La exaltación o culto por la delgadez extrema es una presión social que afecta principalmente a las mujeres perfeccionistas y que provoca peligrosos trastornos de los hábitos alimenticios y distorsiona la percepción del cuerpo hasta el delirio. Algunas mueren, otras quedan con daños de por vida. Pero no todo está perdido. Mejores medicamentos y una reorientación de la terapia psicológica pueden recuperar a las afectadas.
Si buscas pretextos para no comer, se ha interrumpido tu menstruación, has bajado de peso más allá de lo recomendable pero aún así te sientes gorda, preocúpate. Lo más probable es que sufras de anorexia y no te has percatado.
Esta enfermedad sólo puede curarse si se asume, recién entonces y con un adecuado tratamiento médico puedes superarla. Tal como un alcohólico, la anoréxica tampoco asume su enfermedad. Y en ambos casos las consecuencias pueden ser fatales.
La anorexia consiste en una alteración grave de la percepción de la propia imagen, con un temor morboso a la obesidad, lo que condiciona una alteración física y mental del paciente. Esta afección provoca un trastorno de la conducta alimentaria y pérdida de peso inducida por el propio enfermo, que además manifiesta una visión delirante de su propia fisonomía.
Es usual que el cuadro anoréxico en etapas avanzadas esté acompañado por la bulimia, patología asociada y que se manifiesta con la ingesta compulsiva de alimentos, seguida de vómitos inducidos o uso de laxantes para desprenderse de la comida ingerida.
¿Qué clase de mujeres están más expuestas a la enfermedad o son más vulnerables de adquirirla?. Al respecto explica la psicóloga Pilar Sordo y especialista en anorexia. “La anorexia se da principalmente en adolescentes perfeccionistas, que tienden a controlarlo todo y por supuesto el cuerpo no se escapa a ello. Además son mujeres introvertidas, con pocas habilidades sociales y con ciertos rasgos de obesidad. El tema de la anorexia se influencia entre mujeres, no es una obsesión por estar flacas para los hombres, sino más bien para competir entre ellas��?, sostiene Sordo, con amplia experiencia clínica en pacientes anoréxicas y especialista en psicología de la mujer.
Aunque las adolescentes son las más propensas a la anorexia, en los últimos años se han sumado casos de mujeres jóvenes y profesionales, obsesionadas con la silueta para ser competentes en el exigente mercado laboral. No es casualidad que en Brasil hayan muerto dos modelos a finales de 2006, ambas con cuadros de desnutrición y delgadez extrema como consecuencias de la anorexia.
Síntomas
Se debe poner atención a una serie de manifestaciones que distinguen la afección de la anorexia. Ante la aparición de estos síntomas se debe consultar de inmediato a un especialista, en este caso el profesional indicado es un psicólogo.
• Alteraciones de la imagen corporal
• Baja de peso considerable
• Miedo obsesivo por el sobre peso
• Ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos en el plazo previsto
• Irritabilidad
• Alteraciones del sueño como el insomnio
• Obsesión por el ejercicio
• Excusas para no comer
• Frío constante
• Pérdidas de esmalte dental y caries
• Desmayos
• Caída del cabello
• Problemas estomacales.
Respecto al origen de la anorexia aún no hay investigaciones del todo concluyentes. Sin embargo la ciencia médica ha determinado una serie de factores causantes de la anorexia; como una combinación de elementos biológicos -predisposición genética-, psicológicos -presión familiar y conflictos psíquicos- y sociales, como tendencias de la moda o estereotipos femeninos vigentes.
Sobre la influencia social que ha determinado el progresivo incremento de esta enfermedad, Pilar Sordo explica: “Por supuesto que influye. Los pantalones a la cadera exacerban el "ángulo anoréxico", que tiene que ver con las caderas y el abdomen, también las poleras cortas. Además existe un modelo de delgadez extremo, asociado al éxito y al dinero, también al encontrar pareja. Todas estas presiones sociales influyen y bastante��?, dice la psicóloga.
Nuevos avances para la cura
El tratamiento va en dirección a, primero, revertir la desnutrición y además solucionar las disfunciones psíquicas del paciente, claves en el desarrollo de la enfermedad. Pero los resultados no siempre satisfacen las expectativas de los médicos, el paciente y la familia.
Pilar Sordo advierte que la falta de afecto y cariño es decisiva en el fracaso de los tratamientos y que por lo mismo se debe reorientar la terapia psicológica. “Las nuevas tendencias en terapias pasan por redescubrir el valor de los afectos en la familia. El mensaje interno que siente la anoréxica de rechazar la comida es de alguna forma un llamado a recibir afecto, porque lo que se necesita para estas pacientes, entre otras cosas, es el cariño��?, concluye Sordo. La profesional también indica que fármacos más eficaces encontrados en los últimos años ofrecen mejores expectativas para curar esta peligrosa enfermedad.
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