Los Niños y los Famosos


¿En qué medida a los niños los pueden afectar la conducta frívola de los famosos?

Las imágenes de las personas exitosas son las que más desfilan por televisión y también son las que ocupan la mayoría de las tapas de las revistas.

Pero no son sus cualidades las que precisamente se comentan sino sus defectos y escándalos. Hoy en día los niños están inmersos e indefensos en el mar de las obscenidades que se atreven a cometer los famosos.

La mayoría de las dificultades por las que atraviesan se refieren al consumo de drogas y alcohol, excesos en la alimentación, delitos por provocar desórdenes, destrucción del hogar y batallas judiciales por la tenencia de los hijos o por dinero.

Aunque la influencia mayor en los niños es la conducta de sus propios padres, todo este aluvión de información malévola no es inofensiva y puede tener un efecto en la adolescencia.

El mensaje que reciben es que aunque se porten verdaderamente mal igualmente son asediados por el público a quien no parece importarle demasiado la conducta irregular de sus ídolos que a la vez siguen viviendo sus vidas como si no pasara nada.

Si los niños tienen una familia sólida que les sirva de modelo, generalmente piensan en forma moral basándose en su propia realidad, pero en la adolescencia esos mismos valores son cuestionados, presionados por sus pares y pueden juzgar lo que perciben guiándose por “la onda” más que por sus valores.

El problema es el hecho de que los niños cada vez tienen mayor información desde más pequeños como si fueran adultos cuando todavía no tienen la madurez emocional para asimilarla.

Los padres deben comentar todos estos hechos que se publican, que involucran a los famosos y que llegan a los oídos de los niños, destacando la conducta desviada, lo que es bueno y lo que es malo, al margen de quien la haya cometido.

La sensación que se percibe es que el éxito otorga cierta impunidad que no logran las demás personas comunes. Se minimizan y olvidan los errores y la popularidad continúa a veces con más intensidad que antes.

El comportamiento sexual privado también se aprovecha para que los medios puedan seguir vendiendo sus publicaciones y los programas tengan mayor rating.

Cuanto más osada la exposición de la figura, mayores son las ventas y cuanto más radicales y transgresores los significados mayor rating.

Se relativizan los valores porque es la conducta que habitualmente tiene la gente con alguna popularidad o éxito, que al ser más notorios y visibles sus defectos imprimen un sello de normalidad como si así se comportara la mayoría, que no concuerda con la realidad pero que sirve para confundir a los jóvenes.

En última instancia, los más transgresores están buscando la aprobación de los demás y ser aceptados como quieren ser, sólo que para obtenerlo necesitan arrastrar a todo el resto.

La misma actitud tienen los drogadictos que impulsan a sus amigos o parejas a consumir porque no quieren estar solos con su experiencia, desean compartirla para no sentirse aislados o diferentes.

La televisión puede ser un factor estimulante para un niño, en su justa medida y reducida a su propio nivel, es necesario entonces limitar su exposición sin brindarle la oportunidad de manejar el control remoto.

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