Orgullo y vergüenza podrían ser expresiones innatas frente al éxito y al fracaso


Un grupo de investigadores liderado por Jessica L. Tracy, de la Universidad británica de Columbia en Canadá y David Matsumoto de la universidad de San Francisco se han propuesto estudiar cuanto hay de innato en las emociones de orgullo y vergüenza.

El estudio examina si las expresiones no verbales correspondientes al sentimiento de orgullo y al sentimiento de vergüenza pueden ser respuestas innatas, de base biológica frente al éxito y al fracaso.

Orgullo y vergüenza no están aún en la lista típica de las emociones que se consideran innatas, con base biológica, transculturales y/o compartidas con primates, pero los investigadores piensan que con un estudio minucioso puede llegarse a la conclusión de que cumplen la mayoría de estos criterios.

Para demostrarlo analizaron las respuestas de orgullo y vergüenza frente al éxito y al fracaso en tres grupos diferentes: Personas videntes, personas no videntes y personas no videntes de nacimiento. Los éxitos y fracasos se referían a los logrados en las Olimpiadas y en los juegos Paralimpicos.

Las características de la expresión de orgullo son postura erguida y cabeza en alto. Esta conducta ha sido reconocida en adultos de distintas culturas, aún de pequeñas comunidades aisladas. Los expresiones corporales que indican orgullo son similares a las que adoptan los primates al vencer a un rival.

Por el lado de la vergüenza encontramos cabeza gacha y hombros retraídos, postura también reconocible en primates que han sido vencidos o amonestados por su grupo.

Los resultados del análisis de los investigadores del norte mostraron que para jugadores de más de 30 países diferentes, tanto si eran ciegos como videntes la expresión de orgullo coincidía con las situaciones de éxito y la expresión de vergüenza con las de fracaso y que todos reproducían el mismo patrón de conductas no verbales.

La única diferencia estuvo dada en las situaciones de fracaso en personas videntes, donde los investigadores pudieron observar los gestos correspondientes a la vergüenza pero en forma atenuada, la atenuación era mayor cuando los participantes provenían de países con altos niveles de individualismo y exitismo.

La conclusión más plausible a extraer del ensayo es que si bien ambas emociones tienen una base biológica se encuentran moldeadas por las costumbres de distintas culturas, especialmente la vergüenza que tiende a ser producto de censura social en algunos países

Vía | PNAS

1 comentario :

Anónimo dijo...

por favor no se sabe donde encontrar ese estudio, ni cunado se público.
pongan esa referencia esta muy padre y lo queria para citarlo en un estudio de Doctorado pero como lo ponen pues no me da ninguna refrencia dedonde encotrarlo para leerlo detenidamente