Juegos de Azar - Juegos patológicos


JUEGOS DE AZAR-JUEGO PATOLOGICO

El Juego de apuestas ó de dinero no es un fenómeno nuevo en nuestra sociedad. Desde haceEnlace
ya varios años la afición a los juegos de azar (loterías, sorteos extraordinarios, carreras de
Caballos, etc.) ha estado presente en el transcurrir de nuestras vidas. Que familia ó persona no ha comprado la lotería regional ó la extraordinaria de fin de año con la esperanza de ganar una gran suma de dinero que clarifique y asegure su futuro económico. De hecho el Estado ha tenido en gran medida el monopolio de una gran parte de los juegos de Loterías y recibe grandes sumas de dinero por la explotación de los mismos o por la vía de impuestos como en los casos de los casinos, los bingos y los juegos de chance.
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Lo que si es nuevo en nuestra sociedad es el auge y la afición que –
han surgido alrededor de los juegos de azar y de habilidad, con toda ésta infraestructura nueva de cadenas de bingos interconectados nacionalmente, de máquinas modernas traga monedas, de juegos virtuales de carreras de caballos que cada día vinculan e interesan a sectores de la población que anteriormente no participaban de las actividades de los juegos de azar, como las personas jóvenes que cada vez se sienten más atraídas por la emoción que les produce el juego. Actualmente el juego de azar es una actividad común en muchas culturas y se practica bajo las más diversas formas, en todo el mundo. De hecho, constituye un fenómeno social y económico de gran alcance. Para la mayoría de las personas el juego es una conducta social y recreativa, que proporciona una forma de entretenimiento y diversión sana que en ocasiones integra a una persona ó grupo de personas con otras para compartir tiempos de ocio y de recreación.

En consecuencia con lo anterior es bueno anotar una serie de reflexiones sobre los juegos de azar que motivan a las personas a participar de éstas actividades:
• Los juegos de azar son actividades organizadas por una persona ó entidad en los que se cobra una cantidad por participar en ellas (apuesta) y se asigna un premio a uno ó a varios participantes mediante un mecanismo de azar, en el que no interviene de forma significativa la habilidad de los participantes.
• Como la cantidad repartida en premios es siempre inferior a lo recaudado de los participantes, la entidad organizadora obtiene unos beneficios que la mantendrá interesada en promocionar y extender la participación en su juego.
• Los participantes gastan su dinero en los juegos de azar, porque prefieren la ilusión de obtener un gran premio, aunque ésta posibilidad sea remota, a los bienes que pueden conseguir de forma segura con la cantidad relativamente pequeña, que se les pide por participar.
• Mientras todos los participantes se mantienen en un gasto pequeño con respecto a su nivel de ingresos, el juego es una diversión inofensiva que ayuda al establecimiento y fortalecimiento de las relaciones familiares y sociales
• Como el Estado recibe unos elevados ingresos a través de impuestos los beneficios de los juegos que organiza directamente, y de las tasas e impuestos de los organizados por particulares, no establece ningún impedimento a su desarrollo y extensión. Es más los impuestos sobre los juegos de azar son los impuestos perfectos, la gente los paga de forma voluntaria sin necesidad de inspección ó coacción alguna.

Hasta aquí, el panorama positivo ó idílico en donde todo el mundo disfruta de los -
Juegos de azar, sin perjuicio personal ó familiar. Sin embargo existe un lado oscuro
y siniestro de éstos juegos que es el protagonizado por los jugadores patológicos ó
adictos al Juego. Estas son personas que cuando juegan experimentan un intenso placer que los evade de su propia realidad. De ésta forma, desarrollan una urgencia sicológicamente incontrolable que les fuerza de modo persistente y progresivo a jugar, hasta acabar en una dependencia emocional respecto del juego que termina arruinando su vida personal, familiar y profesional.

PERO QUE ES EL JUEGO PATOLOGICO O LA LUDOPATIA?

El juego patológico es un proceso adictivo, en donde la persona que juega experimenta un intenso placer que con el tiempo lo evade de cualquier problema que exista en su vida. Es decir lo separa de su propia realidad. El juego patológico se caracteriza por ser un trastorno altamente incapacitante, que comporta un deterioro individual (disminución de autoestima, trastornos sicosomáticos, alcoholismo), familiar (imposibilidad de ejercer los roles familiares adecuadamente) y social ( pérdida del trabajo, de los amigos).

Las adicciones no se limitan exclusivamente a las conductas generadas por sustancias químicas como los opiáceos, los ansiolíticos, la nicotina o el alcohol. Lo cierto es que de conductas normales, incluso saludables, se pueden hacer usos anormales en función de la intensidad, de la frecuencia ó de la cantidad de dinero invertida, y en último término, en función del grado de interferencia de las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas implicadas.

En realidad, cualquier conducta normal placentera es susceptible de convertirse en una conducta adictiva. Lo que define a ésta última es que la persona pierde el control cuando desarrolla una actividad determinada y que continúa con ella a pesar de las consecuencias adversas, supeditando el estilo de vida al mantenimiento del hábito. El jugador patológico persiste en su actitud de jugar aún a costa de la conciencia de que ésta actitud está influyendo negativamente en el desarrollo de su vida. El proceso de adicción al juego puede comenzar en la adolescencia como una actividad integradora social ó familiarmente. Cada vez más los jóvenes sienten más atracción para frecuentar los casinos, jugar con las máquinas tragadoras de monedas y sentir el placer de ganar algún dinero de una manera relativamente fácil y placentera. Si se persiste en el juego, podría iniciarse un proceso que pudiera durar de 1 a 20 años con una media de 5 años, y que como se mencionó antes suele comenzar en la adolescencia. El jugador patológico desarrolla una dependencia progresiva respecto al juego que básicamente se desarrolla en tres etapas ó fases:

1) Fase de Ganancia: Es la etapa donde la persona juega poco, y lo hace en un contexto social, con sus amigos, sus familiares, de tal manara que el juego le resulta placentero y hasta gratificante. A veces consigue ganar algún premio. Puede empezar a dar una gran importancia a las ganancias y a minimizar las pérdidas, lo que puede llevarlo a un estado de optimismo y a un aumento de la autoestima.
2) Fase de pérdida: La conducta del juego pierde su contexto social y la persona empieza a jugar en solitario, con un aumento progresivo de la frecuencia y cantidad de dinero invertido en el juego, lo que conduce a un aumento de las pérdidas. Para hacer frente a ésta nueva situación el jugador se va endeudando, o si es el caso empieza a tratar de conseguir dinero por otros medios, ya sea desviando parte de el, que anteriormente dedicaba a sus gastos normales, hacia las apuestas, ó tomándolo prestado de sus familiares ó amigos ó compañeros de trabajo. Para pagar sus deudas juega con más frecuencia con la esperanza de ganar, lo que lo hace entrar en un círculo vicioso. Más juego, más dinero, más pérdidas. A partir de aquí comienza el deterioro familiar y laboral, pues la persona está más irritable y se distancia de sus familiares y amigos. Es difícil que reconozca la magnitud del problema que enfrenta. Sus familiares presionan para que abandone el juego, por ejemplo haciéndose cargo de las deudas a cambio de un cambio de actitud del jugador. Es posible que la persona muestre un cambio aparente, prometiendo una tregua en su actividad, que difícilmente podrá cumplir, debido al proceso adictivo en el que se encuentra.
3) Fase de desesperación: Puede ser que el jugador haya tratado de abandonar el juego, ya sea por presión de sus familiares ó amigos ó por la misma situación de crisis en que se encuentra. Pero al cabo de poco tiempo vuelve a recaer, pero trata de ocultarlo. Los problemas financieros y las pérdidas económicas lo desbordan y en ocasiones lo pueden llevar a cometer actos ilegales para conseguir el dinero que tanto necesita. En el caso en que haya prometido a sus allegados no volver a jugar y sea descubierto, el deterioro familiar es muy grande, tanto que puede causar en la persona un aumento grande del malestar físico y psicológico que en ocasiones puede terminar con agravantes como el consumo de alcohol Es en ésta etapa en donde el jugador se encuentra más vulnerable, dado que la situación de su vida ha llegado a los extremos de deterioro que en ocasiones lo pueden a llevar a tomar decisiones drásticas como abandonar su familia y buscar refugio en otra ciudad ó en otro país, inclusive puede llegar a pensar que la mejor solución es el suicidio. Pero siempre tendrá una alternativa positiva que no es otra que la de buscar ayuda profesional, dado que se encuentra en un proceso adictivo que requiere un tipo de tratamiento acorde con su situación. Deben tomar conciencia sus familiares que sólo con buenas intenciones, el jugador no podrá superar su problema de adicción al juego.

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/

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