Más delgados, menos felices


Pocas cosas se logran sin esfuerzo, una de ellas es perder peso. En general son las mujeres las que más luchan por adelgazar, y cualquier método nuevo que surja suele ser visto con agradecimiento. Así todas vamos corriendo por el nuevo libro que asegura recetas mágicas, el nuevo sistema de ejercicio que asegura un cuerpo perfecto y cuanta pastilla o yuyo que prometa eliminar las grasas.



Aunque en el fondo sabemos que estamos comprando una quimera y que la única forma saludable y efectiva de perder peso es comiendo menos y ejercitando más, corremos a acumular estos productos prometidos, y nos forzamos a creer en ellos, especialmente cuando están aprobados por una entidad gubernamental.
En Estados Unidos se aprobó una nueva píldora que promete hacer perder alrededor de 20 kilos en el transcurso de un año. Esta nueva droga se denomina rimonabant y es un antagonista de los receptores neurológicos del canabbis, su funcionamiento es el inverso al de la marihuana y su propósito es disminuir el apetito.
Entonces, si es rápido, es fácil y encima es legal, ¿porque no tomar una pastilla en lugar de recurrir al esfuerzo? Porque el marketing olvida los efectos adversos de estos fármacos.
Un 43% de las personas que han usado esta droga reportaron efectos adversos psiquiátricos, como ansiedad, depresión e insomnio.
Si se ponen las cosas en perspectiva estamos hablando de la posibilidad de bajar a razón de kilo y medio por mes, esta reducción puede lograrse perfectamente en base a una dieta equilibrada.

Además si todo el objetivo de adelgazar es para sentirnos más cómodos con nuestro cuerpo, más saludables y vitales, ¿de que sirve una droga que nos haga sentir flacos pero deprimidos?


Vía | PychCentral
Imagen: Flickr

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