El inconsciente, ese gran consejero
La sabiduría popular nos advierte que antes de tomar una decisión importante o realizar un trabajo transcendental es necesario, además de elegir la mejor de las opciones, haber descansado bien la noche anterior.
Un buen descanso nocturno, además de permitirnos tener la mente clara y despejada al día siguiente, nos ofrece una gran cantidad de ventajas: organiza nuestros recuerdos, nos permite procesar la información que hemos asimilado ese día y también nos va a permitir que al día siguiente nos enfrentemos a los problemas con un plus de tranquilidad.
Al mismo tiempo también la sabiduría popular nos avisa de que un buen descanso nocturno nos permitirá tomar mejores decisiones. Desgraciadamente la investigación científica, obra de Dijksterhuis y colaboradores, ha demostrado este 2.009 que cuanto más conscientemente tomamos una decisión, normalmente esta suele ser la peor de las posibles.
Según esta investigación antes de tomar una necesidad transcendental es necesario que dejemos la misma madurar en nuestro inconsciente. La siguiente investigación pretende demostrar que esa afirmación, dejar que el inconsciente tome la decisión, es una realidad.
El experimento en cuestión constó de elegir sobre una amplia variedad de apartamentos en alquiler. Se buscaba saber quién llevaría a cabo la mejor decisión teniendo en cuenta que algunos de los sujetos experimentales tendrían que dar respuesta de una manera consciente y otro grupo tendría la posibilidad de madurar su decisión, es decir, permitir que le inconsciente tomase las decisiones.
La investigación confirmó que aquellas personas que habían tenido un tiempo adicional para madurar su decisión tomaron mejores decisiones que aquellos sujetos experimentales que tuvieron que tomar su decisión de una manera rápida.
Fuente: Live Science
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