La apariencia no define a un individuo porque el hombre es mucho más que eso, pero es una referencia para ocupar un lugar en un grupo social, una categoría o una clase, que le permite a un sujeto pertenecer a un círculo.
Todo círculo, como su nombre lo indica, es cerrado. Sólo se puede entrar si los que lo integran le aceptan el ingreso a todo aquel que pretende pertenecer, porque se abre o se cierra cuando entra o sale uno de ellos.
Todos se rasgan las vestiduras a la hora de hablar de discriminación, pero es verdad que en el fondo a muchos les gusta poner rótulos y juzgar a la gente por alguno de sus atributos aunque no tengan más elementos de juicio que la apariencia.
Para poder formar parte de un círculo social a veces, con sólo tener una sólida cuenta bancaria basta, en otras ocasiones pueden hacer falta dos apellidos, tener amigos influyentes, una buena casa, un auto nuevo y los chicos estudiando en los mejores colegios.
Pero alguien que tenga cierto aspecto distinguido, aunque no tenga demasiado, puede ser aceptado por su apariencia, porque solamente se parece a uno de ellos.
Son sectas, castas, todos iguales, que hacen lo que hacen todos, ni más ni menos, cumpliendo con las normas que aunque no están escritas todos las saben y ninguno se atreve a trasgredirlas, que no sea cosa que lo sancionen, lo pongan en el freezer y no lo invite ninguno más a ningún lado.
Por ejemplo en los countries se vive de otra manera; como en el limbo, separados del resto como si hubiera una epidemia, alejados de las cosas en común que tienen los ciudadanos tratando de inventar otro país que no es el nuestro.
Es una forma de vivir que nació del miedo a los ladrones, pero es inútil porque como es natural no hay rejas que impidan, que igual les roben.
Los ladrones entran a los bancos que es más difícil, no veo por qué no van a poder entrar en los countries o barrios cerrados, por más sistemas de seguridad que se implementen.
Los jóvenes no saben muy bien lo que pasa fuera del límite del cerco olímpico, porque no les interesa, les enseñaron que la vida es bella allí, no pueden mancillarla con noticias que la malogren, por eso todos ven “Gran Hermano” para ser como ellos, náufragos en una isla desierta.
Esa realidad creada con la ilusión de aislarse y poder vivir tranquilos, es falsa, nadie puede quedarse tranquilo en ningún lado porque la seguridad simplemente no existe, y ya no se puede inventar nada para zafar y así salvarse.
Ocultarse detrás de una mentira no conduce a nada, porque a la larga los jóvenes tendrán que ir a la Universidad y ver a su alrededor qué pasa, y entonces evaluar si les resultó positivo eso de vivir en una burbuja, como espectadores, al margen del resto, que vive como puede detrás de un muro, como si fuera de cemento.
No hay comentarios :
Publicar un comentario