Ser feliz con estrés ..Sí, ¡es posible!

Parece contradictorio, pero lo puedes lograr con un cambio de actitud ante este elemento inherente a la vida. No evites el estrés, afróntalo como un desafío que puedes superar con tus recursos y habilidades. Clarifica el concepto de estrés, asúmelo como un reto más que una amenaza y busca los recursos que te faltan.




Curiosa invitación. Pero lo que en apariencia asoma como un contrasentido en realidad es un desafío de vida que todos pueden cumplir y que tiene lógica. Es posible vivir con estrés y hasta cansado con tantas tareas, pero igualmente feliz y pleno por haber sido capaz de superar ese reto.

Primero que todo es importante clarificar algunos conceptos básicos, pero que las personas suelen confundir. El estrés es el proceso natural de interacción entre la persona y su entorno, es un estado de alerta y de acción permanente del diario vivir. Todo es estrés, desde buscar el paraguas porque llueve hasta enfrentar las presiones de un jefe exigente. “Estrés es vida, y es natural vivir estresado. Lo contrario es muerte, inactividad, letargo. Debemos entender el estrés como una activación humana natural ante demandas internas y del entorno��?, explica la psicóloga Marcela Lechuga.



Estrés: distrés o eutres


La connotación negativa que se tiene del estrés en rigor es propia del distrés, o emociones negativas que tienen personas sin recursos ni habilidades que le permitan afrontar el estrés. Así también existe el eustrés, entendido como aquellas emociones positivas y gratificantes resultantes de la superación –mediante recursos y capacidades- de los desafíos impuestos por el estrés. Así una persona incapaz de esperar con paciencia una larga fila de un banco sentirá emociones como la ira o la ansiedad, típicas del distrés. Por el contrario, un individuo capaz de autorregular sus emociones en la misma situación estresante logrará sentirse satisfecho y tranquilo, sentimientos demostrativos del eustrés.

Las emociones resultantes de un estrés positivo –eustrés- son protectoras y permiten lograr una actitud de vida más saludable. No así aquellas propias del estrés negativo –distrés-, que tienen significativa influencia en la propensión de enfermedades, a través de mecanismos psicosociales y psiconeuroinmunológicos.

Marcela Lechuga explica que para afrontar el estrés es primordial contar con los recursos para responder a los desafíos.��?Estas capacidades para asumir el estrés son los recursos personales de afrontamiento, para afrontar demandas internas o del entorno. Si cuentas con los recursos tendrás un estrés positivo, de lo contrario te afectará el distrés��?, señala la especialista.


Soy feliz, tengo los recursos


Si las personas cuentan con los recursos para afrontar el estrés, éste se transforma en un desafío positivo. Las emociones resultantes son el regocijo y satisfacción ante la superación de metas, y así allanar el camino hacia la felicidad. Pero la carencia de recursos genera sensaciones negativas como frustración o descontrol, por la incapacidad de superar el desafío que sin recursos se transforma en una amenaza.

En la percepción del estrés son importantes la valoración de los eventos estresantes y los afrontamientos. “Los afrontamientos son nuestras respuestas cognitivas y emocionales para responder a las demandas��?, dice Lechuga.
Pero que ocurre si ante las demandas y desafíos que impone el estrés no se cuentan con los recursos necesarios. “Si no contamos con esos recursos lo primero es darme cuenta cuáles son los que me faltan. Si carecemos de algún recurso lo podemos conseguir, todo en la vida se aprende��?, asegura la psicóloga.

Aunque la falta de tiempo y energía son las principales carencias de recursos según las personas, para la especialista la lista es más amplia. “Entre los recursos también está lo material, la salud, los amigos, familia, las redes de apoyo y habilidades sociales. Las personas con más déficit en sus habilidades sociales tienen más riesgos de caer en un distrés, por ello es importante saber pedir ayuda y apoyo en los demás��?, sostiene la psicóloga.

Según Lechuga incluso se puede alcanzar la felicidad a partir del distrés, en la medida de que seamos capaces de determinar qué recursos nos faltan, pedir ayuda si es necesario para superar esas carencias y así afrontar esas demandas de manera saludable y positiva.

Otros de los recursos relevantes para afrontar el estrés son las habilidades de autorregulación emocional. Estas habilidades se aplican en tres ámbitos: competencias o recursos interpersonales, con los demás; intrapersonales, con uno mismo y transpersonal, que trasciende a lo espiritual y a la apertura de conciencia.

“En estos recursos intangibles hay una riqueza infinita. Pero a su vez en las personas hay una pobreza enorme de estos recursos, por eso vemos tanta tristeza. Los recursos que nos permiten asumir el estrés y ser felices son infinitos, pero primero debes darte cuenta cuáles te faltan y buscarlos, porque nuestras capacidades de aprendizaje y desarrollo personal son ilimitadas��?, dice la psicóloga Marcela Lechuga, que dicta el taller de desarrollo personal “Ser feliz con estrés��?, cuyas inscripciones e información se pueden obtener en el fono (02) 206 1351.

Por último la especialista reconoce que la felicidad se sustenta de manera importante en la riqueza, pero no en aquella material sino en la de contar con los recursos y habilidades necesarios para afrontar la vida de manera plena.

“Si aprendemos a autorregular nuestras emociones, a suplir nuestras carencias de recursos y a transformar la amenaza del estrés en un desafío para crecer lograremos ser cada día más felices. El estrés en nuestro mejor entrenador para desarrollar habilidades, en lugar de evitarlo debemos afrontarlo con optimismo y espíritu de superación?, concluye.

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