar lo que te gustaría que tu pareja haga y no haga, y aquello que crees te llevaría a la felicidad extrema. Una lista, de al menos cinco de tus necesidades emocionales más importante, ordenadas según orden de prioridad, será adecuado para comenzar. Cuando ambos hayan terminado, intercambien las hojas de papel.
Ahora que ambos saben lo que pueden hacer por el otro, en vistas de ser la pareja casada más feliz y contenida, sólo queda aprender a reconocer de modo eficiente las necesidades del otro.
El grado de pericia que ambos adquieran para encontrar las necesidades más importantes del otro podrá ser medida por la intensidad de la llama del amor y la pasión en tu matrimonio.
¿Por qué llegamos a esto? ...Infidelidad en la pareja

¿Por qué llegamos a esto? ...Infidelidad en la pareja
La rutina, el cansancio y el descuido de la relación de pareja pueden llevar tanto al hombre como a la mujer a involucrarse afectivamente con otra persona. Un estudio realizado hace cuatro años entre 272 parejas de Santiago detectó que el 60% de los varones había caído en la infidelidad.
Cuando una pareja de enamorados decide casarse o vivir juntos no se plantea ni remotamente la posibilidad de ser infieles algún día. Es que ello huele a deslealtad, a traición, a desamor y falta de respeto. Nada más alejado a lo que se siente, cuando se está formando una familia.
Pero el peligro siempre está latente y se cierne como una espada de Damocles sobre las parejas. Especialmente cuando éstas llevan varios años de relación y han sido invadidas por la rutina, el cansancio y las obligaciones domésticas.
Es importante remarcar que la infidelidad no es sólo la física, que consiste en el contacto sexual y afectivo con otra persona. Según el sicólogo Giorgio Agostini existe también la infidelidad del tipo emocional y platónica, y no es tan difícil caer en cualquiera de ellas.
Falta de interés
En el caso de las mujeres, cuyos sentimientos por lo general son más profundos e intensos, éstas pueden llegar a ser infieles cuando sienten que su cónyuge o pareja no les presta demasiada atención, notan falta de interés y perciben que la relación ha sido descuidada.
“No es que la mujer busque la infidelidad, pero si se siente no tomada en cuenta y justo ocurre que en su trabajo, donde hay otros hombres, alguien se preocupa por ella, puede llegar a confundir el agradecimiento y terminar enamorándose. En ese momento va a sentir también mucha rabia por su pareja, porque éste la descuidó��?, sostiene.
El sicólogo ha observado que otra forma de ser infieles que adoptan tanto hombres como mujeres es la platónica y el fenómeno puede darse fácilmente a través de Internet.
“Esto ocurre cuando se siente atracción por personas con las que no se tienen posibilidades reales de iniciar un affaire. Empieza, entonces, el contacto a través del ciberespacio. Si bien no hay nada físico, entre ellos se genera cierto compromiso emocional��?.
No sólo la falta de atención o el descuido por la pareja pueden ser factores condicionantes. Según el especialista, puede ocurrir que personas que pololearon muy poco antes de casarse, tras cumplir varios años de matrimonio, sientan cierta incomodidad y desasosiego.
Se dan cuenta que se saltaron una etapa de la vida, y puede que en ese momento experimenten deseos de relacionarse con un otro.
En el caso de los hombres, el cómo abordan ellos la infidelidad es singular. Los varones por lo general no admiten que son infieles cuando mantienen una relación esporádica, que sólo tiene el carácter de una aventura.
“Si se encuentra en esta situación, el hombre no va a sentir que es infiel, porque no está comprometiendo sentimientos. Simplemente se dio el gustito al tener una aventura. Y ello es por su naturaleza de hombre conquistador. El problema se presenta, cuando involucra sus sentimientos y lo que partió como una aventura se transformó en una relación más larga��?, sostiene Agostini.
40% de las mujeres son infieles
Para reflejar el problema de la infidelidad que existe en nuestra sociedad, Giorgio Agostini cita un estudio que realizó hace cuatro años en Santiago. Se encuestaron 272 parejas y se comprobó que el 60% de los hombres había sido infiel, mientras que el 40% de las féminas habían confesado haber caído en el problema.
El sicólogo observó que a los hombres les costaba admitir que se habían involucrado afectivamente con otra persona. “Cuando les preguntaba si habían sido infieles, éstos respondían que no. Les empecé a consultar de otra manera; los interrogué acerca de si se habían acostado con otra mujer y respondían afirmativamente. Decían que ‘está bien comer filete todos los días, pero una cazuelita de vez en cuando no hace mal’��?, recuerda.
Al especialista se le viene a la memoria una respuesta de un varón que grafica en cierta forma la manera de pensar de muchos hombres. “Me comentó que podía ser fiel para toda la vida, pero no todos los días…?.
Parametros para escoger pareja

Las mujeres tienden a ser pragmáticas y los hombres a ser eróticos. Ellas escogen a su pareja buscando seguridad y estabilidad económica. Por su parte, los hombres tienden a ser sensuales y siempre tienen una idea de las características físicas que desean de su compañera. En ambos casos, al conocer a la persona que se ajuste a su imagen mental, buscarán involucrarse rápidamente.
De esta manera se puede observar que las mujeres seleccionan a su pareja de acuerdo a la estabilidad que pueda ofrecerle, tanto a ella como a sus hijos. Los hombres prefieren atributos carnales y fisonómicos.
La hembra humana mantiene relaciones sexuales cuando no está "en celo". Las hembras de la mayoría de las especies animales, solamente tienen relaciones sexuales para procrear. La mujer en tiempos remotos necesitaba que el hombre le acompañara a ella y a sus "cachorros" para sobrevivir, El les proporcionaba protección, seguridad y alimentos. Entonces se las ideó para conservar al hombre a su lado. Así, sostuvo las relaciones sexuales más allá del celo y del mandato de procreación y conservación de las especies. El hombre, con su carga genética ordenándole sembrar la especie, pero teniendo que pelear y arriesgar su vida por cada mujer en celo, prefirió mantenerse al lado de quien le proporcionaba amor y cuidado, amén del sexo, sin tener que fajarse cada vez.
En tiempos modernos, la mujer sigue buscando en primer lugar un buen proveedor, seguridad y alimentos para sus "cachorros", y el hombre procurará buenos genes para su prole que seguramente estarán presentes en las mujeres con juventud, fortaleza y simetría que muestren genes fuertes.
Para el hombre buscar proporción en los senos, las nalgas o los cachetes femeninos no será mayor problema, sin embargo para la mujer, ¿Cómo podría responder quién es más el fuerte: un millonario o un fortachón musculoso? La seguridad, la protección y los alimentos, en la vida presente, no los dan los músculos como en la prehistoria, ni las habilidades para cazar o pescar, sino los recursos que disponga.
Es bueno destacar que surgen otras concepciones que indican que la mujer comenzó a tener sexo con los hombres, aunque no fuera para concebir, simplemente porque le gustó y, dado que el ser humano piensa y crea, a diferencia de los animales, pues decidió hacerlo.
Lo cierto es que entre las alteraciones bioquímicas que provoca el enamoramiento, la selección y escogencia siguiendo patrones genéticos y los métodos de clasificación y preferencia, el amor, sin lugar a dudas, es algo más que asuntos del corazón
Cómo enfrentar una separación...Cuando quedamos solas…

Lo más importante en un proceso de separación de una pareja es, dentro de lo posible, tratar de hacerlo bien, ya que no se saca nada con actuar de mala fe, de manera vengativa y tratando de perjudicar al otro, especialmente si existen hijos. Para tener una separación lo más civilizada y sana posible, el psiquiatra Roberto Amon entrega algunas recomendaciones generales de cómo actuar en estas circunstancias.
La pérdida, ruptura o disolución de un vínculo afectivo significativo, como la separación o la pérdida de un ser querido, es para cualquiera de nosotras motivo de sufrimiento y el inicio de un proceso de duelo, en donde la persona experimenta una serie de cambios psíquicos, físicos, emocionales e incluso espirituales.
La intensidad y duración de estos cambios dependerá de múltiples factores, como por ejemplo el tipo de separación, ya sea esperada, repentina, apacible, violenta; la intensidad de la unión; si hubo terceros involucrados; características de la relación; edad de cada uno; factores de personalidad; apoyo social percibido; etapa ciclo vital familiar, ya sea con hijos pequeños o adolescentes; etapa de partida de los hijos; retiro de la vida activa, etc. Por tanto, así como cada vínculo afectivo es un único e irrepetible, también lo es su disolución.
El médico Psiquiatra de la Universidad Chile, Dr. Roberto Amon Jadue explica que las etapas por las que atraviesa una persona que experimenta una ruptura amorosa, son las mismas que en un duelo y son básicamente las siguientes, aunque no necesariamente de manera secuencial:
Etapa de Schock: Impacto inicial en el momento de la separación que puede cursar con alteración de conciencia (confusión y conducta desorganizada).
Activación: Intensa actividad destinada a comprobar, reaccionar, salvar, vengarse, etc.
Emociones Intensas: Llanto, desesperanza, rabia, miedo, tristeza, angustia. Alternadas con Negación de la separación.
Alteraciones del Sueño: insomnio, sueños recurrentes, pesadillas, etc.
Etapa Depresiva y de Desesperanza
Fase de Reparación o Recuperación
El psiquiatra explica que lo más importante en un proceso de separación de una pareja es, dentro de lo posible, tratar de separarse bien, ya que no se saca nada con actuar de mala fe, de manera vengativa y tratando de perjudicar al otro.
“Y esto es especialmente importante si existen hijos. Además debemos tener presente que todo fracaso de una relación, independiente de cómo se haya producido, traduce una disfunción en ambas partes de la pareja��?, aclara el profesional.
Para tener una buena separación o lo más civilizada y sana posible, el especialista entrega algunas recomendaciones generales de cómo actuar en estas circunstancias:
- Ser valiente y honesto consigo mismo y con el otro
- No desaparecer del domicilio sin dar explicaciones
- Evitar dañar al otro para no destruir los lazos familiares y de amistad
- Evitar enfrentamientos hostiles delante de los hijos
- No monopolizar a los hijos ni crear alianzas contra el otro progenitor
- Mantener cubiertas las necesidades básicas para que los niños no se inseguricen
- Informar los motivos de la separación de la manera más objetiva posible, y en forma conjunta por parte de la pareja
- Dejar claro a los niños que la ruptura es con la pareja y no con ellos
- Solicitar ayuda profesional en caso necesario
Errores que no se deben cometer
A juicio del Dr. Amon, lo peor que puede ocurrir en estos casos de separación es ocultar la situación o no hacerle frente, dejarse llevar por la rabia, odios y rencores, y embarcarse inmediatamente en una nueva relación.
“Todo esto hará el proceso de separación más difícil y prolongado, y creará espejismos que se traducirán en nuevos dolores y complicaciones��?, aclara.
En cuanto al tiempo que debería esperar ambas partes antes de iniciar una nueva relación, el psiquiatra señala que lo ideal es no iniciar una nueva relación hasta que la pareja haya integrado de manera satisfactoria esta pérdida en su biografía y recobrado su estabilidad emocional.
“Eso será fundamental para entregarnos de manera plena en una nueva relación. Lo anterior toma un tiempo muy variable, en algunas personas pueden ser 6 meses y en otras varios años��?, manifiesta.
El profesional agrega que a pesar de que las separaciones de pareja son una realidad, uno no puede iniciar una relación con la expectativa de que se va a producir un quiebre.
“Te imaginas que Carl Lewis, el mejor corredor de todos los tiempos, hubiera pensado antes de cada carrera, que pasaría si cuando estoy por llegar a la meta me caigo, o que tal vez si se esfuerza demasiado podría desgarrarse, simplemente en este momento no lo estaríamos recordando. Lo mismo pasa en las relaciones de pareja, uno no puede iniciar una relación con la expectativa de que se va a producir un quiebre. Si así fuera, a esa unión le va a faltar intimidad, profundidad y entrega. Uno debe embarcarse de manera natural en ellas y dejar que las cosas sucedan, es imposible evitar algún dolorcillo en esta vida, pero a mi juicio más vale participar de la experiencia de ser pareja y construir familia que quedarse como mero espectador��?, sostiene.
Y para ejemplificar sus palabras, el psiquiatra cita a un gran terapeuta de parejas alemán, Jürg Willi, quien señala “…seguramente todo matrimonio, y en especial toda familia, están llenos de problemas, obligaciones y crisis, que uno puede ahorrárselos no aventurándose en ese terreno. Quien se casa o funda una familia será sacudido violentamente por la vida, se expone a dificultades que siempre le exigirán hasta el límite de su resistencia, y no tendrá más remedio que esforzarse al máximo y en parte se sentirá fracasado; tendrá que ver más tarde que ha cometido ciertos errores que han producido consecuencias irreparables para él y su familia…pero precisamente por esa tragedia su vida puede ganar en dimensión humana
Los mejores condimentos para el amor

Si sus relaciones sexuales se están volviendo algo rutinarias, o si simplemente desea probar algunas originales formas de estimular aún más sus sentidos y preparar así un terreno mucho más fértil para el juego y/o acto sexual, no debería dejar de conocer la gran variedad de aceites, geles, perfumes, y demás “condimentos” que pueden hacer mucho más “sabrosas” sus relaciones sexuales.
En primer lugar, podemos citar las virtudes de la aromaterapia, una técnica que se basa en la utilización de aceites esenciales, con el objetivo de producir fragancias que tengan efectos sobre el sistema nervioso.
Gracias a esto, podemos aumentar significativamente nuestra sensibilidad, por lo que este “condimento” puede transformarse en un muy buen afrodisíaco. Esta técnica, se basa en el principio de la estimulación olfativa, que al ponerse en contacto las feromonas, produce los resultados descriptos anteriormente.
Por su parte los aceites derivados de las plantas, -entre las que se destacan las de lavanda, bergamota, sándalo, rosa, naranja, jengibre, ylang ylang, jazmín, vainilla, y todos los llamados eufóricos, como por ejemplo los que desprenden los cítricos-, son también muy apropiados para despertar nuestro deseo.
Por cierto que muy atrás han quedado los tiempos de nuestros padres y abuelos, donde se disponía del tiempo y la paciencia necesaria para lograr trabajar estos aceites y lograr utilizarlos para nuestros cuerpos.
Sin embargo, eso no significa que no se pueda tener acceso a los mismos, ya que, de hecho, estos se pueden encontrar en el mercado bajo la forma de extractos, cremas hidratantes para el cuerpo, lociones refrescantes (body splash), espumas y sales de baño.
Así, gracias a estas cremas y emulsiones especiales, nuestra piel (y la de nuestra pareja) deja de estar áspera y deshidratada, para tornarse suave y humectada. Y, como sabemos, no es lo mismo tocar o masajear una piel reseca que una con los atributos mencionados…
Condimentos 100 % eróticos
Los baños de inmersión son una de las formas más populares de estimular los sentidos y la imaginación. Y para los mismos, también existen una gran cantidad de “condimentos” que los pueden hacer aún mucho más sensuales y eróticos.
En primer lugar, para lograr el clima soñado, será imprescindible un “condimento” más abstracto e imposible de comprar: tiempo. En efecto, por más baños de inmersión, y esencias que se pongan o hagan, poco servirá todo esto si no se realiza en un contexto de calma y relajación, que sólo un largo tiempo (a solas) puede proporcionar.
Una vez que se tenga este “condimento” principal, se podrá comenzar a recurrir a los más tangibles y concretos, como sales de baño, velas y sahumerios.
En este punto, se debe resaltar la utilización de velas aromáticas, que también pueden ser uno de los mejores afrodisíacos. Para potenciar su aroma, se podría agregar una gotita de los aceites esenciales anteriormente descriptos, sobre la aureola de cera líquida que se forma después de un breve tiempo de encendida la vela.
¡Tengo un romance con un compañero de trabajo!

Encontrar el amor en el mundo laboral no es extraño, aunque sí complicado de asumir. El temor a reconocerlo ante jefes y superiores es comprensible, porque hasta hace unas décadas las empresas imponían rígidas normas prohibitivas al respecto. Pero una investigación europea asegura que combinar amor y trabajo mejora el rendimiento laboral, todo un respaldo a quienes viven la experiencia.
En promedio pasamos 9 horas diarias en el trabajo, en que compartimos de manera cotidiana con los compañeros de labores, tiempo mayor al que destinamos cada día para estar con nuestros seres queridos o la familia. Por ello no resulta extraño que en la jornada laboral nazcan afinidades con las personas con que allí se comparte, empatía que en ocasiones da lugar al amor.
Pero es común escuchar que lo peor es combinar amor y trabajo, aunque en la práctica no suceda lo mismo.
Según una investigación europea, lo que al principio puede ser un problema en realidad no lo es tal. Así lo sostiene la investigadora y sexóloga noruega Elsa Aalmas, quien asegura que combinar amor y trabajo aumenta el rendimiento laboral de los empleados. Según Aalmas, las parejas que son compañeros de trabajo se desempeñan con más energía en la jornada laboral y mejoran las relaciones en la empresa. Dicha investigación encontró, además, que uno de cada cinco trabajadores ha tenido romances en el empleo y uno de cada 10 parejas se conoce allí.
Para la psicóloga laboral Carolina Dibarrart, la relación amorosa entre trabajadores puede permitir un mejor desempeño de éstos en sus labores profesionales. “Esta mejora en las relaciones en la empresa se debería a que además de la amistad o amor que hay entre las dos partes, se da la confianza, se conocen mejor los sentimientos de ambos, lo que fomenta una actitud más relajada y afectiva. Por otro lado se dice que mantener relaciones amorosas en el trabajo resulta muy cómodo, porque es alguien a quien ves y con quien convives a diario, alguien con quien vas estableciendo las metas comunes que tienen e identificando sus gustos similares��?, señala la especialista.
La profesional explica que la política estándar de las empresas y compañías sobre esa situación ha cambiado en los últimos años. “Hace varias décadas existían rígidas normas que impedían que una organización contratara al familiar o esposa de un empleado, aunque aún es habitual prohibir una relación de supervisión entre miembros de una misma familia o esposos��?, aclara la psicóloga Dibarrart.
Decálogo de la pareja que comparte trabajo
Según la psicóloga Carolina Dibarrart, si existe una amistad o una relación de pareja en el trabajo, para que ésta no afecte el desempeño laboral, se sugiere:
• Ser honestos con uno mismo y con los demás.
• Ser profesionales y discretos, no mostrando tratos especiales frente a los compañeros de trabajo.
• El respeto al espacio vital de cada uno es indispensable, así como evitar meterse en el área laboral del otro.
• Cada cosa en su lugar, deben solucionar los problemas del trabajo en el trabajo y los de pareja fuera de la empresa.
• No utilizar los medios que la empresa proporcione para coquetear, como por ejemplo el correo electrónico
• Si la relación es más seria y hay compromiso, es conveniente que uno de los dos empiece a buscar trabajo en otra compañía o en otro departamento, dependiendo también si los reglamentos de la empresa lo permiten.
• Cuando estén juntos, fuera del ambiente laboral, eviten hablar de temas relacionado con éste.
Por último, la psicóloga laboral sugiere que en lugar de ocultar el romance o relación efectiva entre compañeros es preferible comunicarlo a los jefes y pares. “Es crucial la honestidad en la vida, por lo tanto, en el caso de existir una relación amorosa en el trabajo, no debería ser distinto. El impacto de ser descubiertos intentando mantener la relación oculta es muchísimo mayor que sincerarla, aunque la empresa no permita este tipo de relaciones en el trabajo. Si está prohibido por la empresa, se puede llegar a un acuerdo de plazo para que alguno de los dos encuentre trabajo en otra empresa. Pero al ser descubiertos se vulnera algo básico en cualquier relación laboral: la confianza?,
El Ciberamor

El amor se ha globalizado y ahora son infinitas las probabilidades de conseguir a su alma gemela. Basta navegar en los sitios de solteros, colocar tus datos, señas, gustos y fotos y ¡Zaz! en un santiamén aparecen en la intimidad de la pantalla del computador, hombres o mujeres, sea el caso, que desean ser su pareja, bien para correr una aventura o hasta para casarse.
El problema es que a través de internet se han presentado personas que presentan severos desajustes en su afectividad y sus emociones al hallarse con la persona "amada".
El enamoramiento en Internet tiene características virtuales que no se dan en el encuentro amoroso real. Se vive una permanente fantasía. Es un amor "escrito" en emailes que van y vienen, o "hablado" a través de la pantalla donde aunque se puedan ver los cuerpos al desnudo, contemplarse y escuchar sus propios gemidos y frases pasionales, no permite establecer un contacto bioquímico entre la pareja. El mensaje es erótico, pero sin la química ni el contacto del amor. Se escucha, se ve, pero no se palpa, no se siente, no se toca. El orgasmo se logra a través de la masturbación frente al otro lo cual centra la actividad sexual no dentro de la intimidad de pareja sino mostrando la propia intimidad de cada quien.
Otra de las particulares del "ciberamor" es que las parejas solo muestran fundamentalmente su dimensión escrita. Los seres humanos somos multidimensionales con muchas facetas. Nos comportamos de una forma con nuestra familia, distintos en el trabajo, hablamos reflejando una forma de ser; cuando escribimos somos diferentes. Se puede ser tímido en persona y extrovertido en la red. Recordemos que en carnaval numerosas personas se descubren opuestos a lo que en verdad son. En Internet podemos exponer cómo somos corporalmente en una foto o video y tal vez cómo es nuestro razonamiento escrito, pero no enseñamos nuestra conducta, como pensamos, olemos, cómo nos comportamos en nuestras circunstancias, cómo efectivamente somos. Nos revelamos como pretendemos que nos vea el otro.
Todo esto conlleva a un sinnúmero de fracasos afectivos, desencantos y frustraciones cuando la pareja por fin se conocen físicamente. Algunos descubren que sexualmente no funcionan, otros que la pareja, frente a frente, es "distinta" a cuando está en la pantalla.
Veamos al ciberamor como una herramienta para ampliar las posibilidades de escogencia, pero le recomendamos, una vez que contacte a alguien en la red, buscar lo más pronto posible el encuentro real y seguro. No se enamore de lo que vea en pantalla, espere enamorarse de un auténtico ser.
Divorciados, amantes e infidelidad

Cada vez con más frecuencia, los divorcios no son vistos como un fracaso sino como parte de un proceso de resolución de conflictos insalvables, lo cual no quiere decir que la gente deba casarse con la expectativa del divorcio como salida a cualquier discusión.
La mayoría de las parejas se casan pensando que se conocen, pero la convivencia cotidiana, les impone una realidad difícil de manejar. Salen a la luz defectos, miedos, dificultades, costumbres que pueden ser desconocidas para ambos cónyuges.
Creemos que las diferencias entre las personas pueden hacer nutrir, crecer y madurar si éstas logran integrarlas junto con los aspectos que comparten en común. Sin embargo, hay diferencias que pueden separar insalvablemente.
La experiencia señala que sólo el amor y el cariño hacia la pareja no bastan para sostener a un matrimonio, hacen falta otros elementos que condicionan una mayor estabilidad, como lo son la buena comunicación, el tener proyectos vitales comunes, el acoplamiento sexual, el compañerismo, el placer de tener hijos, el equilibrio personal y familiar, la armonía lograda a través de acumular experiencias compartidas, entre otros factores. Cuando faltan la mayor parte de los ingredientes, la sobrevivencia del matrimonio se pone en juego y se plantea como una alternativa el divorcio.
La palabra divorcio incluye disolución, ruptura de vínculos y acuerdos. Implica dividir. Pero cuando hay hijos no debería darse la anulación completa de la relación, porque aún cuando se disuelve la vida en pareja y ambas personas pueden tener la libertad de elegir a otra, queda un lazo a través de los hijos que permitirá, si se lleva bien la relación, que los hijos crezcan con las dos figuras parentales involucradas en sus vidas, aunque no estén físicamente presentes. No obstante, la separación entre los cónyuges incluye la parte física, legal, sexual y la más difícil de todas, la emocional, en virtud de que muchas parejas se divorcian, pero siguen unidas afectiva o psicológicamente. Otras, por el contrario, a pesar de no haberse separado físicamente, están divorciados en sus afectos. No siempre se da el divorcio total.
Cama, sueño y cosas
Muchas parejas una vez separadas, nunca más se vuelven a ver, otras mantienen unas relaciones frías y distantes, cargadas de resentimiento, otras se odian y convierten cada encuentro en una batalla sin tregua ni armisticio. Después de compartir cama, sueños y muchas cosas con otra persona durante cinco, quince o más años, la ruptura definitiva y angustiosa no beneficia a nadie y perjudica a todos. Más, cuando en la mayoría existen niños de por medio que, a pesar de las diferencias entre el hombre y la mujer, siguen siendo tan hijos del uno como del otro. Salvo que la separación se produzca por causas extremas, llevarse bien con el "ex" tiene muchas ventajas, no hay que dividir entre dos una parte de la vida, ni renunciar a los buenos recuerdos -porque la mitad sean del otro-, ni pedir a los amigos comunes que elijan "uno u otro", ni amargarles la vida a los niños.
Está comprobado que los padres divorciados que fomentan una buena comunicación entre ellos, permiten una mejor adaptación a sus hijos, y eso implica menores pérdidas para todos los involucrados. Es bueno recordar las cualidades de esa persona con la cual hemos convivido y respetar la relación de los hijos con él. Muchas mujeres tratan de vengarse y alejar a sus hijos de sus padres, lo cual es muy perjudicial.
Cuando la pareja de padres divorciados se lleva bien, pueden decidir entre los dos todo lo relacionado con los hijos, estar disponibles para cualquier cosa que tenga que ver con ellos, desde asistir a las reuniones de padres en el colegio hasta llevarlos al médico.
Muchas madres, por el bien de sus hijos, se sobreponen al sentimiento de rencor causado por el olvido. De esta forma, no son sólo los niños los que salen ganando, sino también los miembros de la pareja. La mujer se siente apoyada y respaldada en su tarea de madre, porque así como hacen falta dos para traer un hijo al mundo, también son necesarios dos para criarlos.
Las buenas relaciones con el "ex" permiten que la mujer se reserve una parcela de su tiempo para rehacer su vida. Por otro lado, al hombre le permite sentirse parte importante en la vida de sus hijos y no quedar totalmente "excluido".
Amor, sexo y convivencia
El amor, el sexo y la convivencia son tres elementos puntuales del matrimonio, cada uno de ellos también se puede dar por separado. Al disolverse el matrimonio, no siempre se pierden estos elementos.
En el caso que nos plantea Sonia, el sexo parece ser un fuerte nexo de unión, además de una adecuada comunicación como divorciados. Su caso suele suceder con más frecuencia de lo que imaginamos, muchas parejas descubrieron el sexo juntos, maduraron sexualmente en la misma cama, sigue existiendo entre ellos la "piel", la "química", que es difícil de borrar y a veces de dominar. El divorcio activa angustias de separación muy primitivas que llevan a la pareja a retener de forma ambivalente al otro, y es a través de las relaciones sexuales donde algunas parejas pueden aliviar su ansiedad y temor a quedarse solos.
Las normas sociales y la fidelidad hacia un nuevo compañero pueden suprimir el deseo, aunque muchas veces no lo consiguen, circunstancia que impide rehacer nuevamente la vida. Aunque se tenga nueva pareja, no se involucran completamente por no haber podido "cerrar" el capítulo con el o la "ex". No se consolida la nueva relación cuando uno no ha roto con su pasado.
En oportunidades, hemos observado que algunas personas temen enfrentarse al reto de explorar una situación desconocida, y se autosabotean amarrándose a su relación anterior.
La inseguridad es una de las principales razones por las cuales el ser humano se aferra a lo ya conocido, aunque no le convenga, le haga infeliz o ponga en riesgo su futuro. Lo desconocido asusta, muchas personas se quedan con la primera relación porque creen que es lo único a lo que pueden aspirar, lo único que se merecen, cerrando con esta actitud las puertas para una mayor expansión personal.
Es muy importante, Sonia, que piense en el porvenir, suyo, de sus hijos, de su actual pareja, de su ex, de su entorno y tome una decisión de una sola vía. Nos parece insostenible mantener su status. Tarde o temprano, de prolongar su situación actual, éste le llevará a rupturas aún más dramáticas que las que vivió y que ya ha superado. Ah, por cierto, aunque no piense que está siendo infiel, de acuerdo a la norma social, la mayoría cree que sí.
¿A tu pareja le falta deseo?

Fijar un día determinado a la semana para el amor significa, en primer lugar, negar esta igualdad. Porque aunque a veces ambos coincidan en su disposición para amar, es poco frecuente que los dos protagonistas se sientan con el mismo deseo un día determinado programado fríamente con anticipación.
Desde siglos atrás, y por un acuerdo tácito entre el hombre y la mujer, la iniciativa del juego es masculina. Por ello, es el hombre el que inicia el rito del sábado (o de cualquier otro día) y quien hace que la mujer acepte su imposición en la fecha que él estime conveniente.
Sin embargo, ¿qué sabe el hombre de la mujer? ¿Acaso el sábado esta considerado por los médicos entre los días del mes en que la mujer siente un deseo mas intenso?
El hombre egoísta ni siquiera se interesa en saberlo. Actúa pensando únicamente en él, busca su satisfacción sin preocuparle si la mujer esta en disposición de aceptarlo o no. Es posible que en ciertos días la mujer no se encuentre apta para la vida íntima, emocional o físicamente.
¿Lo tiene en consideración el marido, especialmente en el día asignado para la intimidad? Muchos no lo tienen en consideración. Proceden como siempre han procedido. La mujer la secunda aunque no responda como deseara, actuando en forma totalmente pasiva.
¿Cuales son las consecuencias?
Todas negativas. Los médicos afirman que la represión y la falta o participación limitada de la mujer en la vida conyugal íntima es la causa principal de muchas enfermedades sicosomáticas y de muchas enfermedades sicosomáticas y de muchos trastornos fisiológicos femeninos.
Los sicólogos también están de acuerdo que esta es la razón principal por la que muchas mujeres, a determinada edad, desarrollan las más diversas neurosis. Se inicia así una reacción en cadena de causa y efecto que, en muchos casos, puede destruir la más sólida unión matrimonial.
¿Cómo reacciona el hombre cuando la mujer responde en forma reprimida y limitada en la intimidad?
Por lo general se siente absolutamente libre de culpa. Y con sinceridad, porque no se ha detenido a pensar en los efectos que esta causando a su esposa la rutina que él ha establecido.
Los franceses, para diferenciar las reacciones del hombre y la mujer dicen:”La mujer que se da un golpe en el pie al tropezar con una silla, se lamenta por el daño que se ha hecho... el hombre protesta porque alguien ha dejado la silla en medio del paso”.
Así es común que el esposo indolente llegue a la conclusión de que la mujer es frígida, y en algunos casos este concepto le sirve como justificación consigo mismo para buscar aventuras sentimentales extramatrimoniales.
Cuando la vida íntima de un matrimonio es forzada, sin espontaneidad, la mujer posiblemente asumirá que su matrimonio es infeliz. En el silencio de la noche del sábado, mientras se produce el rito sexual en forma sistemática y calculada, la mujer llegara a pensar que ella no es normal porque solo es capaz de despertar el deseo en su marido una vez a la semana.
Si se halla en condiciones de juzgar la situación con más serenidad y objetividad, pensara que su marido la engaña y que la noche del sábado es el único indicio de que su matrimonio no ha naufragado del todo.
En algunos casos, la mujer acepta la imposición de su esposo. En otros, busca la verificación de su feminidad y una venganza contra aquel que la ignora en un aspecto tan fundamental para la vida conyugal.
¿Cómo? No es difícil imaginarlo...
Ahora bien, ¿que sucedería si en vez de ser hombre quien conduce el juego fuera la mujer quien estableciera la rutina del sábado?
Es preciso tener en cuenta que el hombre, lo mismo que la mujer, tiene momentos en que el deseo es mas intenso. Pero en otros, el interés es mínimo e inclusive es posible que exista cierto grado de rechazo o indisposición.
Esto es normal y así debe ser aceptado por ambos cónyuges. En el caso de un hombre que se vea obligado por su esposa al rito sabatino, la situación presenta más complicaciones todavía.
Si el sábado coincide con su periodo de poco interés por la intimidad – que puede ser causado por fatiga, preocupación o, simplemente, por causas biológicas de diferente índole, según hemos mencionado- la mujer indudablemente pensara que ha dejado de interesarle, que existen otros factores para que no reaccione de la forma que ella espera, y llegara a mil conclusiones diferentes.
Probablemente todas están lejos de la realidad. No olvidemos que si bien la mujer puede fingir en ciertas circunstancias, el hombre no.
A pesar de que estos problemas, cuando se exponen en un articulo o se conservan con alguna amiga intima, parecen simples y fáciles de resolver, la realidad es que son complejos. La mujer misma los hace complejos porque no tiene la suficiente franqueza para exponerlos al esposo.
Y el hombre los hace complejos, porque su actitud indolente hace que la mujer busque a la misma una justificación y esta es, generalmente, negativa para la relación conyugal. La mayoría de los matrimonios se refugian en el silencio en una forma egoísta.
Cada uno considera que el problema es culpa del otro y poco a poco esta actitud ejerce su influencia destructiva en el matrimonio.
Es indudable que la vida intima tiene un papel fundamental en el equilibrio emocional de una pareja y en la armonía de sus relaciones. Con el transcurso del tiempo, cuando la etapa del noviazgo y la luna de miel han sido superadas, las relaciones entre los cónyuges se tornan diferentes. Alcanza el nivel normal a todo ser humano.
El amor sigue siendo el mismo, solo que no es preciso estar demostrándolo a cada instante con caricias y repetidas frases de amor. Otros elementos sustituyen esa confirmación constante que algunos individuos necesitan y entonces el amor se convierte en una evidencia de que la relación conyugal continúa en plena armonía.
Para alcanzar ese equilibrio que es esencial para todo matrimonio, es preciso entablar el dialogo entre los cónyuges. Además, es imprescindible que exista comunicación.
Y esta comunicación debe extenderse a todos los típicos, desde los más triviales – por ejemplo, porque a él no le gusta que ella se ponga determinado vestido – hasta los más serios y embarazos – porque él la desea únicamente una vez a la semana.
Ninguno de los cónyuges debe buscar refugio en la timidez ni inhibirse. Es necesario tratar de establecer la situación, buscar las causas y, juntos, adoptar una actitud positiva que supere los conflictos que hayan podido presentarse.
Encontrar una excusa para eludir un tema que puede influir en el fracaso de un matrimonio es absurdo. Aceptar una situación de esta naturaleza como algo ineludible es igualmente un error mayúsculo. Para lograr la felicidad conyugal plena, los compromisos entre los cónyuges deben quedar rotos.
La noche del sábado ha llegado a convertirse en un compromiso para muchos matrimonios. Y es uno de los compromisos más penosos, por cierto.
Porque con él, la intimidad pierde toda la espontaneidad. Y de igual forma, la ilusión que es tan esencial para el amor, decae en forma proporcional.
Cualquier momento puede ser apropiado para el amor. Así lo deben comprenderlo ambos cónyuges. Las rutinas siempre tienden al hastía. Si la rutina se lleva a la intimidad, ese hastío puede significar una situación insalvable.
La entrega entre un hombre y una mujer es maravillosa, cuando cada uno complementa al otro. Pero ambos deben estar dispuestos a dar, no solamente a recibir. Día tras día, no únicamente el sábado.
Mujeres infieles

Si hace unas décadas la infidelidad era asunto de hombres, hoy ellas también caen en este engaño tanto o más que ellos. Las motivaciones y tipos de infidelidades femeninas son tantas como el número de mujeres que las cometen. Insatisfacciones de todo tipo, mayor acceso al mundo laboral, permisividad social y búsqueda de nuevas sensaciones explican el fenómeno.
El tema se instaló en nuestra sociedad, tanto que dio lugar a una película chilena protagonizada por María José Prieto, a una antología de cuentos que reúne plumas de la talla de Benedetti o Chejov, una miniserie de Chilevisión también eleva el rating nocturno con las pasiones clandestinas de mujeres adúlteras.
Que ellas son tan o más infieles que ellos no es un mera sensación térmica, transmitida por la tradición oral o por confidencias de amigas que reconocen haber engañado a sus hombres. El fenómeno en alza también se ha cuantificado con investigaciones académicas, y sus resultados lo confirman.
Relevante estudio
Una encuesta efectuada por el Centro de Estudios de Opinión Ciudadana, CEOC, de la Universidad de Talca a 400 mujeres de Santiago reveló que el 58 por ciento de ellas había sido infiel alguna vez; el 65 por ciento tuvo un amante sólo por una noche, mientras que el 10 por ciento reconoció tener un romance paralelo a su relación.
Para la psicóloga Andrea Oksenberg el fenómeno responde a diversas motivaciones y problemáticas surgidas de la propia relación conyugal o de pareja.
“Existen motivaciones sumamente diversas detrás de una mujer infiel, así como también existen diversas formas de infidelidad que no pueden ponerse todas ‘en una misma canasta’. Es diferente un encuentro único y pasajero a una relación extramarital sostenida en el tiempo, en la cual existen muchos elementos involucrados. Generalmente se considera que la infidelidad refleja insatisfacciones de la mujer en su relación de pareja y que las busca en otra relación. Las insatisfacciones pueden ser del ámbito sexual, emocional o intelectual��?, afirma la especialista con experiencia clínica en pacientes mujeres.
La profesional ahonda en otras motivaciones femeninas que conducen al engaño: “También se encuentra a veces como motivación de la infiel, muchas veces inconciente, sentimientos rabiosos hacia la pareja, que no son reconocidos ni expresados y que tienden a canalizarse a través de una infidelidad. En otras ocasiones lo que se encuentra es una enorme curiosidad, un deseo de probar algo diferente, especialmente en mujeres que sólo han tenido una pareja y por largo tiempo��?, agrega la doctora Oksenberg.
En busca de sexo y relaciones pasajeras
Al respecto se ha dicho con insistencia que mientras los hombres son infieles para satisfacerse en lo sexual, las mujeres lo hacen para sentirse queridas y emocionalmente acompañadas. Lo anterior implica que ellos tienen relaciones de infidelidad de una noche o pasajeras, en cambio ellas mantienen esta relación clandestina en el tiempo. Sin embargo la psicóloga Andrea Oksenberg refuta esa creencia: “Ya no es ésto lo que se observa; si bien continúa siendo más común en hombres la infidelidad como hecho ocasional y pasajero, cada vez se encuentran más mujeres viviendo relaciones pasajeras y más hombres involucrados amorosamente con sus amantes��?, comenta la especialista.
En opinión de la psicóloga Oksenberg un aspecto clave que ha permitido este incremento de la infidelidad femenina es el cambio de rol de la mujer en los últimos años; que se traduce en mayor acceso al trabajo y con ello más independencia económica y roce social.
“Creo que el cambio de rol en la mujer le ha permitido tener acceso a un mundo de relaciones con otras personas, como compañeros de trabajo o amigos, en los que frecuentemente encuentra satisfacción de carencias de su relación matrimonial. Por otra parte, le ha dado a la mujer mayor independencia, tanto en lo económico como en lo social, lo que aumenta la sensación de autonomía y de libertad para explorar en el mundo fuera del matrimonio y la casa��?, reconoce la doctora.
Por último la psicóloga Andrea Oksenberg subraya que la tendencia social a igualdad entre hombres y mujeres también se está viendo reflejada en este tema. “En todos los planos se está tendiendo cada vez más hacia la igualdad entre hombres y mujeres, y esto también implica que se van igualando las permisividades y las censuras en ambos sexos. Me parece que la infidelidad continúa siendo rechazada y censurada socialmente, pero también es cierto que se hacen menos diferencias que antes si la infidelidad la cometió él o ella?.
Cuando el divorciado se queda solo

A esta situación se agrega en ocasiones, una salida maníaca hacia nuevas relaciones.
Cuando una pareja se enfrenta con la separación, sobrevienen sentimientos de desamparo y frustración, que afectan casi siempre a ambos cónyuges. Los integrantes de la pareja sienten que han fracasado en un ideal importante para la sociedad, y como consecuencia de esto se ven excluidos del espacio social que antes ocupaban.
Al disolverse el matrimonio se pierde la pertenencia no sólo en el nivel de la pareja, sino también en un nivel más amplio. El divorciado descubre, en su nueva etapa, que ya no puede contar con muchos de sus antiguos vínculos, que debe cambiar los lugares que frecuentaba, como así también las actividades que realizaba en familia. Se pasa a ser “el ex marido” o “la ex mujer“, lo cual cambia la mirada de los otros, tanto de los familiares como de los amigos.
Por otro lado, a veces simultáneamente, comienzan a gestarse nuevas relaciones dentro de un grupo social desconocido hasta entonces, el de los solos y solas. Estos grupos, ya sea a través de encuentros reales o virtuales, pueden servir como ayuda para mitigar el dolor por los vínculos resignados junto con la ruptura matrimonial.
En muchos casos, la primera etapa que sigue a la separación, suele caracterizarse por un entusiasmo exagerado por establecer nuevos contactos, como forma maníaca de borrar el pasado. Este modo de transitar la separación implica no enfrentar la situación de pérdida, no terminar nunca de elaborar el duelo, y por ende, no acceder a la posibilidad de una futura pareja. Todo proceso de cambio requiere, ante todo, tiempo. Pero la urgencia por renovarse que siente el divorciado, a veces le impide ver esta simple realidad.
Para no quedar encerrado en este modo de funcionamiento regresivo y caótico, típico de la primera etapa, es necesario que cada uno vaya construyendo su nuevo equilibrio, en el seno de un nuevo espacio social.
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