Si tu programa favorito comienza a las doce de la noche estás en problemas. Al menos en vista de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Estado de Ohio, quienes han experimentado con ratones comprobando que el mirar televisión hasta altas horas de la noche puede generar depresión en quienes tienen este hábito.
Hoy en día somos muchos los que solemos mirar algún programa de televisión o utilizar el ordenador tras haber cenado. A veces es el trabajo y otras el ocio, pero siempre solemos dedicar al menos una horita a inmovilizarnos frente al cuadrado iluminado. Bien, allí estaría entonces el quid de nuestra depresión.
Los investigadores experimentaron con ratones, exponiendo a algunos a la luz de televisiones para así medir su actividad cerebral y sus estados de ánimo, concluyendo que aquellos que habían pasado más horas frente al televisión en un horario no-biológico, habían sufrido más anímicamente.
Cuando modificamos nuestro reloj biológico y nos exponemos a fuertes luces en un horario no-natural, estamos alterando la conducta de nuestro organismo. Según los investigadores esto conduce a síntomas similares a los asociados a la depresión, tales como la falta de energía y de entusiasmo.
Desde la llegada de los aparatos eléctricos, los niveles de depresión en niños han ido ascendiendo a la par que las televisiónes, ordenadores, playstations y otros juegos se han ido difundiendo más y más. Los autores especulan con que podría existir una conexión entre los niveles de depresión y la luz artificial, y que corrigiendo este hábito podrían restaurarse niveles normales.
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