Mujeres asesinadas, vejadas y brutalmente agredidas por sicóticos son una lamentable tendencia mundial a la que Chile no escapa. Por ello resulta necesario saber cómo detectar a un potencial agresor, reconocer conductas violentas y aprender a comportarse ante un psicópata. Incluso suele suceder que el potencial victimario sea de tu plena confianza. Una psicóloga criminalista entrega valiosa información para no ser una nueva víctima.
El termino de feminicidio es una triste moda, un concepto que da cuenta del denostable acto de violentar y asesinar a una mujer, por el sólo hecho de su pertenencia al sexo femenino. Los hechores suelen ser hombres perturbados, que por sus sicóticas obsesiones buscan un solo requisito en sus víctimas: ser mujeres.
La escalada feminicida ha llegado a tales extremos, que organizaciones humanitarias y feministas han instaurado el 25 de noviembre como el Día Internacional por la No Violencia contra la Mujer. En nuestro país el número de victimas femeninas de violencia y asesinatos también crece. Sólo es necesario ver un noticiero u hojear un diario para constatar la seguidilla de crímenes y horrendos actos de violencia contra el género femenino. Hasta la ficción se hace eco de la penosa tendencia, con la exitosa teleserie nocturna de Televisión Nacional que muestra a un asesino en serie que mata mujeres sin compasión.
Pero la realidad supera por lejos a la ficción, aunque más que lamentar lo ya sucedido es necesario terminar con el flagelo. Y para ello es necesario que potenciales nuevas víctimas aprendan a conocer cómo actúa y reacciona un eventual agresor, o en el peor de los casos como enfrentar una situación límite como el estar frente a un psicópata con oscuras intenciones.
Alerta, pero no paranoica
La psicóloga criminalista de la Policía de Investigaciones, Margarita Rojo, suma años de experiencia en el esclarecimiento de delitos de violencia intrafamiliar, abusos y crímenes. Ella conoce como pocas profesionales de la psicología el comportamiento y personalidad de agresores y psicópatas.
Lo primero que advierte Rojo es sobre una errada premisa que muchas mujeres asumen, creer conocer total y absolutamente a la persona con que comparten su vida. “Hay que pensar que uno nunca termina de conocer a alguien, por lo que sería utópico pensar que se conoce a alguien tal cual es��?, aclara la especialista.
Para nadie es un misterio que muchos de los ataques y agresiones contra mujeres provienen de sus propias parejas, que obsesionados por celos o frustraciones atentan contra sus esposas o convivientes. Siempre será oportuno profundizar en el conocimiento de la pareja, marido o amigo y saber quién y cómo es él.
Margarita Rojo advierte que no es aconsejable entablar rápidamente relaciones interpersonales de cercanía y confianza, sin que haya previamente razones y experiencias de vida que sustente ello. En relación a lo anterior, la psicóloga de la policía civil propone mostrar más neutralidad en la actitud, no aparecer muy confiada, pero tampoco temerosa ni menos paranoide. En rigor andar en lo cotidiano con cierta dosis de alerta, para así detectar situaciones de riesgo.
Otro aspecto a considerar es la temprana aparición de actitudes agresivas, físicas o psicológicas, en la adolescencia durante la experiencia del pololeo. Al respecto la Jefa Nacional de Delitos Contra la Familia, prefecto inspector Ximena Castillo, comenta: “La existencia de episodios de violencia física y/o psicológica en el pololeo, garantiza una alta probabilidad de violencia intrafamiliar en una convivencia posterior��?, asegura la experta.
Pon atención a los siguientes puntos, que podrían dar sospecha de probabilidad de actitudes agresivas, o de estar ante personas que pueden tener una personalidad impulsiva que se traduciría en violencia física o psicológica.
• Descontrol de reacciones emocionales, es decir desproporción de su respuesta en relación al estímulo.
• Precariedad emocional, en el sentido de poca elaboración de las emociones negativas, como rabia y frustraciones.
• No aceptar que existen opiniones contrarias y que ello no significa que se deba imponer la propia forma de pensar, a través de las distintas estrategias de victimización, como utilización de coerción física y psicológica, así como utilización de distorsiones cognitivas.
• La imposición de ideas dogmáticas, es decir, incuestionables.
Ahora bien, cuál es el límite entre un hombre rudo e impulsivo y uno derechamente violento y agresor. Para la psicóloga Margarita Rojo la línea divisoria entre uno y otro es más que delgada y confusa, aunque da ciertas luces como para diferenciarlos. “Se Sabe que si en una convivencia de 5 años se dan 3 episodios de violencia, ya se trataría de un agresor. El límite no existe, pues un sujeto impulsivo puede ir incrementando sus conductas violentas o rudas, en la medida que la víctima las tolera��?, sostiene la especialista de Investigaciones.
Si bien las anteriores descripciones de conductas sospechosas y personalidades propias de sujetos violentos - así como los consejos de mantener cierto estado de alerta - sirven para evitar situaciones de riesgo, nadie está libre de un encuentro con un psicópata o agresor. Ante esa situación en lo posible es necesario no descontrolarse, y controlar las emociones de pánico o terror que puedan aflorar en la víctima. Es sabido que el descontrol emocional y el estado de shock en que caen las víctimas estimulan aún más los bajos instintos de un psicópata.
Por último la psicóloga Margarita Rojo y Ximena Castillo aconsejan a las madres mejorar la comunicación con los hijos y mostrarles a ellos que las relaciones humanas se construyen en base al afecto y el respeto por los demás. En especial la jefa nacional de Delitos Contra la Familia llama a que los niños y adolescentes no se desarrollen en un medio que valide la violencia, tanto física como psicológica, como medio de resolución de conflictos.
“Se sabe que el 9 por ciento de los casos de agresores y agredidos, es decir de dinámicas violentas, provienen de hogares o de experiencias en las que han sido sometidos o han observado, situaciones de vulneración física y psicológica. En donde se humilla a lo débil, a lo que tiene más carencias e indefensión, en estos casos niños y mujeres��?, señala la psicóloga.
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