El Poder del Pensamiento II


El poder del pensamiento es la mejor herramienta que tenemos para ayudar a todos aquellos que todavía no conocen sus propios poderes.

Para ayudar a alguien que se encuentra en graves dificultades hay que hacerlo en el momento en que esa persona se encuentre descansando. Si estuviese dormida mejor.

Imaginarla en la forma más nítida posible como si estuviera sentada frente a nosotros y luego de concentrarse en ella perfectamente, dirigir los pensamientos que se desean imprimir en su mente con imágenes bien claras. No se trata de dominar la voluntad de esa persona sino de presentarle ideas para estimular un juicio correcto y fomentar hábitos saludables. La coerción no ayuda, solamente se puede convencer a esa inteligencia, despertándole sentimientos más puros.

El poder mental puede convertirse en un agente protector para nuestros seres queridos, comportándose como un escudo contra el mal o como una barrera contra los pensamientos hostiles pudiendo llegar a defenderlos contra peligros físicos.

Cuando la mente tiene poder se pueden enviar pensamientos de paz y consuelo a personas desvalidas que lo necesiten, que les tranquilizará la mente y las rodeará de calma.

La oración en las religiones tiene esa misma función, cuando es practicada con intensidad y plena concentración.

Todo lo que podemos hacer por las persona vivas con nuestro pensamiento, aún con más facilidad se puede lograr con el alma de las personas fallecidas. Los pensamientos de paz y de amor hacia ellos los beneficiarán para lograr su paz eterna.

Mientras dormimos, el pensamiento se libera del cuerpo físico, por lo tanto es mucho más poderoso.

Todo problema que requiera solución, deberá tenerse en la mente al irse a dormir sin debatirlo ni argumentarlo, porque si hiciéramos eso nos impediría conciliar el sueño, sino simplemente manifestándolo con claridad y dejándolo ir.

Por regla general, la solución se obtendrá al despertar. Es oportuno tener un papel y lápiz a nuestro alcance ni bien nos despertamos para anotar la solución que haya surgido durante el sueño, porque es fácil que se borre rápidamente.

Las horas de sueño son óptimas para ayudar a otros, pensando en ellos antes de dormirnos.

Se puede beneficiar a toda la humanidad con la fuerza del pensamiento, favoreciendo las buenas causas y la solución de los problemas, a través de corrientes de pensamiento dirigidas con una intención de auxilio.

La mayor fuerza mental que se puede obtener es con la unión de los pensamientos de varias personas para ayudar en asuntos comunes a todos.

Los católicos realizan cadenas de oración con efectos similares.

El poder mental se aprende y se fortalece pero es una condición que continuamente usamos en forma inconsciente y muchas veces para mal hacia nosotros mismos y hacia todas las personas que nos rodean. Es imprescindible conocer el poder del pensamiento que consciente o inconscientemente siempre deja huella, por más débiles que sean nuestros pensamientos.

No podemos impedir que los pensamientos de otros toquen nuestras mentes, sólo podemos aceptarlos o rechazarlos.

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