La explosión emocional
El estrés, la ansiedad, los problemas, las discusiones… Hay veces que, aunque durante todo el día mantengamos cierta calma y paz interior, puede que éstas se vean enturbiadas por el estallido de una furia incontrolable que, a veces, no sabemos explicar su procedencia.
Son las denominadas explosiones emocionales, las cuales, según muchos expertos, pueden llegar a repercutir en no sólo la propia estabilidad psicológica de las personas, sino favorecer la llegada de una negatividad psíquica tal que nos impida superar ese momento puntual que nos encontramos viviendo.
Somos personas, y como es de suponer hasta cierto punto, existen momentos y circunstancias diversas que nos impiden prevenir o evitar la aparición de estas explosiones emocionales.
Pero para poder seguir con el desarrollo de este interesantísimo tema, debemos hacer una pausa para tratar de describir qué se entiende por “explosión emocional”.
Una explosión emocional se da cuando no podemos evitar que literalmente se produzca un estallido de furia, terror, dolor o grito interior que puede manifestarse físicamente con la aparición de algunos síntomas relacionados directamente por el estrés y la ansiedad.
Puede estar motivado por un evento externo o bien por un pensamiento interior, y puede llegar a afectar a la persona de tal manera que le impide recuperar la estabilidad y tranquilidad interior hasta que no se tranquiliza y trata de solucionar ese problema negativo.
Podemos indicar que la explosión emocional puede ser controlada e incluso evitada en mayor medida, pero para eso se hace preciso que podamos ser capaces de controlar nuestros pensamientos, o al menos la forma como éstos repercuten en nuestra estabilidad.
Es lógico que, hasta cierto punto, hayan situaciones o momentos en que no podamos evitar su aparición, pero la forma como llevemos las cosas nos ayudará a que nos afecte en mayor o en menor grado.
Imagen | Blog de Jose Carlo
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