La dependencia emocional


La dependencia emocional que sentimos hacia las personas que nos rodean y que queremos no debe impedirnos realizar nuestros sueños, evolucionar como personas y progresar en nuestras vidas.

Cierto grado de dependencia emocional es sana y natural para el ser humano, está nos lleva a crear vínculos afectivos con las personas que nos rodean, primero con nuestros progenitores cuando somos niños, en la adolescencia con los amigos y en la edad adulta con nuestra pareja. El problema surge cuando este tipo de dependencia nos afecta en lo personal y nos impide desarrollarnos en la vida como seres independientes y libres.

La dependencia emocional que sentimos hacia las personas que nos rodean y que queremos no debe impedirnos realizar nuestros sueños, evolucionar como personas y progresar en nuestras vidas. Si en ocasiones te sientes presionada o chantajeada emocionalmente, tendrás que aprender a liberarte de estas presiones, si dependes excesivamente de alguien que te impide avanzar, quizás es que esa persona no te quiere realmente como mereces, eres tú quien debe llevar las riendas de tu vida y hacerle ver a esa persona que la consecución de tus ambiciones es importante para ti, y que no por ello la vas a querer menos.

Si renuncias a tus sueños pensando en la felicidad de los demás, habrás renunciado a ser tu misma, habrás forjado tales lazos de dependencia emocional que te harán sentir inferior e insegura. Piensa que para que una relación afectiva funcione tiene que empezar por ser una relación sana, es decir, en la que ambos miembros se acepten tal y como son, con sus virtudes y sus defectos, sin intentar cambiar lo esencial del otro. Pero para ello, para aceptar a tu pareja tal y como es, primero debes aceptarte a ti misma. Una vez puestas tus prioridades en orden y con las ideas claras, a través de la comprensión y del diálogo, lograreis tener una relación equilibrada. No esperes a que tu pareja descubra lo que piensas, necesitas o como te sientes sin decirle ni palabra, debes confiar en él y aprender a sincerarte, es la mejor manera de evitar futuros conflictos y malentendidos.

En muchas ocasiones resulta difícil delimitar donde acaba el amor y empieza la dependencia, sus límites no se hallan bien definidos, por eso -especialmente si eres una persona insegura- debes de tener bien claro que nunca vas a dejarte chantajear emocionalmente. Si aceptas dicho juego fomentarás en ti misma sentimientos de culpabilidad que contribuirán a minar tu autoestima, además de estar permitiendo que tu relación de pareja se desmorone. No te dejes manipular y convéncete de que la felicidad de tu pareja no depende exclusivamente de ti, debes decirle las cosas que te molestan o no te gustan. Ambos debéis dialogar y reflexionar sobre vuestra relación, comunicar al otro lo que cada cual espera de ésta, y mostrarse abiertos a las necesidades de la pareja para satisfacerla, pero siempre que ambos miembros estén dispuestos, si sólo cedes tú, tu relación con el paso del tiempo y la consiguiente agravación de los conflictos resultará cuanto menos insostenible.

Si te hallas en esta situación, reflexiona a fondo sobre tu vida y el rumbo que deseas que ésta tome en el futuro, no renuncies nunca a ser tú misma.

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