
Trastorno de ansiedad social (TAS)
Es un trastorno hoy bien definido, crónico, que arruina o disminuye fuertemente la calidad de vida del individuo. Es un miedo irracional a hacer el ridículo, a cometer un error.
Las personas que la padecen, comienzan a sentir: sudoración, palpitaciones, deseos urgentes de orinar, falta de aire, mareos, sensación de desmayo, fuerte temblor cuando no se pone terriblemente colorado, etc., cuando, por ejemplo deben concurrir a realizar algún trámite, a la universidad, etc.
En ocasiones, este temor particular se presenta en situaciones nuevas, o se circunscribe a determinadas situaciones como dar examen, hablar en público o ejecutar un instrumento. En otros casos, la fobia es generalizada y el paciente evita toda situación de contacto social.
Este tipo de trastornos comienza generalmente en la infancia o en la adolescencia y puede prolongarse indefinidamente toda la vida.
Lamentablemente, el trastorno permanece sin diagnóstico ya que es raro que el paciente consulte por el problema a un especialista, no siendo la mayoría de las veces, el cuadro, reconocido por médicos generales.
El paciente se define como tímido, evita o no cumple con los horarios y compromisos sociales. A veces hasta rechaza una promoción en su trabajo, abandonan sus carreras, a causa de que implica mayor contacto social.
Afecta algo más a los varones que a las mujeres, incide en 13 de cada 100 personas según estadísticas norteamericanas, y se complica frecuentemente con depresión secundaria, abuso de alcohol, drogas o medicamentos ansiolíticos mal administrados.
Lo curioso de este trastorno es que si se le deja librado a su normal evolución o no se realiza el tratamiento adecuado, se cronifica y se va hacia la depresión o el abuso de sustancias. Lo que importa, como siempre, es que el diagnóstico precoz evita las complicaciones y permite disfrutar de una mayor calidad de vida.
Fuente: http://www.consumer.es
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