La Vocación y la Felicidad


Osho nos habla de la relación entre la vocación y la felicidad. Afirma que el ser humano puede ser muy feliz, porque la felicidad es un don como la misma vida, sin embargo observa que la mayoría de las personas que existen en el mundo son infelices y viven hablando de su infelicidad y de sus problemas.

El hombre, a diferencia de los animales tiene conciencia, es libre, por lo tanto puede elegir ser feliz o infeliz y hasta ahora pareciera que la humanidad ha elegido ser infeliz.

Piensa que la causa de la infelicidad generalizada es que nadie actúa libremente, nadie busca su camino mediante su propia conciencia.

Todos están haciendo lo que nunca quisieron hacer. En lugar de ser cantantes como tal vez les hubiera gustado ser, son bancarios o comerciantes, a los que les hubiera encantado ser artistas son comerciantes o dentistas y los que les hubiera gustado ser médicos tienen un negocio o son economistas.

La felicidad es sentirse en armonía en el mundo haciendo aquello que nos da alegría.

La razón, según Osho es que hemos sido encaminados hacia motivaciones antinaturales, como el dinero, el prestigio o el poder, pero la verdad es que todos tenemos el derecho de elegir las cosas que nos hacen felices.

Ni bien vislumbramos dinero, uno se aliena en él y deja de ser uno mismo para ser otro. Lo mismo pasa con el poder y el prestigio, porque cuando están en juego nos olvidamos de los propios valores. Se elige algo externo y se renuncia a lo interno.

Cuando perdemos de vista nuestras propias motivaciones caemos en la infelicidad, porque esa es su verdadera causa.

Cuando sabemos exactamente lo que queremos sólo tenemos ojos para verlo y podemos concentrarnos con suma facilidad en ello. Pero cuando hacemos lo que quieren los demás, nos sentimos en el medio de un conflicto, divididos, fragmentados, y recién nos volvemos individuos cuando encontramos nuestro propio camino.

Nadie puede llegar a ser otro más que él mismo y si lo hiciera, nunca podría ser feliz.

La manera de lograr ser uno mismo, no es pelearse con todos, sino simplemente siendo consciente de quien uno es.

Si se elige la comodidad y el bienestar solamente, es como estar muerto en vida. La vida sólo merece ser vivida si hay desafíos porque es la única forma de aprender a mantener el equilibrio.

Ser la persona que uno es, es el mayor desafío, porque nadie quiere que lo seamos. Todos quieren borregos que obedezcan y ser uno mismo es el camino más difícil.

El esfuerzo lo hace quien está en el camino incorrecto porque todo lo que nos gusta no nos tiene que dar ningún trabajo, debería ser placentero, y proporcionarnos alegría.

La felicidad no es necesario buscarla, se manifiesta espontáneamente cuando estamos haciendo lo nuestro, y tiene el poder de transformar nuestra visión del mundo, que solo cambia cuando nosotros cambiamos.

Nada externo nos hace felices si por dentro estamos amargados. La felicidad es un don y está en nosotros, sólo hay que descubrirla expresando nuestra verdadera vocación en esta vida.

La autora de esta nota es Licenciada en Psicología y Orientadora Vocacional

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