Tratamiento de la Depresión


La desesperación es la característica de la depresión y el suicidio es el peligro.



Es necesario hacer una distinción entre la depresión bipolar o psicosis maníaco depresiva y la depresión reactiva, producida como reacción a una pérdida importante, con síntomas menos severos.

La primera forma puede presentar distintos grados de gravedad que evoluciona por lo general dentro del cuadro de una psicosis periódica.

La aparición de esta enfermedad puede producirse a cualquier edad pero con mayor frecuencia la sufren las mujeres alrededor de los cuarenta años, después de un shock emocional, pero también sin motivo aparente.

El modo de presentarse es bastante lento y progresivo. Puede comenzar con desgano, cefaleas, dificultades en el trabajo, falta de interés y gusto por todo y en especial con insomnio. El paciente se torna preocupado, de humor sombrío, y toda su actividad y metabolismo se enlentece.

Estos pacientes apenas pueden vestirse y le cuesta prestar atención. Sienten dolor moral, inseguridad, malestar difuso, sensación de impotencia y de incapacidad. Su conciencia se orienta directamente hacia la desdicha y la culpa, se sienten indignos y ven el futuro sin horizontes ni esperanzas.

La hipocondría, es decir, el temor y el deseo a la vez de la enfermedad, no lo hace sentirse enfermo sino en falta. Los trastornos digestivos son constantes y la falta del período menstrual es habitual

El deseo y la búsqueda de la muerte son constantes así como el rechazo del alimento; y el suicidio llega a hacerse obsesivo.

Esta posibilidad sitúa a todo depresivo endógeno en peligro de muerte ya que el raptus suicida suele aparecer en forma imprevista y cuando aparenta estar más tranquilo.

Las crisis acaban por lo general lentamente, pudiendo presentarse recaídas.

La intervención terapéutica a veces es espectacular y ellos mismos se asombran de haber tenido deseos de morir; porque desde 1957, la medicina cuenta con medicación antidepresiva, que comprende compuestos químicos, dotados de una verdadera acción antidepresiva, capaces de convertir el humor depresivo en euforia.

La psicoterapia no es siempre suficiente pero es absolutamente necesaria para este tipo de trastorno y lo más recomendable es el tratamiento combinado, que comprende el control psiquiátrico y el tratamiento psicoterapéutico.

El Psicoanálisis es un tratamiento que intenta que el paciente depresivo descubra la fijación inconsciente de la primera infancia, ya que desde el punto de vista de esta teoría la depresión corresponde a un trauma de la etapa oral del desarrollo psicosexual, durante la lactancia, por exceso de frustración o por exceso de gratificación.

El depresivo tiende a mantener el mismo modo de relación simbiótica, que en ese período arcaico se caracteriza por el narcisismo, cuando todavía no hay diferenciación yo – no yo, con la dificultad de conectarse afectivamente con los otros, considerándolos como en la infancia prolongaciones de si mismo.

El objetivo es hacer consciente lo inconsciente de manera que puede comenzar de nuevo y lograr desarrollarse y crecer como persona autónoma e independiente.

La psicoterapia analítica de Jung intenta en cambio, a través de las expresiones simbólicas arquetípicas del paciente, educar y transformar su personalidad, mediante el proceso de individulización que tiende a integrar sus valores biológicos, psíquicos, sociales, ideales y estéticos.

El Psicoanálisis Adleriano propone mostrar al paciente el carácter imaginario de sus decepciones y aportar soluciones para su adaptación, dado que el complejo de inferioridad y la falta de sentimiento social explican para Adler la enfermedad.

La Psicoterapia de Rogers intenta que el sujeto realice una reformulación de sus emociones y sentimientos esenciales en otros términos, hablando de si mismo en el presente, con una actitud por parte del terapeuta, de respeto, comprensión y de real encuentro, o sea, entendiendo al paciente desde él mismo y sin tratar de interpretarlo.

El análisis existencial de Binswanger, explora al sujeto según sus valores propios, su manera de insertarse en su medio, su apertura al mundo, es decir sus perspectivas y proyectos vitales, interesándose en la modalidad existencial de sus enfermos. Participa tanto de la estética como de la profundidad filosófica de los problemas existenciales.

La hipnosis es un recurso que nuevamente está vigente y que consiste en la sugestión directa con el fin de eliminar ciertos síntomas, como la posibilidad de catarsis, o descarga emocional de contenidos inconscientes.

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