
Esa taza de café caliente que sostiene entre las manos cada día podría darle una visón del mundo totalmente diferente. Un nuevo estudio revela que las personas que sostienen algo cálido entre las manos se vuelven más cálidos en su personalidad, que cuando sostienen algo frío.
No es broma, es un estudio que saldrá publicado en Science mañana. Y al parecer demuestra que la gente que sostiene objetos cálidos entre las manos ven a los demás como más confiables y bondadosos, sin contar que ellos mismos se vuelven más generosos hacia los demás.
El resultado del estudio apoya la idea de que la calidez física está vinculada con la calidez psicológica. También sugiere que el vínculo podría estar profundamente enraizado en nuestra psiquis, tal vez de cuando éramos pequeños y éramos sostenidos por las cálidas manos de nuestra madre.
“Creo que tenemos unas profundas y durables asociaciones entre la calidez física y la psicológica, calidez interpersonal, que son el resultado de, tal vez, muchos años de aprendizaje”, dijo Lawrence Williams , investigador de la Universidad de Colorado, y director del estudio.
El estudio consistió del siguiente experimento. Se le pidió a 41 voluntarios que sostuviesen una taza de café caliente o una taza de café frío mientras subían en un ascensor hacia otro piso en el edificio. Mientras sostenían la taza, los participanes daban su nombre y otra información básica.
Luego se le daba a cada sujeto un sobre con información sobre un individuo y le pedían que mida los rasgos de la personalidad de esa persona, incluyendo las relacionadas con los rasgos de personalidad cálida o fría, como por ejemplo generoso / poco generoso, feliz / infeliz, predispuesto / irritable, etc.
Los participares evaluaron como significativamente cálido al extraño si les había tocado mantener la taza caliente.
“Al parecer el efecto de la temperatura física no es sólo para cómo vemos a los otros. También afecta nuestro propio comportamiento”, dice John Bargh, otro de los investigadores, con respecto a que el sostener algo cálido entre las manos nos hace más generosos.
Lawrence Williams cree que la asociación entre el calor físico y la calidez puede estar grabado en la arquitectura de nuestras mentes. Según estudios pasados, la región del cerebro conocida como ínsula está involucrada en procesar información tanto relacionada con la tempera física como con la calidez interpersonal o la confianza.
“Es una asociación que es aprendida desde la niñez cuando gente querida nos sostiene y nos protege, y nos demuestra cariño y afecto”, dice Williams. “Al mismo tiempo ellos experimentan un contacto físico con un objeto cálido, y en ese caso otro ser humano”.
Fuente: Livescience
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