La cromoterapia (o terapia con colores) es un método de ayuda en la curación natural de algunos desordenes, tanto físicos como mentales, aunque no está reconocido oficialmente como forma de curación.
La cromoterapia consiste en la exposición a ciertos colores, cuya frecuencia (comprendida entre los 3,84×1014 Hz del rojo hasta los 7,89×1014 Hz del violeta) resuena con las frecuencias que emite nuestro cuerpo sutil (la parte ‘energética’ de cada uno de nosotros), activando o desctivando ciertas zonas, que tienen su correspondencia con el cuerpo físico y en el cuerpo mental. Los bloqueos energéticos del cuerpo sutil se manifiestan en forma de enfermedades o malestar en el cuerpo físico y de trastornos mentales, de forma que al energetizar una zona bloqueada ayudamos en la mejora de la manifestación física y mental del problema.
Cada color tiene unos ciertos efectos físicos y mentales; los principales efectos de cada color se pueden ver a continuación:
» Rojo: Estimula la circulación de la sangre.
» Naranja: Reduce la fatiga y aumenta el optimismo.
» Amarillo: Mejora el tono muscular y la mente.
» Verde: Es un color tranquilizante, apropiado para los problemas de insomnio y los nervios.
» Azul: Es un con propiedades antisépticas. Proporciona paz y tranquilidad.
» Violeta: Se utiliza para combatir la angustia y el miedo.
» Magenta: Aumenta la tensión arterial y combate los estados de tristeza.
La cromoterapia se ha utilizado desde las más antiguas civilizaciones en Egipto, China o India (en la medicina ayurvédica). En la actualidad la ciencia que estudia los efectos de los colores en los seres vivos se llama fotobiología, la cual trata de demostrar la validez o invalidez de los postulados de la cromatología.
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