Kundalini

El concepto Kundalini proviene del hinduismo, y ese es el nombre que se le da a la energía ‘dormida’ que todos los humanos poseemos, y que se encuentra en la base de la columna vertebral, lugar que corresponde en el cuerpo físico al primer chakra, el chakra raiz o Muladhara. Tradicionalmente se representa esta energía con la forma de una serpiente enroscada, ya que aquellos que han tenido la experiencia de despertarla describen el proceso como un fuego líquido que asciende por la columna formando una espiral.
El objetivo del yoga es despertar esta energía de forma controlada, haciéndola subir por la columna y atravesando cada uno de los chakras hasta llegar al último, Sahasrara. Cuando esto ocurre, la persona alcanza la unidad con el cosmos, lo que también se conoce como Samadhi o Ilumninación. El paso de la Kundalini por cada uno de los chakras dota a la persona de ciertas facultades y habilidades, algunas de ellas sobrenaturales.
Sin embargo, el despertar de la energía Kundalini no está exenta de riesgos. Cuando esto ocurre en un individuo que no está suficientemente preparado (física o mentalmente), las consecuencias pueden ser terribles, y pueden ir desde el dolor agudo en la espalda y la cabeza hasta la locura más profunda.
La energía Kundalini puede despertar como consecuencia de un continuado trabajo que incluye posturas (asanas), respiraciones (pranayana) y meditación, pero también puede despertar subitamente debido a experiencias intensas o traumáticas en ciertas personas.