Lo que siento es ¿amor o atracción?


Aprende a reconocer si estás realmente enamorada o si lo que sientes es sólo una atracción pasajera o una obsesión.

No resulta sencillo definir con exactitud los sentimientos y mucho menos cuando se habla de relaciones de pareja. Sociólogos, psicólogos y hasta científicos han intentado explicar por qué dos personas se atraen o los motivos que hacen que alguien enamorado esté en una especie de nube que le cambia la vida. Al inicio de una relación es muy normal preguntarse por los propios sentimientos y es fácil no tener del todo claro qué es para ti esa persona que empiezas a descubrir.

Simplificando al máximo un tema tan complejo, se puede decir que en una relación de pareja hay tres estados básicos: atracción, enamoramiento y amor. Puedes encontrarte en cualquiera de estas fases o puede que tu caso sea el de una pareja estable, que a lo largo del tiempo pasa de una fase a otra con total normalidad. Por ejemplo un matrimonio de años es evidente que funciona porque hay amor aunque en determinados momentos regresen a la fase de enamoramiento y/o de atracción (indispensable para que esa pareja siga funcionando). Fíjate en las características de cada uno de estos estados y piensa en cual estás tú con tu pareja.
Atracción
Es una primera fase básica para el inicio de la relación. Implica “misterio” y deseo de descubrir a la otra persona. El aspecto físico, la personalidad y la forma de ser son claves para que salte la chispa que despierte tu interés por alguien. La afinidad en gustos y aficiones o, por el contrario, las diferencias radicales que existan entre vosotros pueden ser el desencadenante de esa atracción. Te sientes atraída si:
No le conoces a fondo pero te intriga y te apetece descubrirlo y saber más sobre él.
Estás ilusionada y expectante en esas primeras citas que no sabes cómo van a terminar. Los nervios y la excitación definen vuestros encuentros.
Tú también quieres despertar su interés por lo que prestas máxima atención a tu imagen.
El aspecto físico es muy importante. Cuando le ves no puedes evitar desear estar con él. Las relaciones sexuales son innatas a la idea de atracción.

Gtres
Enamoramiento
La atracción puede dar paso, o no, al enamoramiento. Si estás enamorada lo sabrás sin duda porque simplemente no querrás separarte de él ni un momento. Romanticismos aparte, es un estado maravilloso pero necesariamente pasajero porque resultaría un “problema” estar constantemente en las nubes. Si estás enamorada:
No encuentras defecto alguno en tu pareja (por algo se dice que el amor es ciego).
Cualquier problema se vuelve algo relativo (lo ves todo de color “rosa”).
Nada hay más importante que vuestro amor. El romanticismo lo envuelve todo y la pasión marca vuestros encuentros.
Cuando no estás con él, sólo piensas en volver a verle.
Amor
Son muchos los “ingredientes” del amor: ternura, cariño, respeto, comprensión y sobre todo generosidad. Si piensas más en el bien de la otra persona que en ti misma, sin duda, le quieres. La atracción y el enamoramiento forman también parte del amor sobre todo en parejas estables (no son fases excluyentes sino interrelacionadas) pero puedes hablar de amor cuando:
Conoces muy bien a tu pareja. Eres consciente de sus virtudes y de sus defectos y la quieres como es (no la tienes idealizada).
Tienes confianza absoluta y sabes que él también te acepta como eres.
Sois capaces de compartirlo todo (lo bueno y lo malo).
Podéis superar discusiones.
Obsesión
Es un sentimiento negativo muchas veces relacionado con la baja autoestima. Sentirte atraída o estar enamorada de alguien no implica estar obsesionada con esa persona. Una relación obsesiva tiene elementos destructivos por lo que debe evitarse. Los celos y el egoísmo (quiero que siempre esté conmigo y que haga lo que yo quiero) son propios de estas situaciones que pueden evolucionar de forma favorable dando paso al amor o bien acabar necesariamente en una ruptura.

1 comentario :

Wings dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.