El casamiento afecta en forma diferente a hombres y mujeres


¿EL ESTRÉS PRE-BODA ES DISTINTO A OTROS TIPOS DE ESTRÉS?

Las manifestaciones del estrés pre-boda no difieren de las que surgen en otras situaciones tensas, pero el casamiento es un suceso vital que genera elevados montos de tensión. La mujer que está a punto de casarse atraviesa un período de nerviosismo, ansiedad, temores, exigencias, etc., no sólo por los preparativos del evento y el deseo por llegar “perfecta” a ese día tan importante, sino porque la boda en sí es un momento de cambios trascendentes en la vida de los novios: se inicia un nuevo camino de proyectos compartidos y la asunción de un compromiso diferente al que se tiene durante el noviazgo; con implicancias afectivas, culturales y legales, a partir de las cuales se pasa a un estado diferente ante la sociedad, que tiene efectos en la identidad de los futuros cónyuges.

Las corridas, las exigencias, las peleas, los cambios en el humor, etc., son conductas y emociones que, muchas veces, responden al impacto que esta situación produce en los protagonistas, que sin saberlo son portadores de ideales y mandatos familiares y sociales, ya que el matrimonio es una institución que transmite valores de generación en generación desde los orígenes de la cultura.

¿AFECTA MÁS A LAS NOVIAS QUE A LOS NOVIOS? ¿EN ELLOS QUÉ PASA?

Este suceso vital afecta de manera diferente a hombres y mujeres, de acuerdo a los roles que la cultura les asigna; en general, sobre la mujer se ejerce mayor presión desde la mirada (la belleza, el vestido, la simpatía, los detalles de la boda, etc.), y se la valora por ser “la gran protagonista” cumpliendo con uno de los hitos que la cultura define como paradigma de su realización como mujer. Como la novia concentra mayor atención, puede suceder que el novio se sienta desplazado, y que se activen defensas que se manifiesten, por ejemplo, en la expresión “son cosas de mujeres”, lo cual le impide involucrarse.

EN ESOS CASOS ELLA TERMINA ENCARGÁNDOSE DE TODO; ¿CÓMO PUEDE MANEJARSE EL MALESTAR Y EXPRESARLO SIN ROCES EN LA PAREJA?

Mediante la posibilidad de abrir el diálogo, para llegar a un equilibrio y un estado de armonía que les permita, a los dos, disfrutar de este momento. El diálogo implica no sólo la reflexión acerca de lo que nos parece que el otro hace mal o no hace, si no también analizar nuestra conducta respecto de si estamos compartiendo o permitiendo que el otro participe y aporte sus iniciativas.

¿CUÁNDO EL CANSANCIO SERÍA NORMAL, Y CUÁNDO DEMASIADO?

El cansancio normal es aquel que se expresa a partir de un equilibrio entre tensión y relajación. El estrés negativo se caracteriza por un estado permanente de tensión que lleva al individuo a sentirse abatido tanto física como psicológicamente, siendo característica la dificultad para pensar claramente e identificar y discriminar los sentimientos, y además aparece la sensación de que la situación nos desborda. Esto nos da la pauta de estar frente a un estado de cansancio excesivo. Los síntomas características del estrés negativo son: cambios en el estado de ánimo, alteraciones del sueño, del peso, sentimientos depresivos, angustia, etc.

ES FRECUENTE QUE SURJAN ROCES Y PELEAS EN LA PAREJA, QUE PROVOCAN DUDAS SOBRE EL VÍNCULO: ¿CÓMO MANEJAR ESTE PROBLEMA? ¿SIRVE PENSAR “JUSTO AHORA” SI SERÍA TAN POSITIVO CASARSE?

Si los roces tienen que ver con la tensión que genera este hecho tan importante, lo primero es la toma de conciencia de lo que está sucediendo, y luego buscar el diálogo para poder expresar sentimientos y temores, los diferentes puntos de vista para alcanzar acuerdos, y poner en práctica la capacidad de lograr consenso. Por otro lado, habría que buscar momentos o actividades que les permitan relajarse. Si a pesar de ser conscientes de que los roces tienen que ver con la tensión generada por la futura boda, la pregunta sobre si casarse o no persiste, ello implicaría tal vez un replanteo más profundo.

¿ES NORMAL QUE APAREZCAN DUDAS SOBRE SI ÉSA ES LA PERSONA PARA CASARSE?

Es posible que aparezcan temores derivados de la trascendencia de este hecho; no hay que olvidar la presión que ejercen los ideales y mandatos sociales expresados en el matrimonio. Decir “para toda la vida” impacta en el miedo a fracasar, sobre todo en personas exigentes y perfeccionistas, en las cuales puede aparecer una duda paralizante. Si esto no puede solucionarse dentro del diálogo de la pareja, puede ser oportuno recurrir a la ayuda profesional.

EL ESTRÉS TAMBIÉN SE DA POR PENSAR QUÉ SUCEDERÁ EN EL FUTURO: ¿CÓMO SE PUEDE AMINORAR EL DISPLACER POR LA INCERTIDUMBRE?

No controlando lo que es, de por sí, un imposible: los seres humanos, si bien podemos proyectarnos y soñar con metas, sólo tenemos verdaderamente posibilidad de influir sobre nuestro presente. Desde esa perspectiva, considero que debemos trabajar día a día para fortalecernos internamente y afrontar lo que la vida nos presente en las distintas etapas vitales.

No hay comentarios :