Un trastorno bipolar, o mejor dicho los síntomas que pueden evidenciar un trastorno de tipo bipolar pueden ser activados por una gran cantidad de maneras. Además algunas de ellas pueden ser tan absolutamente comunes como dormir mal una noche. Los terapeutas, a la hora de tratar un trastorno bipolar, lo que tienen que hacer en un primer momento es encontrar las causas que desencadenaron el episodio bipolar. Otro de los rasgos del trastorno bipolar es que no existe una etiología común a todos los casos. Lo que para una persona puede ser un desencadenante del trastorno para otra puede ser algo completamente inocuo.
Uno de los factores más importantes a la hora de provocar un episodio maniaco, depresivo o bipolar es la ruptura de los patrones de sueño. Uno de los hechos que mayor incidencia tiene a la hora de provocar un trastorno bipolar es la privación de sueño. Otro de los factores de primer orden para provocar episodios maniacos o depresivos son las drogas y el alcohol; los diferentes tipos de drogas, el abuso de las mismas, pueden provocar episodios maniacos o episodios depresivos.
Otro factor que también incide en el desencadenamiento de un episodio bipolar es la falta de ejercicio físico. La falta de unos hábitos saludables de vida o inclusive una mala dieta también, aunque no son de primer orden, pueden provocar la aparición de síntomas de trastorno bipolar, ya sean estos de índole maniaco o depresivo. Cambios vitales o laborales de gran magnitud son otra de las causas de la aparición de la depresión o de episodios maniacos: desempleo, divorcios, cambio de pareja, viudedad, mobbing.
Fuente: Clinical Psychology
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