Crisis de pánico...Siento que se me acaba el aire.


La crisis de pánico se define como la aparición de episodios espontáneos de intenso miedo o malestar, que son acompañadas de múltiples síntomas; entre ellos, temor a morir, infartarse, desmayarse o volverse loco, sudoración, palpitaciones, náuseas, temblor y sensación de ahogo. Este mal afecta al 2 a 3 % de la población adulta.




“Iba caminando por la calle, y de pronto sentí que se me acababa el aire, ¡me empecé a ahogar!... El corazón me palpitaba a mil, ¡sentía que me iba a morir!��?…
Esta es una de las situaciones o testimonios más frecuentes de quienes han vivido o experimentado alguna vez una crisis de pánico, mal que en la actualidad afecta aproximadamente al 2 a 3% de la población adulta.

Según explica el médico siquiatra, Dr. Roberto Amon, la crisis de pánico se define como la aparición de episodios espontáneos de intenso miedo o malestar, que son acompañadas de múltiples síntomas; entre ellos, temor a morir, infartarse, desmayarse o volverse loco, sudoración, palpitaciones, náuseas, temblor y sensación de ahogo. “Es importante mencionar que las crisis deben ser espontáneas para diferenciarlas, por ejemplo, de las fobias, que también son crisis pero de angustia asociadas a la exposición de una situación temida, como por ejemplo una fobia a un animal o a volar��?, aclara el especialista.

Cualquiera puede sufrir de pánico
El siquiatra precisa que cualquier persona puede experimentar alguna vez en la vida una crisis de pánico, pero para que se transforme en un verdadero trastorno, se requiere que estas crisis se presenten de manera repetida en el tiempo, y la persona experimente temor a presentar nuevas crisis y preocupación acerca del significado de las mismas. También van asociadas a cambios conductuales como, por ejemplo, evitar realizar algunas actividades. “Por ejemplo si la crisis se presentó mientras la persona practicaba deporte, muy pronto comienza a evitar realizarlo para no verse expuesta a repetir la experiencia��?, explica.
Sobre el origen o causas de esta crisis sicológica, el profesional indica que no se conoce la causa última de este trastorno, pero se sabe que afecta 2 a 3 veces más a mujeres que a hombres, principalmente, a separados o divorciados. La edad de inicio habitualmente es entre los 25 a 30 años, y es más frecuente si uno es familiar de primer grado de una persona con pánico, y si sufre algunas enfermedades físicas como epilepsia y enfermedades tiroideas. “Es muy importante mencionar que antes de hacer el diagnóstico de un trastorno de pánico se debe descartar la presencia de alguna enfermedad o condición médica que la explique como, por ejemplo, algún trastorno cardiovascular o el uso de alguna droga o sustancia��?, señala.
Tratamiento
Según el Dr. Amon, el tratamiento especializado para quienes padecen de crisis de pánico, involucra en muchos casos el uso de medicación específica, especialmente antidepresivos con efecto antipánico y psicoterapia de orientación cognitiva conductual, que permite identificar y modificar aquellos factores que gatillan o perpetúan la presencia de los síntomas, como la mala interpretación de sensaciones corporales normales o ciertas creencias disfuncionales.

“La duración completa de la terapia es de al menos 1 año, pero muchos pacientes quedan asintomáticos en pocas semanas. Los resultados a largo plazo con la terapia apropiada son muy alentadores, lográndose la remisión completa de los síntomas en más del 90% de los pacientes��?, asegura.

Agrega que si este cuadro no se trata adecuadamente, puede limitar severamente la calidad de vida de los pacientes, ya que tienden a reducir progresivamente sus actividades por el temor a sufrir nuevas crisis. “En este sentido hemos visto a pacientes que están confinados en su habitación sin poder salir solos de su casa?

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