¿Dónde está la brújula?


¿Dónde está la brújula?

Un "propósito" es un plan, una intención en la vida o un objetivo. A nivel empresarial se denomina misión o proyecto. Siempre tenemos propósitos y sin darnos cuenta están incluidos en cada cosa que hacemos.

La naturaleza, de hecho ha establecido distintos propósitos a los seres vivientes como el de procrear y conservar la especie. La humanidad tiene siglos tratando de vivir en armonía y en paz aunque los designios y objetivos de los violentos nos hayan llevado a la guerra tantas veces.

Como personas tendríamos que asumir un propósito en nuestra vida. Algunas personas lo encuentran desde muy temprano y están conscientes de lo que quieren ser o a qué se van a dedicar, también hay quienes van por la vida sin saber lo que quieren, y tienen como filosofía el "cómo vaya viniendo vamos yendo". La mayoría reconoce algún propósito y tratan de alcanzarlo, sin embargo aceptan que las circunstancias nos pueden hacer cambiar nuestras metas.

Cuando se encuentra un propósito en la vida las personas se sienten más seguras y por supuesto le encuentran significado a lo que hacen, sintiendo una gran satisfacción y felicidad. Ejemplos de esto son los personajes históricos como Simón Bolívar que nos legó la libertad o la Madre Teresa de Calcuta cuyo propósito fue ayudar a los más pobres y enfermos, o personalidades como Walt Disney quien sigue dando alegría y fantasía a los niños o Bill Gate, cuya tecnología en el campo de la computación transformó al mundo.

La realidad nos lleva muchas veces a ocuparse en lo que sea para pagar las cuentas, levantarnos muy temprano, estar todo el día bregando, trabajar en los quehaceres de casa, dormir extenuados para recomenzar al día siguiente, o sea: Sobrevivir.

La verdad es que sin un propósito de vida puede ser que se resuelva el problema económico trabajando, pero la insatisfacción no. El vacío seguirá allí. A la larga no nos dará satisfacción.

Es muy importante preguntarse en qué somos capaces o cuáles son nuestras habilidades y aptitudes, que es lo que nos gusta, que nos apasiona, una vez que nos respondamos, veremos claro cual es nuestra causa de vida: Sea altruista, científica, deportiva, artística, tecnológica, literaria, o simplemente ser feliz y hacer felices a los demás. Una vez que definamos nuestro propósito de vida debemos trazarnos, metas y objetivos para cumplirlo y trabajar en ese sentido. El propósito no necesariamente tiene que ser el mismo toda la vida, pero si debemos tener uno invariablemente a lo largo de la vida. Así nunca vamos a perder la brújula y sabremos, al menos, hacia adonde vamos.

Fuente: http://www.revistabuenasalud.cl/

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