La anorexia, un trastorno de la conducta alimentaria

Tanto la bulimia como la anorexia en sí vienen a ser extremos de un mismo problema, y que no vendría sino a ser el resultado de un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición.



Pero hoy nos vamos a ocupar detenidamente de una de ellas: la anorexia, un problema que cada vez afecta a más jóvenes (incluso desde edades bien tempranas) y a personas que, en cierto sentido, simplemente no lo son tanto.

Fundamentalmente, la anorexia se caracteriza por un miedo tanto fóbico como nervioso a engordar, en la cual actúan factores biológicos, de la personalidad y socioculturales.

Detrás de la anoréxica, o de una persona anoréxica en sí, se esconde una personalidad evasiva, que padece un trastorno que se caracteriza por el temor persistente a aumentar de peso, y por una percepción tanto distorsionada como delirante del propio cuerpo que hace que, el enfermo, se vea gordo aún cuando su peso –en realidad- se encuentra por debajo de los parámetros recomendados de acuerdo a su estatura y complexión física.

¿Cómo comienza la anorexia?

Cuando la anorexia comienza a ser acto de aparición, en un primer momento se empiezan a eliminar los hidratos de carbono, al existir la falsa creencia de que engordan.

A partir de estos momentos, se rechazan las proteínas y especialmente las grasas, incluyendo –a veces- los líquidos, una cuestión como vemos aún bastante más perjudicial que agrava el problema.

Los síntomas de la anorexia

Tal y como hemos indicado en algún que otro momento a lo largo del presente artículo, uno de los principales síntomas de la anorexia, como puedes llegar a suponer, es la pérdida significativa de peso, en la que existe una percepción errónea del propio cuerpo.



Por tanto, en un espacio de tiempo relativamente corto, los problemas endocrinos se hacen evidentes, ya que se puede llegar a perder entre un 15 a un 50% (en los casos más críticos) de grasa corporal.

En general, los citados síntomas se caracterizan por:

■Miedo al aumento de peso, incluso cuando éste se encuentre dentro de las medidas consideradas como normales.
■Miedo a la obesidad.
■Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado (teniendo en cuenta la edad y talla de la persona).
■Percepción distorsionada del peso, del cuerpo y de sus proporciones.
■Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (algo que se denomina como amenorrea).
Además, a estos síntomas debemos añadir otros algo más primarios como pueden ser estreñimiento, dolor abdominal, vómitos, etc,.