Dinámica de los Pequeños Grupos


El estudio de los fenómenos de grupos es valioso porque son las células básicas de la sociedad.

Los grupos primarios son aquellos que se caracterizan por una relación y cooperación íntima y personal. Constituye un todo común que expresa sentimientos y mutua identificación.

Se denominan primarios en el sentido de ofrecer al individuo su primera y más completa experiencia social.

Por lo general tiende a influenciar a sus miembros con tradiciones, modos de comportamientos, ideas, normas que suelen subordinarse a un espíritu común, donde la aceptación mutua constituye el objetivo primordial.

Las características del grupo secundario son opuestas y en cierto modo complementarias de las del grupo primario. Las relaciones entre los miembros son frías, impersonales, racionales, contractuales y formales. Los individuos participan no como personalidades totales, sino sólo con relación a capacidades especiales y delimitadas. El grupo secundario no es un fin en sí mismo, sino un medio para otros fines.

Estos grupos son más numerosos y sus miembros tienen entre ellos sólo contactos intermitentes, a menudo indirectos a través de medios gráficos más que orales. Los ejemplos se extienden desde las asociaciones profesionales hasta el Estado mismo.

La forma de relación de los miembros de un pequeño grupo tiende a desarrollar una organización informal que sirve a los fines de identificar a los miembros frente a los “extraños”.

Una característica importante de esta organización informal la constituye un código de grupo. Este código, no se halla escrito y establece la diferencia entre el adentro y afuera del grupo.

No todos los miembros se comportan de la misma manera en un grupo. Existe una diferenciación de roles y una distribución de liderazgo. Algunos pueden ser líderes de iniciativas, o humoristas, productivos, autoritarios, ordenadores, observadores y hasta hay líderes saboteadores, que son los que tienden a la disgregación del grupo; mientras que la tendencia general de la mayoría de los miembros es la cohesión.

Las barras juveniles se consideran grupos primarios y en ella se observa todo tipo de comportamiento corporativo, hasta la deliberación y planeamiento más fríos, alcanzando hasta una elaborada tradición, casi una cultura propia como si se tratara de una sociedad en miniatura.

Cada uno de los miembros de estos grupos tiende a tener un status definido y las tareas comunes requieren una división del trabajo. Para enfrentar los conflictos, con otras pandillas, con la policía o con la comunidad en general, es necesario que exista cierto grado de liderazgo de característica autoritaria y subordinación a la disciplina consecuente.

El líder natural que encabeza a la banda es el guía y se arriesga más que los otros, que se sienten seguros en su presencia. Además de este rasgo de temeridad, es fuerte físicamente, rápido, decidido, imaginativo y con algún factor de poder como el dinero, un auto o experiencia de equipo.

En algunos casos este liderazgo se halla repartido entre varias personalidades fuertes, entre los que se destaca un lugarteniente que está siempre al lado del líder, compartiendo esta jerarquía de mandos los honores y las responsabilidades.

Sin embargo, la dominación por medio de un líder autoritario y fuerte no es la explicación suficiente de la cohesión de la pandilla, porque existe una forma de democracia; y también el líder debe acomodarse al resto en la medida de sus deseos. Por eso, aquellos líderes que cometen errores pierden el poder.

Este tipo de grupo tiene un código común, una cultura con normas y símbolos apropiados, que estructuran el consenso; y la pelea, impuesta como medio para resolver las diferencias, se realiza de acuerdo con las reglas establecidas por este código del grupo.

Algunas pandillas no tienen objetivos propios y el grupo para ellos es un fin en sí mismo más importante que su propia familia o carrera.

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