Mi esposo la sigue viendo


Aunque el divorcio implica disolución del vínculo matrimonial, la realidad es que el proceso de separación es complicado y difícil de llevar a cabo. Si tuvieron hijos, se entiende que no puede haber contactos porque se hace necesaria la comunicación entre los padres. Si no hay hijos de por medio, debería darse una anulación completa de la relación amorosa, y solamente una vez que se ha terminado por completo la relación, los ex-esposos pueden llegar a ser amigos.

Se necesita de cierto tiempo, entre dos y tres años y medio, para recobrar cierto orden exterior en las vidas después de una separación. A la mayoría les cuesta soltar el pasado. Sin embargo, cuando se relaciona una nueva pareja, deben quedar claros los límites entre ellos y los ex-cónyuges para que no surjan problemas y confusiones. La separación de una pareja implica el aspecto físico, legal, sexual y emocional. Uno de los que más cuesta disolver es el emocional, ya que psicológicamente muchas parejas tienden a crear una dependencia mutua. Pero, la fidelidad con la nueva pareja implica llegar a acuerdos, incluyendo la forma de llevar las relaciones anteriores. Por eso, es necesaria una buena comunicación, donde se expongan los puntos de vista claramente y se pueda llegar a convenios adecuados. Lo primero que debe explorarse es la motivación detrás de la conducta de las personas que no pueden separarse emocionalmente de sus anteriores parejas. Hay personas que reconstruyen sus vidas fácilmente después del divorcio, pero se sienten culpables si su ex no logra hacerlo. No obstante, cerrar el capítulo con las o los ex, es fundamental para consolidar nuevas relaciones. Cuando no se ha roto por completo con el pasado, esta sombra no permite nuevas, sanas y mejores relaciones de pareja. El divorcio tiene una doble finalidad, disolver un matrimonio que se haya tornado intolerable y emprender una nueva vida.

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