El Tiempo-Parte I
El tiempo es invisible e intangible pero tiene el poder de gobernar al hombre. Es el misterio más grande de la naturaleza, es más interno que externo y nos modela como personas.
Ciertos peces llegan a horario a las playas después de cruzar el océano para aparearse. Tienen sólo dos horas, de manera que tienen sentido del tiempo y le obedecen. Una demora para ellos puede significar la vida o la muerte.
Esta capacidad es instintiva ayudados por las señales de la luna y las mareas.
El hombre es diferente, aparentemente puede pensar sobre el tiempo y puede elegir, pero es probable que también estemos programados sin saberlo.
Un geólogo francés, investigando sobre geología, decidió encerrarse en un glaciar por dos meses. Una vez allí cambió su objetivo e inició una investigación para averiguar si el sentido tiempo dependía de factores internos o externos.
Era un lugar oscuro donde sólo podía sentir las propias sensaciones y sólo se comunicaba con el exterior para avisarles cada vez que se despertaba.
Ya la primera noche perdió el sentido del tiempo pero no obstante, el encierro le fue revelando que a pesar del aislamiento, el cuerpo mantenía un patrón de 24 horas. Había algo que regulaba el cuerpo independientemente del ciclo de la tierra.
Éste es un mecanismo biológico que controla nuestra conducta y afecta todo lo que hacemos.
El desempeño físico también cambia, durante el día la secreción de la hormona cortisol varía, el umbral del dolor es diferente, el cuerpo es más sensible al dolor a la mañana que a la tarde.
La zona que rige este mecanismo se encuentra en el cerebro y es la encargada de sincronizar nuestro organismo con el tiempo. No importa a la hora que nos acostemos porque nuestro cuerpo se encargará de que nos despertemos a la hora de siempre.
Los genes que rigen nuestro mecanismo biológico del tiempo es el mismo de todos los organismos vivos.
La luz eléctrica y la tecnología avanzada nos permite crear nuestro propio tiempo.
Es difícil imaginar cómo hacemos para evaluar el paso del tiempo sin nuestros relojes, pero según las investigaciones existe en el cerebro un circuito que se activa liberando un químico y generando un patrón de pulsos en las células.
Esto podría explicar el fenómeno que se produce en situaciones de accidentes, en que el tiempo parece desacelerarse precisamente cuando se libera mucha adrenalina que afecta este circuito.
Experimentos con animales sobre la influencia de las drogas han demostrado que efectivamente perturban el curso del tiempo.
Las ratas normalmente aprenden a presionar una palanca cada doce segundos para conseguir alimento; pero cuando están drogadas no pueden calcular el tiempo, tardan 16 segundos y fracasan en su intento.
La adrenalina afecta el cronómetro interno, desacelerando el tiempo. El tiempo es una parte fundamental de nuestra psicología, pero no todo es interno ya que también los estímulos del exterior influyen.
El tiempo siempre avanza y aunque no hay ninguna ley de la física que impida que pueda retroceder es improbable que lo haga en este Universo.
Esta cualidad de la naturaleza genera una conciencia humana del pasado, presente y futuro. El presente tiene significado a partir de un pasado y teniendo en cuenta un futuro.
El tiempo presente dura apenas una fracción de segundo, sin embargo es justo lo que necesitamos para poder recordarlo.
El tiempo en la tierra no es mecánico ni objetivo, es algo íntimo, muy personal, de nuestra interioridad y se puede acelerar y desacelerar.
Podemos vivir normalmente el transcurso del tiempo y también ser esclavos del tiempo.
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