Según un reciente estudio, los niños que quieren perder peso o quieren adoptar una forma de vida sana, se ven en dificultades cuando sus padres están depresivos. Esto puede volver depresivos a los niños en sí.
La angustia paterna pueden traer problemas alimenticios a los niños, según un estudio publicado en la revista Obesity, de un grupo de investigadores de la Universidad de Florida.
Tener el apoyo de los padres es muy importante para los niños que están luchando contra sus problemas de peso. Generalmente los niños sólo tienen acceso a la comida en casa, así que lo que los padres ponen sobre la mesa determina lo que el niño come. Los investigadores también dijeron que el comportamiento paterno en cuanto a estilo de vida, también afecta las elecciones que hacen los niños.
Cuando los padres pelean, pueden tener menos energía y no proveer suficiente apoyo emocional que un niño con sobrepeso necesita.
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