
La mayoría de quienes trabajan las toman en verano, aunque en cualquier época del año son oportunas. No sólo son una necesaria pausa para la mente y el cuerpo, también son una ocasión propicia para vivir en familia y disfrutar de las cosas simples, pero esenciales, de la vida.
El calor se impone a lo largo y ancho del país, y con él también suben las ganas de hacer un alto al trabajo y tomar el merecido descanso.
Las vacaciones no son un beneficio laboral que se pueda tomar u obviar. Aunque algunas personas suelen postergarla por años e incluso negociarlas con el empleador a cambio de dinero, lo aconsejable es tomarlas cada año y no acumularlas. Por algo en Chile la normativa laboral establece 15 días hábiles de vacaciones para el trabajador, luego de un año en el desempeño de sus funciones. Incluso algunas empresas otorgan 5 días adicionales.
“Es importante tomar vacaciones ya que el cuerpo y la mente necesitan un periodo de descanso. Sin esta pausa necesaria en el trabajo tarde o temprano aparecen algunos indicadores, como por ejemplo ciertas somatizaciones como colón irritable, cefaleas e irritabilidad. Son señales que nos dan cuenta de que es necesario parar y descansar��?, asegura la psicóloga laboral Liz Romero.
Otro aspecto a considerar es si tomar el total de los días legales de descanso de una vez o parcelarlos a lo largo del año. Las opiniones al respecto son divididas, pero es oportuno escuchar a la especialista: “Lo ideal es pensar en tres semanas continuas y no dividirlas durante el año. Esto se explica porque la primera semana la persona recién empieza a desconectarse y a dejar de lado sus preocupaciones, la segunda semana se supone que uno ya debiera empezar a descansar ya que en esta etapa uno ya está desvinculado y los últimos cinco días, si bien son de descanso, es el tiempo para preparar el regreso al trabajo y a nuestra casa, si estamos fuera de ella��?, sugiere la psicóloga Liz Romero.
Desconexión total
La especialista pone atención en lo nocivo que resulta para las personas el seguir conectados al trabajo durante vacaciones, ya sea a través del teléfono o el envío de correos electrónicos para estar al tanto de lo que ocurre en la oficina o la empresa. Por lo general son los denominados trabajólicos, gente con cargos gerenciales o simplemente personas incapaces de delegar responsabilidades y confiar en los demás.
“La verdad es que el seguir conectado no te permite un verdadero descanso, ya que la idea de las vacaciones es hacer otras cosas que habitualmente no haces y que significan un disfrute para la persona. Además, las vacaciones son la oportunidad para conectarse con la naturaleza, disfrutar de cosas sencillas como escuchar a los pájaros o pasear por un parque��?, subraya la especialista en desarrollo organizacional.
También las vacaciones son, en algunos casos, la única ocasión del año para que los distintos miembros de la familia compartan día y noche, ya sea en un paseo o en el mismo hogar. La jornada escolar completa de los niños, la universidad en el caso de los jóvenes y el trabajo de los padres imposibilitan que durante el año la familia esté unida y comparta. “Claramente las vacaciones son una oportunidad para que la familia haga actividades en conjunto, independiente de las edades que cada uno tengan. Por ejemplo un buen paseo por el día da la posibilidad de compartir experiencias y disfrutar en familia��?, dice la profesional.
El dinero no es excusa
A juicio de la psicóloga Liz Romero la falta de dinero no es un pretexto válido para prescindir de las vacaciones. “Son un periodo de descanso, independientemente de si se puede o no salir de la ciudad. Aquellas personas que no tienen la posibilidad económica de salir a otro lugar pueden realizar actividades que no son habituales en su día a día en su propia ciudad. Por ejemplo hay muchas obras de teatro que se dan en Santiago y regiones que son gratuitas, además las municipalidades en general planean actividades que también son gratis y que permiten que tanto adultos como niños se diviertan en sus vacaciones. Por otra parte, no hay que olvidar que ir a un parque o dar un paseo en bicicleta también pueden convertirse en una actividad entretenida y que no tiene costo?, propone la sicóloga.
Si es bueno o no salir de la ciudad al primer día de vacaciones y volver horas antes del regreso al trabajo, Liz Romero comenta: “Depende de cada persona, lo importante antes de salir es tener una planificación, hacer un listado de las cosas que son necesarias y partir lo suficientemente descansado. Además, es bueno dejar los temas que son de mi responsabilidad cerrados para que no sean una preocupación durante las vacaciones?, señala.
Por último la psicóloga laboral sugiere no sobredimensionar las expectativas y aterrizarlas a nuestro contexto. “Para que nuestras vacaciones sean un verdadero descanso también es importante controlar nuestras expectativas. Si algo no sale al ciento por ciento como esperábamos, no echarnos a morir y disfrutar de lo que sí hay y de las oportunidades que se nos ofrecen?,
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