
El entrenamiento deportivo exige el auxilio de las ciencias aplicadas al deporte para responder al complejo fenómeno de la preparación del deportista, por ello una ciencia como la Psicología apoya activamente la labor de desarrollo y perfeccionamiento de la maestría deportiva para garantizar altos rendimientos y la excelencia deportiva. Esto genera la necesidad de seguir perfeccionando estilos de trabajo psicológico con proyecciones teórico prácticas cada vez mejores. En este sentido la preparación psicológica, como una dirección de la preparación del deportista, cobra cada vez mayor importancia y significación.
Psicólogos del deporte en nuestro país que se han dedicado a la investigación científica, entre ellos los Drs. Osmel Martínez, Angeolina Bermúdez, García Ucha, González Carballido y el Lic. Leonel Russell, han planteado la necesidad de un enfoque integral en la preparación psicológica, contextualizada en el entrenamiento deportivo y relacionada estrechamente con los principios, leyes y etapas para dirigir este proceso. En tal sentido los objetivos de la preparación psicológica, se derivan de los del entrenamiento deportivo y se delimitan las bases psicológicas de las direcciones de la preparación del deportista: física, técnica, táctica y teórica.
Si bien a nivel teórico esta idea es válida, es necesario definir cómo realizar la preparación psicológica en cada equipo y deportista en particular, cuáles son sus objetivos en términos de acciones concretas para que la integración no se convierta en un discurso formal y se materialice en la práctica psicológica de los equipos deportivos juveniles.
Un objetivo de la Psicología del deporte es el desarrollo de entrenamientos psicológicos con los deportistas. Según criterio de Ucha (1998), estos entrenamientos no difieren de otros tipos de intervenciones utilizadas por los psicólogos, con el objetivo de formar, desarrollar o modificar al deportista para que en entrenamientos y competencias ejecute las acciones con máxima calidad y logre sus metas. Coincidimos con el criterio del Lic. Leonel Russell cuando plantea que estos entrenamientos psicológicos resultan una vía para influir en algunas de la facetas de la preparación psicológica.
El trabajo investigativo desarrollado posibilitó la creación y aplicación de un entrenamiento psicológico integrador esencialmente dirigido a quebrantar las posiciones fragmentarias y reduccionistas existentes en torno a la intervención psicológica en el proceso de la preparación del deportista juvenil, significando un ascenso cualitativo en los estilos de preparación psicológica en los equipos deportivos juveniles seleccionados.
Desarrollo:
Asumir una posición teórica integradora en la intervención psicológica, según nuestros puntos de vista, implica contextualizarla en la situación social del desarrollo del deportista, teniendo en cuenta las exigencias del entrenamiento deportivo y la atención al factor psicológico visto como un reflejo en unidad cognitivo afectiva y organizado sistémicamente en síntesis reguladora de la personalidad, que tiene una particular relevancia en la regulación del comportamiento del deportista.
El concepto de situación social del desarrollo introducido por Vigotsky y desarrollado por L. Bozchovich, resulta imprescindible como exigencia teórica metodológica para una adecuada concepción del entrenamiento psicológico integrador.
Este concepto permite entender la dialéctica de las condiciones externas en las que la actividad deportiva, sus exigencias y el equipo deportivo como contexto juegan un papel fundamental y los factores internos de índole psicológica, en los cuales debemos incidir para potenciar el desarrollo del deportista. Como expresión de este principio, logramos integrar las relaciones entre los diferentes aspectos psicológicos que en nuestro criterio son los más relevantes para esta etapa del desarrollo juvenil.
Otro concepto que resulta imprescindible en este sentido es el de Zona de Desarrollo Próximo, el que se define por Vigotsky como: La distancia que existe entre el nivel de resolución de una tarea que una persona puede alcanzar, actuando independientemente y el nivel que puede alcanzar con la ayuda de otra persona mas competente o experto en la tarea.( Vigotsky 1887) El aprendizaje que se produce en el marco del entrenamiento psicológico se relaciona con la creación de zonas de desarrollo próximo, a partir de niveles ajustados de ayuda por parte del psicólogo y el entrenador en fases de acción compartidas con el deportista hasta la acción independiente de éste.
Cuando se habla de integración de lo psíquico, nos referimos además a que el propio carácter sistémico de la Personalidad determina que sus elementos y formaciones se integren en distintas configuraciones psicológicas de forma simultánea, en unidades sistémicas parciales las que tienen una particular relevancia en la regulación del comportamiento. Estas unidades se caracterizan por la relación necesaria entre elementos psicológicos bien definidos, cuya resultante constituye un producto cualitativo diferente al de cualquiera de sus elementos tomados por separado. En el caso del entrenamiento psicológico integrador la síntesis reguladora objeto de influencias está formada por el sistema de motivos deportivos, la autovaloración y los estados emocionales de tensión frustración.
Como una necesidad de la investigación formulamos un constructo de preparación psicológica de acuerdo a los supuestos teóricos y prácticos que maneja; así expresa: La preparación psicológica como una dirección de la preparación del deportista constituye un proceso psicopedagógico que permite el desarrollo e integración de lo psíquico para un modo de actuación autorregulado que contribuya al logro de la excelencia deportiva.
Planteamos dos tipos de frustración a partir de las investigaciones realizadas durante diez años en equipos juveniles: la reacción situacional de displacer y el estado de displacer frustrante. Esta caracterización psicológica y las regularidades del comportamiento del deportista juvenil, constituyen los aportes teóricos de la investigación, de gran importancia para el trabajo de los entrenadores y psicólogos deportivos para un mayor conocimiento de la situación social del desarrollo del deportista, lo que permite un mayor trabajo en la zona de desarrollo próximo, donde se interrelacionan dialécticamente los procesos de enseñanza – aprendizaje y educación, para aplicar con mas eficiencia los principios del entrenamiento deportivo y lograr una dirección más efectiva del proceso de la preparación del deportista juvenil.
Por tales razones el entrenamiento psicológico integrador tiene un valor educativo porque coadyuva a la aparición y desarrollo de motivaciones de autoperfeccionamiento en el orden físico, técnico táctico y psicológico, potenciando el desarrollo de su personalidad. La formación de dichas motivaciones está vinculada con el afán de lograr marcas deportivas, por lo que de esta forma el deportista joven mejoró su disposición psíquica hacia las exigencias del entrenamiento deportivo.
Por otro lado el entrenamiento integrador contribuyó a que el deportista enfrentara y tolerara el efecto de las cargas de entrenamiento y su correspondiente repercusión psicológica, coadyuvando al incremento de su bienestar y equilibrio emocional, al dotarlos de recursos psicológicos útiles en otras esferas de su vida social, todo lo cual expresa el valor de este trabajo para la práctica social. Estos aspectos responden a los intereses de la política educacional de nuestro país en la lucha por elevar la calidad de la educación.
La intervención psicológica es una necesidad como expresión de un trabajo psicológico más complejo de modificación y transformación de los problemas existentes para aportar soluciones eficaces a los mismos en el proceso de la preparación del deportista juvenil. Por tal motivo en el orden práctico el trabajo aporta un sistema de acciones para la implementación del entrenamiento psicológico que se insertan en las diferentes direcciones del entrenamiento deportivo y que funcionan como elementos orientadores en el proceso integral de la preparación psicológica y un sistema de técnicas de intervención psicológica, adecuadamente ajustadas por la autora en trabajos anteriores ya referidos, a las características psicológicas del deportista juvenil y de la actividad deportiva.
El entrenamiento psicológico aplicado tuvo en cuenta las exigencias y características psicológicas de la actividad deportiva además de la estructura del entrenamiento deportivo, por tales motivos se aplicó en los mesociclos iniciales de la macroestructura del proceso de preparación del deportista donde este tiene que asimilar elevadas cargas de entrenamiento con su correspondiente repercusión psíquica, lo cual exige elevar las capacidades funcionales del organismo y las psicológicas en el orden motivacional, emocional y volitivo.
En la aplicación del entrenamiento psicológico, dirigido por el psicólogo, el trabajo conjunto con el entrenador es esencial ya que este se insertó de forma activa en su desarrollo y contribuyó al logro de sus objetivos, lo que le propició una elevación de su preparación teórica y metodológica. Esto es expresión de un trabajo grupal de carácter multidisciplinario para lograr más eficiencia en el entrenamiento deportivo y en la preparación del deportista juvenil.
El trabajo desarrollado asume perspectivas metodológicas múltiples en la búsqueda de un concepto de investigación total, pues aunque se desarrolla desde un estudio de casos, método muy empleado en la perspectiva ideográfica, se utiliza la observación, el experimento y técnicas abiertas como una vía de triangular y alcanzar un mayor rigor en el manejo del cuerpo fáctico de la investigación.
El estudio de casos permitió el estudio profundo de un caso individual, mediante un repertorio de técnicas psicológicas, incluyendo también el experimento.
Se destaca que el centro de las valoraciones es cualitativo, aunque se procesan estadísticamente los resultados relacionados con la observación y autoobservación en las constataciones iniciales y finales para apreciar también por esta vía la existencia de los cambios a través de la prueba estadística no paramétrica de Wilcoxon mediante el paquete de análisis de información SPSS.
El experimento realizado se desarrolló en dos etapas: en un primer momento, en la constatación inicial, se observaron las manifestaciones de los estados de tensión y frustración en los deportistas, provocándolos artificialmente mediante consignas frustrantes y tiempos reducidos en la ejecución de las acciones en el tablero de clavos; además de la aplicación de los cinco deseos, la composición y el completamiento de frases. El segundo momento es de carácter formativo donde se aplicó el entrenamiento psicológico elaborado. La constatación final se realizó con los mismos métodos y técnicas que en la constatación inicial tal como corresponde a la dinámica del trabajo experimental.
Se seleccionaron dos equipos, correspondientes uno a deportes de combate como el judo femenino y otro a juegos con pelota como el fútbol, formado por veinticinco deportistas con promedio de edad de 17 años .En estos equipos existían problemas de disminución del rendimiento deportivo, desmotivación y apatía de los deportistas hacia el entrenamiento deportivo, dificultades constatadas en el diagnóstico inicial de la investigación. Por tales razones la comisión técnico metodológica solicitó de forma priorizada el estudio psicológico de ambos equipos.
Se tuvo en cuenta además la caracterización psicológica general de los deportes, esto permite mostrar las posibilidades de aplicación del entrenamiento psicológico. Para ello se utilizaron los criterios de Puni y Dzhamgarov (1979) que establecen grupos de deportes que se diferencian según las características de las interacciones y el carácter directo o indirecto de la lucha deportiva.
El entrenamiento psicológico diseñado tiene bien delimitados su objeto, objetivos, acciones y técnicas de intervención psicológica.
La determinación de estos aspectos teóricos y metodológicos fue un proceso que se gestó a partir de las investigaciones realizadas en diferentes equipos juveniles y constituyen elementos generales y orientadores para el proceso de preparación psicológica teniendo en cuenta los objetivos del entrenamiento psicológico en el deporte juvenil. De estos elementos generales se derivaron los programas del entrenamiento psicológico para cada equipo deportivo.
El objeto de influencia del entrenamiento psicológico es una síntesis reguladora del comportamiento de los jóvenes deportistas constituida por: la integración del sistema de motivos deportivos, autovaloración y los estados emocionales de frustración tensión.
El entrenamiento se aplicó para cumplir los objetivos de desarrollar y adecuar el contenido y la jerarquía de los motivos deportivos, perfeccionar los mecanismos de autoconocimiento y autovaloración y controlar los estados de tensión psíquica y frustración
De tal manera el entrenamiento psicológico contribuye al desarrollo del estado de disposición psíquica en el deportista juvenil.
De estos objetivos se derivan las acciones psicológicas que se insertan en las diferentes direcciones de la preparación del deportista y las técnicas de intervención psicológica.
Las acciones están despojadas de una estructura operacional para ser convenientemente aprehendidas para su transferencia a nuevas situaciones de modo que puedan funcionar como elementos orientadores en el proceso de la preparación psicológica, constituyendo de esta forma un aporte a la práctica.
Conclusiones:
Los sistemas motivacionales reguladores de la actividad deportiva en los deportistas investigados, después de aplicado el entrenamiento psicológico, forman una unidad de conocimiento y vivencia en cuyo desarrollo juegan un papel fundamental la reflexión y las valoraciones, células psicológicas fundamentales del proceso de desarrollo de la personalidad de los jóvenes deportistas y expresión inmediata y efectiva de las influencias psicológicas recibidas, todo lo cual demuestra el valor educativo del mismo.
Los deportistas aprendieron durante la aplicación del entrenamiento psicológico a integrar pensamientos y vivencias en la ejecución de las acciones que provocaron en ellos la sensación de confianza, dominio y control. Estos aspectos contribuyeron a reforzar la actividad mental y la unidad cognitivo afectiva como bases psicológicas de la preparación física y técnico táctica.
El entrenamiento psicológico integrador es efectivo en los equipos estudiados al provocar cambios en un tiempo relativamente corto el comportamiento de los deportistas en relación a la efectividad de la autovaloración como mecanismo de autorregulación de la personalidad, en el enriquecimiento de sus motivos deportivos y en un mejor control de los estados de tensión y frustración, todo lo cual mejora la disposición psíquica de los deportistas para la asimilación de las exigencias del entrenamiento deportivo.
Los resultados del trabajo, sus principales enfoques teóricos y metodológicos traducidos en una práctica específica demandada cada vez más por el desarrollo del deporte, son aplicables en el proceso de preparación psicológica de los equipos juveniles.
El entrenamiento psicológico aplicado es una vía eficaz para contribuir al proceso psicopedagógico de la preparación psicológica y desde esta perspectiva coadyuvó al logro de los objetivos del sistema de la preparación del deportista juvenil.
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