Pesadillas: cómo dejarlas atrás


Las pesadillas pueden aparecer a cualquier edad. Según una reciente investigación irlandesa, los sueños malos y terrores nocturnos están afectando en los últimos años a más mujeres que hombres. Aunque no existe una explicación científica, las mujeres interrogadas alegan que descansan mal debido a la cantidad de tareas que desarrollan durante el día, la poca ayuda que tienen por parte de la pareja o familia, las presiones sociales por tener que rendir y estar siempre al ciento por ciento y las discusiones que surgen en su entorno.

Para evitar la pesadillas hay que saber qué puede provocarlas

- situaciones de estrés laboral o familiar

- alguna situación límite como muerte de un ser querido o un accidente

- problemas de salud como la depresión

- estrés postraumático originado tras una catástrofe o situación de desgracia

- cansancio y fatiga

Las pesadillas no suelen ser eternas. “Son recurrentes durante cierta etapa compleja que se esté atravesando. Es importante no desesperarse e intentar llevar una vida normal sin pensar demasiado en ellas ya que el inconsciente muchas veces juega una mala pasada”, comenta la psicóloga argentina Milena Zárate.

Consejos que ayudan a no tener pesadillas

- Mantener un orden en el sueño es importante.

- Acostarse a la misma hora.

- Revisar que el lugar donde se duerme sea un sitio tranquilo sin ruidos incómodos

- Evitar discusiones antes de irse a dormir

- Se aconseja que la cena sea ligera

- Utilizar la cama para dormir, no para comer, leer o ver televisión

- Evitar las películas de acción o terror antes de irse a acostar.

La manera más efectiva de terminar con las pesadillas es resolver los problemas que surgen en el día a día. “Las pesadillas son el reflejo de lo que nos pasa.

Si un problema lleva sin control durante mucho tiempo, esta situación se manifestará en nuestros sueños. Por tal motivo es indispensable que la persona repase qué inconvenientes está teniendo para poder intentar resolverlos.

La ayuda psicológica es importante para desvelar ciertas cosas que uno mismo no puede lograr y no hay que avergonzarse si se necesita recurrir a ayuda terapéutica”, sostiene la especialista.


Prioridades:

- Analizar los inconvenientes que surgen de manera cotidiana o que se vienen arrastrando durante varios años para poder darles una resolución.

- Intentar llevar un orden del sueño. Acostarse siempre a la misma hora y no variar las costumbres que se tengan.

- El autoconocimiento es imprescindible si es problema que se tiene es de origen emocional.

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