El déficit de atención también ataca a los adultos


Que un adulto se levante de una charla sin que su interlocutor haya terminado de hablarle, que realice tareas delegadas sin escuchar la totalidad de las instrucciones y que tenga proyectos sin terminar por doquier no son sólo características de una persona despistada: tal vez esté sufriendo del déficit de atención con hiperactividad (TDAH, por sus siglas en inglés) en adultos, un mal hereditario.

Para la neuróloga puertorriqueña Ivonne Fraga, “muchas veces lo que pasa es que lo arrastran desde niños y no se les hace el diagnóstico“.

Rafael González, sociólogo clínico que realizó su tesis centrado en este tema, enumeró los síntomas que afectan al paciente. “Encuentra muy difícil entregar las cosas a tiempo o en fechas específicas, tiene dificultad para hacer varias cosas al mismo tiempo. Lo que tiende a caracterizar a estas personas es cierta falta de consistencia. Puede pasar que la persona es bien eficiente por un tiempo y en otro tiempo a una que no alcanza ese nivel” señaló, según publicó el sitio web El Nuevo Día.

“Se asocia con tener otras condiciones emocionales -por ejemplo, trastornos de ansiedad-, lo cual conlleva una dificultad para el tratamiento”, agregó.

En tanto, el psicólogo clínico Javier Plaza explicó que en el 65% de los casos de TDAH diagnosticados en la niñez la enfermedad persiste hasta la edad adulta.

Además, como en general se asocia este trastorno a los más chicos, en los mayores los profesionales suelen relacionar los síntomas a otras patologías como ansiedad, depresión, trastornos explosivos de coraje o problemas conyugales.

Plaza señaló que muchas personas, al encontrarse con estos problemas de atención, recurren a métodos para no olvidar las cosas, como hacer una lista. Pero muchos caen en actitudes obsesivo-compulsivas.

“Son adultos funcionales, pero cuando van a la relación interpersonal con la pareja y la familia, ahí es que se ve el déficit de atención en su máxima potencia”, señaló el experto.

Del TDAH a la demencia

Un estudio realizado por científicos argentinos y publicado en la edición de enero de la revista especializada European Journal of Neurology arrojó que los adultos con TDAH tienen casi tres veces más riesgo de desarrollar una forma común de demencia degenerativa que se llama cuerpos de Lewy.

Se trata de una enfermedad progresiva que lleva a la pérdida de memoria, por lo que se asemeja al Alzheimer.

“Lo que lo hace particular es que los pacientes tienden a tener también frecuentemente alucionaciones visuales. Lo otro que puede verse es que mientras vaya progresando la demencia pueden haber síntomas similares al Parkinson como músculos rígidos, que camina más lento, temblorosos“, explicó la psiquiatra y profesora de la Universidad de Puerto Rico, Georgette De Jesús, sobre la demencia degenerativa.

En el caso de los adultos con TDHA, los síntomas que revelan este mal mental son diferentes. “Mayormente estos adultos reflejan inatención y algunos impulsividad. Les cuesta prestar atención por períodos sostenidos de tiempo especialmente a cosas que le requieren esfuerzo mental, uno ve mucho la procrastinación. Hay muchísimo adulto que no ha sido diagnosticado, no conoce la condición y tienen muchos problemas interpersonales y en el trabajo”, dijo la especialista.

Consejos para adultos con TDHA

- Consulte a un psicólogo para que este le ayude a lidiar con su problema y a reconocer los síntomas y detalles de su condición.

- Si la distracción o la impulsividad son grandes, busque a un psiquiatra que pueda medicarlo. Los medicamentos no son los mismos que para los niños.

- Recurra a agendas, celulares o computadoras para hacer listados diarios que le ayuden a lidiar con la desorganización. También son útiles las alarmas.

- No se refugie en el alcohol para pasar por alto su condición.

- Tenga en cuenta lo que le dicen los profesionales sobre su vida personal y laboral y analícelo.

- Establezca horarios y límites de tiempo para ejecutar o terminar una tarea. No trate de hacer más de una al mismo tiempo, para poder terminarla.

- Involucre a su pareja en su tratamiento para que lo entienda y lo apoye

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