¿Por qué deseamos cosas? ¿Qué nos hace desear lo que deseamos?


Uno de los grandes misterios de la humanidad, que la ciencia todavía no puede explicar con certeza es por qué deseamos cosas. ¿Por qué queremos chocolate? ¿Por qué…? Cualquier cosa. La pregunta de por qué deseamos cosas que deseamos puede obtener respuestas apasionadas de científicos pertenecientes a un variado número de disciplinas, pero algunos dicen que todavía estamos bien lejos de entender nuestros deseos y preferencias de una forma significativa.



Podemos predecir cómo nos vamos a comportar en condiciones particulares, o conocer que algunas preferencias emergen en ciertas situaciones, pero es muy poco lo que sabemos sobre el origen de estas inclinaciones, de dónde vinieron en un primer lugar, según un científico social.
Yo creo que las respuestas que hay hoy en día de parte de diversas ciencias son tautológicas, muy superficiales, dice en Live Science Dalton Conley, sociólogo de la Universidad de Nueva York.

Psicólogos evolutivos, sociólogos y economistas, todos tienen diferentes ideas sobre lo que impulsa nuestras preferencias, pero ninguno llega al fondo del asunto, opina Conley.

Por ejemplo, es muy fácil dar explicaciones evolutivas para nuestras preferencias luego de los hechos, dice Conley.

El psicólogo evolutivo Gad Saad, de la Universidad Concordia de Canadá, que hace poco publicó un libro sobre el tema está de acuerdo con que es un problema complicado. Hay una diferencia, dice él, entre entender cómo opera un mecanismo y el por qué sucede.

Podremos saber que las preferencias culinarias de una mujer cambiarán de acuerdo al momento de su ciclo menstrual, dice Saad, pero entender por qué sus preferencias cambian en ese modo es un tema totalmente diferente.

Son muchas las explicaciones que se dan para decir por qué nos gusta una determinada cosa, pero esencialmente son dos las que lideran todo. Es de nacimiento, o lo adquirimos con la experiencia, influenciados por nuestro entorno.

Saad opina que la biología influencia todo lo que hacemos, él cree que nuestros gustos son de nacimiento. “Al contrario que los científicos sociales”, dice, “que dicen que nacemos con mentes vacías, yo creo en lo opuesto”.

Joseph Simmons, científico social de la universidad de Yale, está de acuerdo con que la biología tiene algo que ver en el rompecabezas. “No aprendemos a tenerle miedo a los sonidos agudos, o a rostros amenazadores, sino que esto parece ser algo innato”.

Pero no todos piensan eso. Algunos como el mismo Simmons argumentan que la experiencia, o lo que nos rodea, juegan un rol muy importante en moldear lo que somos, y por ende nuestras preferencias.

Pero Dalton Conley opina que tal vez no exista respuesta a la pregunta del título, sólo acercamientos.

Fuente: LiveScience

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